sábado, 5 de marzo de 2011

Algunas razones para que un consultor haga [además] formación

Uno de mis grandes recursos es poder combinar el oficio de consultor con el de formador, combinación tantas veces denostada como si una, casi siempre la formación, relativizara a la otra cuando se lleva a cabo de manera aislada [me refiero a cuando no se integra en una acción de consultoría] y pusiera en entredicho la pureza metodológica y seriedad del consultor.

Por extensión, han quedado demonizadas herramientas como el pouerpoin, lo cual me recuerda vagamente la ridícula costumbre que en entornos militares tenían de “arrestar” al cañón que se había disparado por error o al botijo al que se le había encontrado una colilla. Como si a la herramienta se le pudieran exigir responsabilidades de su utilización.

Como ya decía, en mi caso considero de suma utilidad poder alternar la actividad de consultoría con la de formador, por varias razones entre las que se encuentran, en una relación de menos a más calado, las siguientes:

Los parámetros de la intervención: Una cosa queda clara y son las pocas dudas que generan en participantes, organizadores y formadores todo aquello que se refiere a cuando empieza y cuando termina una acción de formación. En mi ejercicio profesional, salpicar las actuaciones de consultoría con alguna que otra acción de formación, es como mínimo refrescante ya que me permite disfrutar de la sensación de liberación que supone satisfacer las necesidades y expectativas de mis clientes de manera inequívoca y, además, normalmente en un corto espacio de tiempo.

Conocer y darme a conocer: Si has elegido una vía propia y no te encuentras entre las filas mercenarias de una marca de prestigio, las acciones de formación son un buen escenario para conocer, darse a conocer y despertar la posibilidad de la colaboración en otros proyectos. En una acción de formación tienes la oportunidad de desplegar, como si de un conjuro se tratara, palabras, gestos, metodologías e instrumentos ante un grupo relativamente grande de personas y, en consecuencia, de estimular aquella dosis de confianza necesaria para apostar por otros tipos de colaboración. Aunque reconozco que la confianza necesaria para el tipo de consultoría que llevo a cabo se suele generar a partir del tipo de contacto y resultados de las acciones que realizo como consultor, las acciones de formación han generado, en muchos casos, charlas u otras acciones de formación.

Desarrollarme como “ser público”: A lo largo de los veinticuatro años que vengo ejerciendo la formación en proporciones diferentes pero siempre como parte importante de mi actividad profesional, he aprendido muchísimo de mi mismo, de cómo mostrarme, de cómo ocultarme, de cómo dirigirme, interaccionar, influir, dudar públicamente, reír, bromear, dinamizar. De alguna manera, ahora que escribo esto, me doy cuenta de que mi desarrollo como individuo y mi singularidad [por no decir individualidad] se la debo, en gran parte, a estas horas y horas de exponerme públicamente en acciones de formación, un buen ejercicio, donde los haya, para saborear la soledad en compañía.

Generar casuística: Como me parece observar en algunos de mis colegas, la conversación es el alma de nuestro devenir profesional y, en algunos casos, como el mío, también en el personal. Desde que tengo uso de razón, en esto de la consultoría, no recuerdo momento en el que haya podido prescindir de contrastar con otros ideas o experiencias propias o ajenas. De hecho, a estas alturas de mi vida profesional, no conozco mejor metodología de desarrollo que el intercambio con colegas, la conversación con las personas con las que colaboro o las aportaciones de los participantes en mis acciones de formación. Lejos del monólogo soporífero, erudito e hipnótico, prefiero estar de pié moviéndome a la misma altura que los participantes y generar una conversación ordenada en torno a un tema determinado y así dar pié a desarrollar aquellas ideas que vayan surgiendo, presentar otros tipos de materiales que puedan hacerse oportunos y condensar en un mismo espacio la diversidad de opiniones, ideas, preguntas o experiencias de los que estamos ahí. Es un poco más arriesgado que la práctica tradicional, pero mucho más útil.

