lunes, 4 de enero de 2010

La palabra abierta, natural y sincera.

De las tesis del Manifiesto Cluetrain, las que más me impactaron fueron justamente la 3 y la 4, que rezan así:

3.- Las conversaciones entre seres humanos suenan como conversaciones humanas y son llevadas a cabo con una voz humana.
4.-
Si las conversaciones humanas, sus opiniones, sus chistes, sus argumentos, sus perspectivas, son usualmente abiertas y naturales, ¿por qué cambiarlo?

Independientemente de que este manifiesto esté pensado en y para la red, al leerlo no pude evitar caer de nuevo en una reflexión, que circula periódicamente por mi lóbulo temporal deslizándose por sus surcos y circunvoluciones ante circunstancias muy concretas que suelen tener que ver con mi práctica profesional.

No hace mucho, en una agradable tertulia con alguien con quien colaboré ya hace tiempo, conversábamos sobre los planes de comunicación en las organizaciones y coincidimos en que, hoy por hoy y visto como está el paño, la palabra 'comunicación' despierta todo tipo de sensaciones [desde las más buenas hasta las más suspicaces] a partir de cómo y para qué ha sido utilizada [para una inmensa mayoría no existe diferencia entre comunicar e informar…] y, hablando, hablando coincidimos –por aquello de tertuliar agradablemente y pasar la tarde- en que si, en vez de elaborar planes de comunicación, estableciéramos sistemas de conversación en la organización, el tema adquiría otro color, otro brillo, ganaba en potencia y sugería muchas más ideas entre las que se encontraban, también, las asociadas a la palabra 'comunicación'

Por todos es sabido [¿por todos?... ¿sabido?] que, de alguna manera, es como si agrupásemos las palabras, no sólo por similitudes fonológicas o morfológicas [por ejemplo: ‘muérdago’, ‘muerte’ y ‘muermo’ deben estar muy cerca…] sino también por campos semánticos y, por eso, la palabra 'comunicación', por sí misma, no le llega ni a la suela de los zapatos a la ‘conversación’ en cuanto a posibilidad de asociar conceptos y emociones. Y de la misma manera que hay palabras potentes, otras, más raras, aportan poco o pueden exponer a difíciles mecanismos cerebrales rayanos en la epilepsia… Si realmente sabemos eso… ¿por qué no lo utilizamos y seguimos hablando como si nos pasase algo en la boca?

No hace mucho, pongamos entre cinco y diez años, hablar de ‘visión’ era jugársela ante gente que creían estar delante de Zarathustra exponiéndoles un discurso nada, nada serio. De hecho, todavía hoy no tengo claro, cuando defino este concepto, el significado de la cara de gran parte de mi audiencia. Del mismo modo, hubo un tiempo en que costaba hablar de ‘misión’ y había muchísima gente que asociaba este término a todo tipo de significados menos al que se quería dar [cualquier colega de cierta edad ha de recordar a alguna persona que asociaba directamente misión a misionero…]. Todavía hoy, este término aparece de forma extraña, como de lado, en algunos documentos de esos que se dicen estratégicos

Y no digo nada de los rostros torcidos que encuentro aquí y allá ante la ya tan sobada palabra ‘competencia’… Y es que uno no puede dejar de preguntarse, cuando se encuentra sudando ante estas situaciones, porqué no le llamaremos a la misión simplemente ‘razón de ser’, a la visiónideal’[o ‘sueño’] o a la competenciacapacidad’ y es como si, hablando claro y llano, las cosas fueran menos importantes y costasen más baratas y que, a fin de cuentas, lo que realmente importa es hacerlo todo abstruso, esotérico y críptico como si, a más difícil, más cierto, más importante y, sobre todo, más necesaria y justificada la figura de alguien que desvele un significado que ya suele hallarse en la mente de todos.


19 comentarios:

  1. La primera perversión se lleva a cabo, como bien apuntas, en la propia palabra "comunicación". Para muchos es el equivalente a informar, vender, engatusar, maquillar... A partir de este hecho, el resto es una consecuencia más. A mi modesto parecer, comunicamos de manera complicada porque así es más difícil distingir entre medias verdades y medias mentiras.

