lunes, 19 de enero de 2009

Glengarry Glen Ross

Una de las películas que me impactó en su tiempo fue Glengarry Glen Ross, traducida en este país por “Éxito a cualquier precio”. Los 10 primeros minutos son, para mí, de los más tensos de la historia del cine.

Haciendo un poco de memoria, se trata de una empresa de venta de propiedades inmobiliarias donde conviven dos tipos de vendedores, los tipo “Avon llama a su puerta”, vendedores clásicos representados por un patético y fabuloso Jack Lemmon. Y el vendedor moderno, caliente y avispado interpretado por Al Pacino.

La empresa decide dar una vuelta de tuerca más y despabilar al primer grupo de vendedores mediante una supuesta acción de formación conducida por un Alec Baldwin muy metido en su papel de cortacuellosdeguanteblanco.

El fragmento que traigo aquí es muy duro, se conjugan en él varios factores como el ambiente claustrofóbico y denso (fuera llueve a raudales), el lenguaje escatológico y genital, el tratamiento de las distancias interpersonales, la crudeza en el trato, etc. Todo ello influye de manera determinante en el tremendo impacto que tiene sobre el espectador/a.

Utilicé esta película en mis tiempos jóvenes para ilustrar a Maslow ya que es brutal la patada que Alec Baldwin le da a la base de la pirámide trasladando, en un plis plas, todas las expectativas del grupo de vendedores del reconocimiento a las necesidades más básicas de seguridad.

También lo he utilizado para debatir sobre el contraste y choque de valores en un grupo, para comentar el significado de la orientación a resultados o para ilustrar lo que es llevar una sesión bien preparada, porque vale la pena observar el diseño por parte del formador, no tiene desperdicio (y sin pouerpoin!)

Alguna vez se me ha comentado que esto sólo se da en la ficción…, yo creo que a veces la realidad la supera.



6 comentarios:

  1. La clásica motivación por reforzamiento negativo: no lo haces porque vayas a conseguir algo bueno, sino para evitar algo chungo, en este caso, que te despidan.

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  2. Cierto Alfonso, es interesante ver como aquí se promueve el individualismo casi "antropofágico". De hecho todos estan despedidos menos dos (aquellos que ganen el Cadillac y los cuchillos...) Muy fuerte...

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  3. Terrible película. Así se hacian los talleres de motivación antes. De hecho, trabajando en una empresa, cuyos trabajadores no estaban integrados totalmente, al dueño se le ocurrió la fascinante idea de traer un consultor de este tipo. Lo habían convencido que si hay alguien externo que se odie, el resto se iba a unir contra. La verdad es que es un proceso terrible y no consiguió nada.
    Manel: te envié un cuento por correo
    Alberto

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  4. Para mí sigue siendo motivación y en ciertos casos no importa su naturaleza, pues en los tiempos que corren y luego de pasar tantos años de ensimismamiento y melodramatismo empresarial, me parece buen moemnto de pasar a lo contundente a ver si la gente termina de despertarse... Humm!! me lo estoy imaginando.
    No me acordaba de esta peli, ahora yo también la puedo usar a mi favor como complemento audiovisual, Gracias
    SM

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  5. @ Alberto: En cambio, en esta película el personaje interpretado por Alec baldwuin pasa al olvido y los sujetos se devoran entre ellos... Fatal!!

    @ SM: Me has dado la idea de incluir en alguna sesión la pelicula "despertares" :-D Un abrazo!

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  6. Hola cumClavis, pues si que estaría bien que hablases de la peli "Despertares" en el contexto de la situación actual, a ver si nos damos cuenta del tiempo que llevábamos en estado catatónico... Lo único malo es que al final de la peli, los enfermos volvían a "dormirse" o a su estado anterior... ¿será que también nos depara ese futuro?
    SM

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