jueves, 28 de febrero de 2013

El poliedro de la consultoría artesana

En un momento donde la palabra consultoría se ha extendido a tal número y diversidad de prácticas profesionales hasta el punto de estar vacía de significado, se corre el peligro de buscar la ortodoxia en el ejercicio de esta profesión, las más de las veces para diferenciar lo que sería una buena práctica de otra que no lo es tanto.

Si además buscamos esta uniformidad en aquella consultoría a la que llamamos artesana, el riesgo a equivocarnos es todavía mayor ya que la artesanía requiere de singularidad en su práctica debido, por un lado, a la excepcionalidad que en mayor o menor grado caracteriza a cada situación en un momento dado y, por otro, al giro característico e inconfundible que imprime el artesano a su obra por su manera de trabajar con los materiales de que dispone. Sea como sea, uno sabe que se halla delante de un producto artesano por la presencia y combinatoria de estos dos aspectos.

A lo largo del contacto que en estos últimos cinco años he ido manteniendo con otros colegas en el marco de #REDCA, he llegado a la conclusión de que La Consultoría Artesana es como un enorme poliedro en el que cada profesional ilumina una de sus caras, dándose la geométrica situación de que el grado de cercanía entre unos y otros respecto a su práctica profesional [ámbito, método, capacidades, experiencias] va desde compartir sus lados con otras caras hasta hallarse en las antípodas del enfoque o del ámbito de actuación que ofrecen otros artesanos. Pero que esta diversidad converge en unas señas de identidad, prácticas y valores comunes que no son otra cosa que el eje central en el que nos reconocemos en ese enorme poliedro y desde el que se dialoga, se comparte y uno se siente pertenecer.

Es por esto que el gran valor que aporta la Red de Consultoría Artesana reside en el proceso dialógico que genera. Un proceso que, a diferencia del dialéctico, no persigue enfrentar a los contrarios para obtener un producto nuevo sino que busca reconocer al otro en su singularidad y verse a uno mismo como una manera de complementarla. Ahí se halla la verdadera naturaleza del poliedro y la fuente de su contribución al conjunto de los cuerpos geométricos.

Y es esto justamente lo que estuvimos debatiendo hace poco en Madrid, de qué forma puede contribuir #REDCA a dar una respuesta a necesidades concretas de nuestro tejido social, económico y organizativo desde la diversa singularidad de los artesanos que hemos decidido emprender este viaje. Encontramos una manera de hacerlo a la que iremos dándole forma a lo largo de los primeros meses de este año y que ya comentaremos en nuestros respectivos espacios a medida que vaya definiéndose.

De momento tan sólo me queda expresar mi agradecimiento a Asier Gallastegi, María Jesús Salido, Julen Iturbe, José Miguel Bolívar, Amalio Rey, Antonio José Masiá, Juanjo Brizuela y Juan Sobejano, por el buen rato que pasé “dialogicando” y compartir este vídeo que da fe de ello y del buen hacer de Asier:



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Fotografía e ilustración de [cumClavis]


14 comentarios:

  1. Pues va a ser que una de las imágenes de #redca5 es ese famoso poliedro. Por enredarlo un poco más, me temo que además el poliedro no se está quieto sino que gira a veces sobre sí mismo y a veces sujeto a las fuerzas de su entorno. Con lo que el viaje tiene si cabe aún más interés porque obliga a cambiar nuestras gafas de vez en cuando y reconocer que no siempre tenemos la misma perspectiva por cuanto cambiamos y nos cambian.
    Ahí andamos. Que tengas buen día.

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    1. Muy buena Julen la idea del poliedro en rotación siendo iluminado y lanzando destellos distintos a causa de ello. No he podido evitar verlo ahora como un asteroide dirigiéndose hacia algún lado. Espero que el impacto levante una gran nube de polvo y provoque una transformación. Muchas gracias por compartir tu conocimiento y tu tiempo Julen, un abrazo!

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  2. “La piedra aparece en la vida del escultor cuando el escultor ya no tiene miedo. No es posible trabajarla con miedo. La piedra te pone en evidencia continuamente, hay que atravesarla, no puede ser de otra manera; hay que enfrentarse a ella sin miedo, y hay que entrar dentro de la piedra. No vale acariciarla por fuera”.

    Son palabras de un escultor. No pude evitar, al leerlas, pensar en tí, en vosotros, en vuestra forma de hacer y ser.