    Conversar implica un tú y un yo, un nosotros: algo que muchas organizaciones no entienden ni quieren entender. Y siguen "comunicando" de manera unilateral y en respuesta a una necesidad propia, no del interlocutor. Recuerdan a aquellos charlatanes, vendedores de elixires y brebajes, del lejano Oeste.
    Desde luego, es mucho más sugerente la comunicación que propones en el post. ¿Nos sentamos y charlamos?

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  2. Manel, pues eso, totalmente de acuerdo. ¿y si hablamos un poquito del "lenguaje bélico"? Es espantoso. Estamos en guerra, rodeados de enemigos que nos quieren comer, la sobrevivencia depende de lo astutos y listillos que seamos para superar al contrario. Nada de "colaborar", ni de "compartir".
    Y en cuanto a la sofisticación artificial de la semantica empresarial, me apunto a tu llamado a la simplificación, a hablar claro y llano. Voy tomando prolija nota del nuevo diccionario:
    1) "Mision" = ‘razón de ser’
    2) "Vision" = ‘ideal’[o ‘sueño’]
    3) "Competencia" = ‘capacidad’
    ¿Y por que no escribimos nuestro "diccionario del sentido comun" entre todos? ¿Y si invitamos al gremio artesano, y a cualquiera que este inconforme con la jerga imperante, a que participe?
    Buen apunte...

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  3. Me ha gustado el apunte de Anna:
    "¿Nos sentamos y charlamos?" eso es estar dispuesto a comunicarse.

    Las palabras tienen connotaciones "emocionales" no significa lo mismo algo tan sencillo como "perro" para alguien que ha sido mordido por uno, que para alguien que tiene una mascota a la que adora.

    No significa lo mismo "competencia" para mi, que trabajo en el sector público, que para mi amiga que tiene una empresa propia, complejo mundo este de la "comunicación".

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  4. Creo que os he hablado alguna vez de aquel amigo, hijo de profesor de literatura, que se estuvo riendo del gremio de la relación de ayuda por el uso de palabras imposibles e inventadas. En concreto rescato el pseudo-verbo "verbalizar". Suena absurdo, yo lo he escuchado bastante (es posible que lo haya utilizado ;S)

    Bueno. Amalio habla de las guerras y ¿los médicos? Cuando me encuentro con uno que me explica lo que ocurre le suelo entender y me ayuda a prevenir. ¿Queremos prevenir? ¿Interesa?

    Un glosario (ya la he cagado otra vez. ¿glosario?) de palabras artesanas, me parece buena idea.

    La apuesta por espacios para la comunicación... TOUCHE. Nuestra presencia en internet ¿es plan de comunicación?. La respuesta es no. Cubre necesidades que otros podrán canalizar desde planes más o menos estructurados pero esto es diferente. Es conversación.

    Es una idea muy importante de cara a las organizaciones. Uno de mis encargos cuando trabaje en gobierno fue desarrollar una estrategia de comunicación interna ;D En casi dos años no conseguí que funcionará una misera intranet y de las reuniones necesarias para parir de manera participativa tres boletines digitales,... Aprendí mucho.

    Gracias Manel.
    Un abrazo

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  5. Bueno, creo que el problema de la comunicación es que cuando se habla de ella es que no funciona, porque cuando funciona nadie habla de ella, como es natural.
    Entonces, cuando se le pide a alguien "un plan de comunicación", uffff... es que la cosa está ya muy mal :-)

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  6. Yo creo que la palabra que se use para referirse a algo en concreto importa, pero tampoco tanto como nos pensamos. La gente cuando se comunica (o conversa, o dialoga) se entienden entre ellos mediae l que se dice (o lee) pero también por lo que se infiere del contexto, del entorno, de loq ue uno ya sabe, etc.. Así que no deberíamos preocuparnos tanto de las palabras que usamos sinó de cómo estas son entendidas por los demás y en efecto perlocutivo que estas tienen sobre nuestros oyentes.
    Estoy de acuerdo en cambiar las palabras que usamos si eso hará que la gente sea más feliz o al menso, se preocupe menos. En definitiva, el lenguaje lo hemos inventado nosotros ¿para qué inventar algo que nos incordie?