Organizador de conocimiento: La formación, como este blog, tiene para mí una importancia capital para convertir lo tácito en explícito y para organizar mi conocimiento en torno a una sintaxis que me permite darla a conocer y someterla a la consideración tanto de otros como de mi mismo. Este es uno de los aspectos más importantes y satisfactorios para sobrellevar mi vida como consultor: de qué manera el sinfín de variables de todo tipo y la complejidad de las relaciones con las personas se acoplan en unidades de conocimiento que me permitan interpretar[me?] aquello con lo que me encuentro. Poco hay de teorías o ideas de otros en los contenidos que suelo impartir, que no estén fundidas con mi propia experiencia personal o cuestionadas a partir de mis propios resultados. Este es uno de los principales activos con los que cuento para reubicar en un futuro, ya no tan lejano, mi actividad profesional.


22 comentarios:

  1. Si no te importa quiero añadir algo.
    Cuando uno empieza a cumplir años y más años, no se tú, pero yo tengo la sensación de que la Vida me ha dado tanto, que merece la pena compartirlo, porque compartirlo es agradecerlo, y enseñar es algo así, formar a los otros para ser formado a tu vez .... como esto del 2.0 ....

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  2. Genial post y mejor reflexión.

    Con cada entrada en este blog, parece como que te vas destilando, reflejando quién eres y lo que piensas, vives, reflexionas.

    Felicidades otra vez por este logro... me faltan las palabras.
    Bueno, tú ya lo sabes...

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  3. ¡Qué buen post, Manel! Me gusta, especialmente, la última: organizador de conocimiento. Qué gran verdad es que esas albóndigas de conocimiento (es que lo de píldoras queda como muy medicamentoso...) deben ser debidamente adobadas y redondeadas para ser compartidas. Así aprendemos también refinar teoría y práxis y maneras de hacer. Después, la salsa con el punto personal hace el resto.

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  4. Manel. Vuelvo a tu casa y todo esta en su sitio. Y me encanta. Gracias.

    He recordado leyendo el post el encuentro de Girona y las ironias de Miquel desembrando la noformación.

    Organizar conocimiento... Stephen Covey en una conferencia hace unos meses (que en general, la verdad, me defraudo) paraba cada poco para pedirnos que contáramos a las personas cercanas lo que habíamos entendido. Venía a reforzar la idea de "aprender enseñando" Sistematizar la experiencia contrastandola con la formación es mi fuente principal de saber.

    Cuando acompaño algún plan de formación en una organización dentro de las lineas a reforzar planteo la de % de personas ejerciendo de profesores en formación continua interna y externa.

    Y además... a mi me ocurre que no se desde dónde comenzar a explicar, a contar,... Como que siempre tengo que compartir lo ultimo, me exijo a tope, me estreso,... cuando a veces las personas con las que trabajo no han hecho ese recorrido y hubieran aprendido compartiendo yo algo más "viejo" o conocido. Tiene impacto, esta autoexplotación a veces absurda en, creo, todos los aspectos que planteas en tu post... y me ayuda a repensarme.

    Por cierto, aquí también disfruto mucho currando en pareja. Uno entra y el otro esta atento en retaguardia y así relevandonos y completandonos...

    Bueno. este jueves tengo sesión de estas en la que me exijo mucho... ya os contaré.

    Abrazo

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  5. @Juana, Estoy seguro que hay muchas más razones y por eso, no solo no me importa sino que agradezco tu comentario. Yo también soy de compartir aquello que tengo. En el caso de la formación me sucede que, últimamente, a raíz de la “consultoría artesana”, oigo mucho hablar de “aprendices” y veo a profesionales que se creen [para mí un tanto presuntuosamente] a sí mismo “maestros” cuando realmente pienso que suele ser realmente el aprendiz quien hace al maestro y que enseñar algo no significa que nadie aprenda nada sino que para ello ha de haber una voluntad de querer hacerlo. A mí los años me dan por contar batallitas [algo menos elevado que lo tuyo ;-)] y esto es lo que me he de esforzar en contener para invertir esfuerzos en intentar ganarme el interés de que alguien quiera oírlas. Un abrazo señora!

