viernes, 21 de noviembre de 2008

Coaching frío


La mayoría de demandas de consultoría en desarrollo organizativo incluyen una necesidad de coaching velada.

A ese tipo de intervención le vengo a llamar coaching frío, es decir, son aquellas funciones de capacitación [personalizada] orientada al desarrollo o puesta en marcha de sistemas, planes o metodologías concretas que, a diferencia del coaching [caliente], se ponen de manifiesto sólo ante situaciones muy concretas donde el directivo/a ha de desplegar una serie de capacidades que, antes de disponer de una determinada herramienta, ignoraba necesitar.

Un proyecto de consultoría en desarrollo organizativo ha de incluir, en su estructuración, el asesoramiento [cómo se implanta] y el tiempo necesario para el entrenamiento personal del directivo/a [qué necesito desarrollar para hacerlo].

No se vale cerrar proyectos dejando sobre la mesa de los clientes tremendos mamotretos y un “aquí te quedas porque no me has pedido nada más”, y no me creo que en la mayoría de la práctica en consultoría este tema que estoy exponiendo se dé por lógico o sobreentendido.

Más bien me sumo a la opinión de que una de las muchas causas por las cuales no prosperan en la organización nuestros flamantes diagnósticos, metodologías y sistemas es obviar este hecho.

4 comentarios:

  1. Pues no te falta razón. El problema es que los proyectos de consultoría deben tener un inicio y un final, un informe y un cierre a fecha dada (que suele ser muy posterior a la prevista) por normativas contractuales varias. Así que muchas veces no se puede llevar a cabo abiertamente.

    También ocurre que el cliente puede pretender que la herramienta se implante sin ser consciente de su déficit de capacidades para usarla, con lo que no va a aceptar ese... esto... (¿no hay otra palabra?) lo qué sea frío... ;-)

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  2. Si mkl, ya lo comentamos en su momento. En este sentido ya me he visto haciendo algunas ampliaciones de propuestas de trabajo.
    Respecto al nombre, a mi también me repatea y más cuando equivale a ciertas intervenciones que... tela!.
    Yo le llamo asesoramiento personalizado, así y todo me parece muy largo...

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  3. Totalment d'acord amb el comentari, Manel. M'hi trobo molt sovint: administracions que et demanen desenvolupar projectes que, després, no poden (o no volen, que es una altre cas) implantar. Tant és així, que ens estem plantejant incloure en el nostre model d'assistència una part d'acompanyament a l'aplicació, d'inici. Bé, he de dir que no et parlo des de al món de la consultoria, treballo a una administració de segon nivell que dóna suport a altres administracions locals i, per tant, puc condicionar més o menys el tipus de consultoria que s'ofereix i, fins i tot la durada i abast de la mateixa.

    Tot i això, crec que un bon consultor ha de ser capaç de posar sobre la taula del seu client els condicionants que porta implícita l'aplicació d'allò que se li demana i que, en definitiva, determinen enormement el seu èxit: condicionants econòmics, humans, de formació dels equips, de canvi de cultura, d'assessorament personalitzat al/s líder/s del projecte, d'acompanyament a l'organització en la implantació i el desenvolupament del mateix, etc.

    No hi veig cap problema en el tema del contracte, la qüestió és com convèncer de la necessitat del "coaching fred" sense que sembli que es vol fer una ampliació "per cobrar més", no?

    Mònica

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  4. Gracias Mónica por el comentario y más por situarlo en la práctica.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo en que, entre las capacidades de los consultores debería situarse, en un plano importante, la de generar confianza en el cliente y aquí hay quien hace mucho daño…

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