    Un petó.

    Sara :)

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  7. Hola Manel,

    Interesante y sugerente el tema de la comunicación. En todos sus ámbitos: personal, profesional, íntimo o familiar.

    He acudido al gran oráculo de la lengua, la RAE, y a su brazo: el diccionario para ver qué dice de comunicar. Hasta la 3a entrada no da las primeras señales de conversar: Conversar, tratar con alguien de palabra o por escrito.

    Luego si la parte contratante, o sea la RAE, respecto a la que contrata o contratada, o sea el usuario, ya desvaloriza la voz al aparecer la primera reseña de conversar en la 3a entrada quizás, ésta, no es muy acertada.

    El secreto de la comunicación está en la empatía y en la escucha activa -Asier: lo siento, otro vocablo para la jerga :-) -.

    Comunicar no es soltar un rollo ni un discurso. Eso es informar o vender -como bien apunta Anna en su comentario-. Comunicar es química, magia, emoción, empatía, sintonía, habla, conversación, interiorizar qué me está diciendo y para qué y cómo puedo incluirlo en mi mensaje para continuar conversando, debatiendo o, simplemente, hablando.

    ¿Misión / Razón de ser? ¿Visión / Sueño? ¿Competencia / Capacidad?

    Pués no lo sé... simplicidad y sencillez: al pan pan y al vino vino.

    Acabo el comentario con una metáfora. Recuerdo de pequeño oír a menudo: dos no se pelean si uno no quiere. "Dos no comunican y/o conversan si un@ no quiere y, por desgracia, creo que hay más de estos últim@s que de los primer@s".

    Saludos,
    Agustí Brañas

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  8. Desde mi punto de vista, la palabra comunicación despierta efectivamente “todo tipo de sensaciones”. Habiendo sido víctima de mordedura (retomando la metáfora de Juana), me parece que la “comunicación” se ha desgastado por mal uso y en la mayoría de los casos, genera reacciones totalmente opuestas a su vocación inicial. Para muchos, comunicación es sinónimo de Marketing, incluso Propaganda, y por ende genera una absoluta desconfianza y (ya) no puede alcanzar los resultados esperados.

    Un conocido mío, Director de una gran empresa implantada en Canarias, propuso a sus colaboradores la puesta en marcha de “los desayunos con el Director”. Conversaciones reales, así…sin preparación. Simplemente personas intercambiando (abierta, natural y sinceramente) durante el desayuno. Sencillo, ¿verdad? Desde luego, hay que tener…una gran confianza en si…en la organización…en la visión a compartir, finalmente. Pero, correctamente llevada a cabo, ha de ser una experiencia enriquecedora…en este caso lo fue.

    Gracias Manel, por estas nuevas e intensas conversaciones.

    Un beso,
    Maite

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  9. @Anna: A veces pienso que, realmente, no hay ni buenas ni tan buenas intenciones simplemente no hay ninguna. Utilizamos los términos como si, por si mismos, ya fueran el “hecho”. Cierto que también se sospechan utilizaciones alevosas, pero ciertos términos están tan vampirizados que, actualmente, carecen de sustancia y no nos transportan a nada. Sentémonos y charlemos!!

    @Amalio: Gracias colega, me parece una muy buena idea lo del diccionario del sentido común, de hecho, con Miguel hemos hablado de elaborar un “glosario de terminología de gestión inteligible”[seguramente este título es el menos acertado para plasmar el espíritu de un documento de este tipo…]. Esta puede ser una de las muchas propuestas a impulsar en el encuentro de Málaga y en la cual podemos [y conviene] que participen tod@s aquell@s que estén interesados. Este es un tema en el que la diversidad de “ocupaciones” puede ser una ventaja… Seguimos.

    @Juana: Y tan complejo!!! Lo dicho, hemos de escoger la terminología que active el máximo de resortes que faciliten nuestro tránsito por las organizaciones [y por la vida en general] Y más aquellas personas que nos dedicamos a determinadas temáticas y que nos autodenominamos “facilitadores”….