    Las caras de ese poliedro lanzan unos reflejos que me tienen fascinada.
    ¿Qué material es ese que utilizáis para construirlo, que os permite observar con tanta nitidez y nos deja, a la vez, al resto, contemplar cada valioso trazo de las lineas que se van dibujando dentro?

    Fantástico.

    Eutsi, Manel!

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    1. Creo que el material utilizado hasta ahora ha sido el diálogo Marta, un diálogo que ahora, con el tiempo, me parece como que se va orientando a la colaboración. Por mi parte confieso que a lo largo de cinco años he sufrido una transformación al respecto y me veo, en un principio buscando la manera de hacer converger esas diferentes caras hacia una sola que fuera la realmente “artesana”. He necesitado mi tiempo para reconocer que diferentes enfoques describen igual de bien una misma realidad y que el conjunto ayuda a verla más nítida, quizás más compleja pero mucho más completa.
      Me ha gustado la cita del escultor. Es cierto, no es posible trabajar la piedra con miedo y no vale con acariciarla por fuera. Muchas gracias, Marta. Un beso.

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  3. "Dar una respuesta a necesidades concretas de nuestro tejido social, económico y organizativo desde la diversa singularidad de los artesanos". Difícil expresar mejor el objetivo que acordamos como resultado principal de estos dos días "dialógicos" y "poliédricos". Fabulosa metáfora, que permanecerá ahí como referencia.
    Un placer compartir taller nuevamente contigo, Manel. Aprender de ti es algo inevitable ;-)
    Un fuerte abrazo, maestro.

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    1. Sí, ahí está el valor de lo que estamos construyendo, en esta “diversidad de singularidades”. Creo que es inevitable que aprendamos todos de todos. También ha sido un placer, José Miguel. Muchas gracias por acogernos en tu ciudad y por compartir esos dos días! Un abrazo.

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  4. Gracias, Manel, por tu reflexión, siempre interesante.
    Creo que en #redca jugamos constantemente a la paradoja, y nos movemos en un equilibrio inestable que hace el barrio muy estimulante. Nos hemos acostumbrado, felizmente, a que cada reunión nos depare una nueva sorpresa, y se hace prácticamente imposible predecir sus resultados. Eso es así porque nuestra dinámica depende 100% de las personas. Es un engranaje variable, no programado, que está vivo.
    Aún así, pienso que nuestra paradoja consiste en hacer compatibles lo uniforme con la singularidad. Si no hubiera algo común entre nosotros, un núcleo robusto y estable que diferencie nuestras prácticas y que se defienda de algún modo por el grupo, no tendría sentido que exista #redca. Hay un conjunto de principios y valores que son (relativamente) constantes, y que contribuyen a esa sana “uniformidad”. Ellos conforman la esencia del barrio, el centro del poliedro que tú dibujas con acierto.
    Mientras que el centro es estable, los perímetros están vivos y se van ajustando a las contribuciones de sus partes. Dada esa esencia común, no veo que se produzcan diferencias de enfoque tan profundas hasta el punto de, como dices, se sitúen en las antípodas entre artesanos. Si eso ocurriera, entonces la identidad del barrio estaría flaqueando. Las caras del poliedro cambian pero gravitan siempre hacia un centro común y estable que marca la identidad.
    Veo en el centro a la Declaración Artesana, que mantiene toda su vigencia, y que volvería a firmar de principio a fin. Es una guía que conviene leer a menudo, para no desnortarnos… porque distracciones hay muchas para que eso ocurra.
    Igual soy del “sector ortodoxo” de #redca, pero de este poliedro me gustan tanto la diversidad de las caras como la uniformidad del núcleo. Ambas dimensiones son igual de importantes para mí.
    Un placer por el tiempo compartido, y nuestra cálida charla de ferrocarril.
    Un abrazo, maestro.