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  6. @Mònica, También me doy cuenta de que, a medida que pasa el tiempo, este blog va quedando más en carne viva, como si las palabras acabaran en él y no tuviera en cuenta que traspasan. A mí me gusta más así, espero que también sirva de algo… Gracias Mònica por tu comentario, me gusta verte por aquí.

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  7. @Anna, a diferencia de otros tiempos donde recitaba la doctrina a veces de manera bastante ausente…lo que me gusta desde hace unos años es preguntar-me a mí mismo que pienso sobre el tema en cuestión y ordenar melódicamente las ideas. De este modo filtro la doctrina y la someto a mi criterio que ya es una amalgama de casos, lecturas, conversaciones y vivencia nada despreciable, en todo caso mi valor y lo que ofrezco. Gracias por comentar Anna.

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  8. @gallas. Estuvo bien lo de Girona…;-) aunque nos centráramos más en la utilidad de la formación para el participante que para el consultor, de ahí las ironías y ataques contundentes de todos contra ciertos modelos egocéntricos, ciegos, “auto-oscultantes” que suelen caracterizar el modelo imperante de formación y que quisimos negar con un [no] rotundo.
    El componente de organizador del conocimiento del consultor es el de más calado pero también pienso que de ahí a exportarlo creo que hay otro recorrido que debiera hacerse con suma precaución. ..asusta un poco la cantidad de guruses y gurusas que hay últimamente vistiendo lo que saben que, sospechosamente, parece no ser mucho… Habrá que escribir un post sobre ello…o no [me saca un poco de quicio recordar a ciertos personajes…]
    Seguro que te va bien el jueves, como comunicador me pareciste muy cercano… un abrazo Asier

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  9. Hola Manel. Leí el post ayer por la noche y sentí la necesidad de dejarlo reposar antes de volver a leer. Me ocurrió una cosa curiosa, dejaba de leerte a ti para preguntarme a mí, y no por egocentrismo.

    Yo la formación la incorporé más tarde, y en forma de talleres muy interactivos, que supongo que van con mi forma de ser. Y en el proceso de preparar materiales e impartirlos me va ocurriendo lo que tú expresas.

    “tienes la oportunidad de desplegar, como si de un conjuro se tratara, palabras, gestos, metodologías e instrumentos”

    “saborear la soledad en compañía”

    No había pensado en lo que dices de la “sensación de liberación” que supone la delimitación temporal. La consultoría puede ser agotadora.

    Sé que lo tendré que leer más veces. Es como si presintiera que incluye una clave de algo que ando buscando y aún se me escapa. Una vez más, gracias :)

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  10. Perdón por repetir comentario.

    No es que se me escapara una clave, es que tengo la impresión de que los dos primeros párrafos deben pasar a un reflexión independiente. Sobre todo porque no comprendo el conflicto consultoría-formación y no me encaja con la espléndida reflexión que empieza a partir del tercer párrafo.

    De hecho, creo que el hecho de ser consultor es lo que permite esa visión de la formación como un proceso dinámico. Una formación viva y vivida, que no suele ser habitual.

    Con esta división, lo primero me suena a corporativismo y conflictos de ego que se aferran al pasado (bueno, presente obsoleto).

    Igual son imaginaciones mías, pero con esto ya puedo disfrutar de la reflexión.

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  11. Manel en lo que yo conozco eres buen formador, eres bueno,transmites conocimiento.Tengo tres masters y ya el DEA...Me has enseñado y en tus post y en tus acciones formativas yo te percibo claro, verdadero, autentico... si quieres...a mi en los ultimo años me aburre esa labor, en mi marco, la he dejado de momento creo que cuando acabe tesis , escribiré.
    Es tu reflexión y estoy de acuerdo con Isabel..creo...le voy a releer unas veces.Gracias por ponerla a mi alcance.