    @gallas: Lo fácil es difícil. De hecho creo que, la mayoría hemos comprobado que, realmente “hacerlo difícil es lo más fácil”. Hemos nacido bajo el signo de una cultura barroca empeñada en convertir lo redondo en cuadrado y lo cuadrado en redondo de tal manera que, si algo se entiende a la primera parece como si realmente no mereciese nuestra más mínima atención. Una cuestión sería ¿hasta qué punto nosotros, consultores en muchos casos, no participamos en transmitir esta cultura? Gracias a ti Asier. Un abrazo.

    @Carme: Qué razón que tienes…la comunicación entre los humanos se supone que es natural, cuando no se da es porque simplemente no se necesita o no se quiere llevar a cabo…

    @Sara: Exacto! Para que inventar algo que nos incordie? Parece un absurdo pero entonces ¿Por qué lo hacemos? Personalmente Sara he llegado al convencimiento [creo que se nota por el tema de los dos últimos posts] de que las palabras que utilizamos son más importantes de lo que creemos para determinar y darle intención a nuestras actuaciones. No tanto por lo que dan a entender a otros, que también, sino por lo que nos sugieren, al pensarlas, a nosotros. De alguna manera, mi manera de calificar el día en el que vivo determina mi manera de percibirlo y mi toma de decisiones sobre cada uno de sus aspectos. ¿No lo ves así tú también? Un petó.

    @Agustí: Gracias por tu aportación respecto a la relación de la conversación con la comunicación realizada por nuestros oráculos. En el post no pretendía tanto utilizarlas como sinónimos como sustituirlas, así, directamente. Tal y como le comentaba a Anna, si el término ‘comunicación’ tuvo alguna vez un sentido, éste se ha perdido totalmente en el cotidiano de nuestra vida profesional. Lamentablemente sólo unos pocos os preocupáis de ir al diccionario para comprobar el significado exacto de un término determinado. La mayoría habla de oídas y lo que se oye…pues que te voy a contar! Lo mejor es lo que sugieres, simplicidad y sencillez. Hay que franquear malos entendidos y…al pan pan y al vino vino.

    @Maite: Y es que, aunque sea metafóricamente, hemos de hablarnos “mirándonos a los ojos” para calcular el impacto de nuestras palabras en el otro o para certificar las intenciones de la palabra del otro en nosotros… Cierto que el director del que hablas tenía las agallas que se han de tener para ejercer sencillamente de director. Es una experiencia que conozco en otras organizaciones [creo que esto de los desayunos estuvo de moda durante un tiempo…] y en muchas de ellas fue realmente una buena práctica.
    Gracias a ti Maite, por pasarte por aquí y por alimentar esta conversación…

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  10. A ver, una idea para ti y para @Amalio, a ver qué os parece: "Diccionario de gestión para no-gestores".
    Por si os pudiese ayudar :-)

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  11. La comunicación en la empresa necesita dos requisitos previos: la transparencia y la honestidad.

    Sin ellos, la comunicación se convierte en manipulación, porque sólo se comunica para conseguir algo que le interesa al que comunica y claro, la gente no es tonta y lo caza al vuelo.

    A mi también me gusta mucho el término conversación, y soy un apasionado de la conversación en la red porque me permite llegar a gente con la que no podría conversar presencialmente, pero es curioso cómo a veces se montan sofisticadas herramientas informáticas, intranetes, y demás inventos para "conversar" con personas que están en la mesa de al lado.

    Por cierto, aquí uno que también montó lo de los "desayunos con el Director General" y funcionó de maravilla :-)

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  12. Creo que todo depende de cómo se miren las cosas. Puedes pensar que las creencias las tenemos, que primero percibimos y que a eso le poneos nombre. No obstante, también puedes pensar que, aquello a lo que denominas te hace tener una concepción del mundo u otra. Por loq ue veo tu te decantas por esta segunda hipótesis. Yo creo que soy más partidaria de la primera, porqué no por cambiar el leguaje (e incluso el idioma) tendríamos que ver las cosas de distinta manera, no? No obstante esta bien ver distintos puntos de vista sobre el tema.