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    1. Cierto, Amalio, coincidimos en la reflexión y es la que he querido también expresar en el post. Quizás lo de “antípodas” suene mal por la asociación de la palabra con algo “absolutamente ajeno y/o extraño” a la que nos tienen acostumbrados este sistema de “unitarios” y “uniformes” que siempre ha visto la alteridad más como una amenaza que como una oportunidad. Pero en el sentido en que la he utilizado yo refleja la realidad de cualquier poliedro [siempre hay alguna cara al otro lado] y es el extremo dialógico que podemos encontrar [y hemos de defender] incluso en el seno de esta comunidad artesana ya sea por el ámbito en el que se trabaje o en el enfoque metodológico [más o menos intervencionista] que se utiliza. En todo caso, estas “antípodas” forman parte de este poliedro y contribuyen de manera determinante a la diversidad de conocimiento y al enriquecimiento de la comunidad, tal y como apunta María Jesús en su post.
      También coincido contigo en el papel que juegan los principios expuesto en la Declaración Artesana para que, hallándose donde se halle cada uno en ese poliedro se sienta perteneciente a una misma comunidad. Supongo que es por eso que en nuestras reuniones se respira este ambiente familiar a pesar de la diversidad.
      También suscribirá ahora mismo esta Declaración aunque personalmente añadiría algún detalle más que creo que es importante desde el punto de vista de la artesanía, algo así como que el consultor artesano incorpora en su manera de hacer la “investigación” sobre las metodologías que utiliza y los materiales con los que trabaja, y esta investigación conlleva la “transformación del método” para su encaje artesano con la realidad a la que se aplica. Esta suele ser la verdadera “marca” del artesano. Es por esto que las técnicas estándar y su distribución directa por parte del profesional no suele ser la vocación del artesano el cual las “filtra” para ajustarlas a la necesidad del cliente, a la situación que trata y a la belleza metodológica que supone “construir una puerta que se ajuste a la singularidad de cada quicio”. Creo que eso es importante y también se halla en ese núcleo robusto del poliedro.

      Muchas gracias Amalio por compartir y poner tu tiempo junto al mío y al de tod@s. Un abrazo fuerte!

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  5. Ese poliedro, la que ha liado Manel, jajajaa… pero todo el mundo se encuentra cómodo y le ve sentido. Fue fantástica la alegoría y llena de sentido.
    Me quedo además con esas dos ideas que creo definen muy bien la actitud hacia la búsqueda de soluciones conjuntas: singularidad de la propuesta y trabajar con los materiales existentes. Creo que define y marca un camino ideal para seguir con nuestro trabajo y pasión.
    Gracias por el debate y las charlas, que casi nos pierde, y espero formar parte de ese proceso dialógico del que hablas, es decir, ser una parte complementaria en el saber-hacer de la profesión.
    Abrazotes

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    1. Me alegro de que la metáfora haya calado. Suelo utilizarlas a menudo, para mí son materiales con un alto componente visual y que puede ser utilizadas como el punto de apoyo [perspectiva] para reflexionar sobre temas complejos.
      Yo también estoy encantado de haberte conocido y de verte trabajar Juanjo y espero que este sea, tan sólo, el principio de nuestra relación [estoy seguro]. Tus aportaciones fueron muy ricas y el trabajo de síntesis y reorientación de las ideas que hicisteis tú y Asier creo que fueron determinantes para rectificar rumbos y gobernar la deriva de la nave. Un gran placer, Juanjo, Un abrazo y seguimos!

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  6. " ... nos reconocemos en ese enorme poliedro y desde el que se dialoga, se comparte y uno se siente pertenecer."

    "... el poliedro no se está quieto sino que gira a veces sobre sí mismo ... "

    Sois mi referencia ... artesanal y poliédrica ¡un placer seguios a todos!

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    1. Gracias Juana! placer el nuestro de tenerte aquí y poder disfrutar de tu energía. Un abrazo!

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  7. La analogía del poliedro es magnífica, Manel... y se podría completar si la contemplamos como un cristal poliédrico, que cristaliza en diferentes formas según sean las condiciones del entorno.

    Creo que esa es una de las claves de la consultoría artesana EN RED: cada proyecto, cada "cliente" con sus circunstancias, su visión del mundo y sus necesidades y deseos, requiere que la red cristalice en una forma poliédrica diferente, aunque los elementos que constituyan cada cristal sean siempre los mismos.

    Claro que como toda analogía, tiene su punto de diferencia con la versión original: la realidad poliédrica de #redca no tiene probablemente un núcleo tangible... sino intangible, aunque no por eso tiene que ser menos sólido.

    Suerte a todos en el camino, que os invito a convertir en reto para que lo disfrutemos. ;-)

    Un abrazo.

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    1. Excelente la contribución con la que completas la analogía Jesús, ahora se acerca muchísimo más a lo que pretende expresar. Y yo que, desde que te leo [y te conozco] siempre te he visto en una de esas caras…

      Un abrazo!

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