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  12. guao amigo, de antologìa. Me gustaria tener al menos, una parte de tan fina pluma. Cda vez me asombro mas, en lo conectados en que estamos los consultores artesanos. Yo tambièn he escrito de la explicito y tàcito.

    Me gustaria me leyeras tambien. Estoy, como casi siempre, de acuerdo contigo en todo lo que escribes. Eres como parte de mi pensamiento tacito que se vuelven palabras, solo que tu lo haces mejor y generalmente, antes que yo.
    Un abrazo,
    Alberto

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  13. @Isabel, El conflicto sobre formación consultoría es un tema raro que mezcla aspectos como la utilidad de la formación [tradicional], su uso como substituto de otras acciones, el formador que por hacer formación se llama consultor, o la formación más centrada en enseñar que en que alguien aprenda. Este conflicto ha aparecido algunas veces en la red y yo he participado más o menos convencido en él. Es el verdadero disparador del post y el eje en torno al cual he ido tejiendo el resto de ideas a modo de contrapunto. Tienes razón, con esa forma tan elegante de decirlo, que se puede prescindir de este principio y continuar con el resto. Pero, de alguna manera me pareció importante identificar, con la primera parte, mi desacuerdo con la radicalidad de alguna de esas posiciones. Ahora, ya no me parece tan importante…

    Muchísima gracias Isabel por tu comentario, un abrazo.

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  14. @lgtomas, Gracias a ti, por pasarte por aquí, por tu comentario y por la valoración. Un abrazo.

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  15. @Facility manager, Me consta que has escrito sobre lo explicito y lo tácito Alberto ya que, soy un lector asiduo de tu blog aunque las temáticas que desarrolles se encuentren a veces fuera del alcance de mi opinión. Yo es que me dedico, quizás demasiado, a mi huerto e ignoro lo que puede crecer en el resto de la campiña;-)

    Un fuerte abrazo, amigo y gracias por pasarte por aquí

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  16. Estupenda esta entrada, una buenísima reflexión.

    En mi empresa soy también formador interno y reconozco que me es muy útil personalmente, porque aprendo más de lo que enseño o al menos recibo tanto como doy.

    Un abrazo,
    Ug

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  17. @Eugenio, Coincido contigo en que ahí radica uno de los principales atractivos de este tipo de actividad, en el hecho de que uno puede "aprender tambien de lo que sabe".
    Gracias Ug por la valoración, un abrazo

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  18. Manel: tus entradas son cada vez mas claramente expresión de lo que eres, tal cual. Un gusto leerte. Como bien sabes, durante muchos años he sido uno de los que radicalmente menospreciaban la labor de los formadores. Tu post me sirve para darle una vuelta mas a mi proceso de aceptación del rol de profesor. Aunque quizás profesor no sea lo mismo que formador. Desde luego que con estos posts me metes "hormigas en el cerebro", como decimos en Suecia. Abrazo

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  19. @eugeniomolini, Nada tengo contra los profesores de verdad sino contra aquell@s que se auto atribuyen este calificativo sin serlo. No creo que sea este tu caso, estoy totalmente convencido de tu maestría y reflexión profunda sobre el ejercicio de tu profesión así como de la gran oportunidad que supone que lo transmitas.
    Muchas gracias por el comentario y un fuerte abrazo,

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  20. Es verdad Ser consultor requiere de mucha responsabiliadad al momento de formar a un grupo de personas p`rofesionales o no que tienen ciertas metas para sus vidas, ya que es un paso importante en la vida de ese profesional que siempre querra lo mejor para su carrera laboral.

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  21. Coincido con lo que comentas. Trabajar con personas en sus procesos de toma de decisiones comporta una responsabilidad extra sobre el impacto de sus decisiones.

    Falta algo así como un código deontológico, verdad?

    Gracias por pasarte y comentar! :-)

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  22. Asi es, se requiere de mucha responsabilidad...saludos

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