    Sara.

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  13. “El nivel estratégico consiste en la realización de un sistema de información global constituido por la integración de subsistemas heterogéneos distribuidos”. La jerga especializada es eso: el nivel cero del lenguaje donde las palabras no significan absolutamente nada.

    (frase extraída del libro “Extension du domaine de la lutte” de Michel Houellebecq. La traducción es mía, lo siento, pero no creo que sea muy diferente de la oficial).

    Cuando escucho frases como esta, siempre sospecho que quien las dice no tiene nada que decir… y lo sabe… y en vez de reconocerlo, disimula y se pone gallito. Normalmente me callo… y me voy con el pensamiento a otra parte, como casi todos (¿no os habéis dado cuenta de la repentina pasión por el dibujo artístico que sufren los asistentes a una de las muchas no-reuniones que se organizan en las empresas?... ¡pues eso!).

    Me gusta tu post y lamento añadirle acidez, pero lo hago con cariño, no te me enfades… es que me da una rabia… ☺

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  14. @Carme: Sí, tienes razón, el título ha de ir en este sentido y ser tan próximo y directo como su contenido. En cuanto a su abasto creo que habría de incluir también a los gestores ya que serlo no garantiza agilidad de maniobra en esto de la terminología del management…¿no te parece? Gracias por la aportación Carme! Un abrazo.

    @Hontza: Totalmente de acuerdo, transparencia y honestidad son básicas para estimular las ganas de escuchar y despejar aquellas dudas que lleven a interpretar y llenar de impurezas el mensaje. También coincido contigo en que la gente no es tonta y en que los canales que pueden llegar a utilizarse pueden llegar a ser rocambolescos [por no decir ridículos]. Humm ¿no serás tú el Director General del que habla @Maite, verdad? Un saludo colega y muchas gracias por comentar en este blog.

    @Sara: La verdad es que, por lo que respecta al tema del post, me importa poco qué fue primero, si el huevo o la gallina. Y la verdad es que siempre me ha costado pronunciarme ante cualquiera de las posiciones antagónicas que están planteadas y que tú expones diáfanamente. Como bien apuntas, el tema es complejo y suele llevar a “decantamientos”. Sea como fuere, si primero pensamos y luego denominamos, o tal como denominamos pensamos [sinceramente creo que, en el cerebro, se dan las dos opciones…], lo que parece probable es que, al final, clasificamos estas percepciones-denominaciones (semas), y las vinculamos entre sí de tal manera que, estimulando una se excitan las más cercanas. Esto al menos es lo que parece suceder cuando se analiza cierta sintomatología afásica como pueden serlo los circunloquios. Tienes razón que el mismo concepto, desde distintas lenguas, debería remitir al mismo significado [en el post añado al concepto ‘significado’ todos aquellos componentes emocionales asociados]…pero no sabría que decirte si me paro a pensar si realmente sucede así…Me vienen a la cabeza reflexiones sobre el impacto de la propia lengua materna o de lenguas propias en contraposición a las lenguas que no lo son o el comentario, en este post, de @Juana. Por ejemplo, palabras como ‘compasión’ no remiten al mismo concepto en un budista o en un cristiano, sólo por esto creo que vale la pena, en la práctica, escogerlas. Veo que estas metida a fondo en el tema del pensamiento y el lenguaje. Un petó.

    @Francesca: Apunto cuidadosamente la frase que nos pones como ejemplo para utilizarla como arma arrojadiza especial ante alguna situación en la que deba de echar mano de arsenal tóxico. Muy buena… Coincido contigo en aquello de que “si por más que lo intentas, no entiendes lo que te dicen es que, probablemente, no tenga ningún sentido lo que te están diciendo” y que, de este tipo de estímulos, depende el desarrollo de las capacidades artísticas de muchos de nosotros. No me enfado, coincido contigo, da mucha rabia…:-)

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  15. @cumClavis Pues no creo que @Maite se refiera a mi porque cuando monté los desayunos, yo era Director General en una empresa en Euskadi, no en Canarias (ya me hubiera gustado :-)

    Por si os interesa este tema, os aporto un poco más de información de cómo lo hacíamos: eran grupos de entre 10 y 12 personas, de areas de trabajo similares para que tuvieran confianza entre ellos, y duraban unas dos horas. el desayuno lo hacíamos fuera de las oficinas, en un hotel, para que no hubiera interrupciones de teléfono, etc, y se podía hablar de absolutamente cualquier cosa. Normalmente me acompañaban un par de directores de area.

    La conclusión fue que era increíble las cosas que a la gente le preocupaban y que desde la dirección no teníamos ni la más remota idea, y gracias a este contacto directo salían con naturalidad.

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  16. Sugerente entrada y debate!.
    Supongo que és difícil abandonar la complejidad, nos protege, nos construye una máscara con la que disfrazar quien somos.
    Por eso, cuando tenemos el coraje de "comunicarnos" con los demás con sencillez, claridad y transparencia, nos entendemos mucho mejor, independientemente de las palabras que usemos.
    Seguimos conversando :)

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  17. @Hontza: Escenarios “normales” generan contactos “normales”. Me imagino que, de la misma manera, tu podías trasladar preocupaciones o iniciativas a estos grupos de personas en un clima “beta”, más natural, más creíble y, en suma, más humano. Gracias por compartir la estructura y tu valoración de estos escenarios. Un abrazo.

    @Odilas: Sí, la comunicación como una pantalla que nos refracta o que refleja la estupidez del otro es uno de los resultados a los que hemos llegado construyendo este sistema que hace aguas por todos lados. Afortunadamente algún@s apostáis y trabajáis para crear escenarios para personas con ganas de construir conversando y compartiendo. Ánimos y un aplauso por todo vuestro esfuerzo.

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  18. puesto que la comunicación hace referencia al proceso que se establece en cualquier interacción human, El 2.0. propone un avance trascendente en esa “interacción” ya que sólo disponemos del lenguaje escrito, lo que quiere decir que la especie está aprendiendo un nuevo modo de interactuar sin los datos de la presencialidad. A través de la palabra escrita, debemos hacer todo lo que dice Agustí: empatizar, escuchar, emocionar,… ¿difícil? A mí, me lo parece, a mis hijos, ya no. Me ha encantado lo del "lenguaje barroco" al que hacéis referencia pero creo que surge de la necesidad del EGO de darse importancia. Y ¡claro! es tan presumido, que eso no tiene límites. Me apunto a intentar proponer un lenguaje "hablado" más claro y sencillo en este mundo de la consultoría, pero ¿Podrán los egos de los/as consultores soportarlo? Me alegra escucharos y entrar en este foro que me ha resultado tan complicado como entrar en una sardana que ya se está bailando.
    sílvia

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  19. @Silviabm, Pues nada Silvia, coge el ritmo y métete dentro de la “rotllana” ya te tiendo mi mano para que apoyes la tuya y así de paso ya la ensanchamos, ya sabes que a una sardana se incluye cualquier persona que quiera bailarla y de larga lo es un rato, es decir, que no te preocupes de ya haya empezado.

    Personalmente creo que el EGO provoca problemas cuando se encuentra en construcción y requiere, para poder existir, de eliminar/anular los otros posibles EGOS. Los utiliza como espejos donde poder reflejarse y reconocerse…Lo penoso es que hay personas que invierten toda una vida en este estado. Pero ya te digo que esta es mi opinión… La comunicación requiere de un YO y un TU con lo cual, ese yo ha de ser firme y querer relacionarse/complementarse con el TU del otro. Esto, parece ser que no siempre es así y nos encontramos a menudo a gente que se habla a sí misma (como quien se mira al espejo) sin prestar la mínima atención ni dedicación al público a quien, supuestamente, se dirige…una pena…así nos va…

    Como bien dices, el 2.0 propone un avance aunque creo, seguramente como tú, que se replican los mismos factores que en cualquier otro escenario.

    Hablas de lenguaje escrito pero fíjate que también echamos manos de aspectos audiovisuales en este entorno (videoconferencias, videos, etc). De acuerdo, no con la misma intensidad…

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