domingo, 12 de mayo de 2013

Percepciones

Este cuadro lleva por título “The Singing Butler”. Se trata de una pintura al óleo realizada por el polémico pintor escocés, Jack Vettriano en 1992.

En la imagen, una pareja baila sobre la arena mojada de una playa del Este de Escocia. El horizonte, el cielo gris, y el viento sugieren que se aproxima una tormenta.

Al encanto del baile, de lo que parecen unos aristócratas, se añade cierta tensión debido, en gran parte, a la resignada presencia de una doncella y de un mayordomo que sostienen sendos paraguas para proteger a la glamurosa pareja del clima amenazador que se cierne sobre la escena. El título del cuadro sugiere que posiblemente el mayordomo esté cantando para que la dama y el caballero puedan bailar.

La elegancia, ligereza y veleidad de los bailarines contrasta escandalosamente con la paciente estoicidad de los criados, visiblemente incómodos y fuera de lugar en sus uniformes. El conjunto se mantiene en un precario equilibrio en el que los paraguas no parecen poder ofrecer, por mucho tiempo más, refugio a la amenaza que se cierne sobre la pareja que evoluciona frívolamente sobre la arena, ajena a todo aquello que no esté alineado con su extravagante antojo.

Utilizo esta pintura para ilustrar las diferentes aproximaciones al clima laboral de una organización. La manera en que refleja la diversidad de percepciones, vivencias, actitudes y roles adoptados por diferentes estratos sociales ante unas mismas variables resulta de una elocuencia didáctica insuperable a la hora de abordar de manera gráfica y vivencial este tipo de conceptos.


27 comentarios:

  1. Excelente, amigo. Mantienes el interés hasta el final, en un cierre inesperado. Corto, claro, impecable,
    Gracias
    Alberto

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    1. Muchísimas gracias Alberto, esa pintura facilita muchísimo que se construya un relato en torno a ella. Un abrazo!

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  2. ¡¡Que imagen más bonita!! Tiene un punto Sorolla, no se porque me recuerda algo de Lampicka,... y me encanta. Despierta algo de lucha de clases, y hoy más que nunca eso esta en el clima laboral. Aunque para mi, izquierdoso son remedio, solo es belleza. Abrazo

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    1. Tienes razón, ahora que lo dices, la luz, los colores, el motivo es Sorolla “concretado” por Lampicka :-)
      Izquierdoso y todo sabía que te gustaría… Un abrazo!

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  3. Coincido, precioso cuadro y estupenda descripción de las sensaciones que produce. Ese contraste de la elegancia de los bailarines con los uniformes me ha recordado un poco a Downton Abbey

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    1. Sí, la imagen podría estar inspirada en una escena de esta serie o de “Lo que queda del día”, una película fabulosa que también escarbaba de manera bastante descarnada en este tipo de realidades.

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  4. Sobrecogedor!

    Me ha acompañado, durante la lectura, una sensación de incomodidad y desasosiego que, aún ahora, puedo sentir. El dolor en el brazo sujetando el paraguas que zarandea el viento, la otra mano en el sombrero, los ojos entrecerrados a ráfagas, ... Incluso he sentido, anticipadas, frías gotas de lluvia en la cara, en las manos. Y la voz del compañero envolviéndolo todo. Quizá cierro los ojos para no ver su baile, ajeno e insensible. Me pregunto: "Y si el compañero dejara de cantar?"

    Aún sobrecogida, muxu handia!

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    1. Con tu comentario casi he podido notar la sal marina en los labios. Eso de tener la condición feérica debe ser casi igual que ir por ahí en carne viva, de ahí estas sensaciones que produce. He de decirte que a mí también me perturba, hay algo de exagerado en todo el conjunto que se presenta anómalamente plano.
      Yo creo que si el compañero dejara de cantar lo despedirían, así, sin más. Aunque no me imagino que ni tan sólo se le pueda ocurrir. Este tipo de mayordomos siempre los pintan con la fidelidad de un samurai :-)

      Un beso Marta!

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  5. Qué bueno, Manel!
    Tremendamente didáctico.
    Un abrazo y buen día!
    Ana Artetxe

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    1. Me alegro de que te guste Ana. Pocas veces las palabras suelen estar a la altura de una buena imagen, verdad?
      Un abrazo!

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  6. Boníssim, Manel. Preciosa imatge i interessantíssim, com sempre, que ens permetis acompanyar-te en el teu fil de pensament reflexiu.

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    1. I per a mi tot un motiu d’orgull venint de la teva part Judith, gràcies :-)

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  7. Manel buena descripción. He observado que al leerla, las sensaciones y el aprendizaje que se pretende transmitir, se perciben desde el receptor de una forma diferente que cuando escuché esa misma descripción el pasado fin de semana. Al leerla he fijado los conceptos que empecé a integrar desde una escucha activa y también he ampliado el contenido aprendido, influye claramente el hecho de haberla escuchado.
    Gracias por la fijación del contenido aprendido
    Un saludo
    Ana Belén EM

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    1. Decidí escribir sobre ello después de haberlo contemplado de nuevo en el aula… debe haber algo de ustedes ahí… Creo que cada vez que lo miro le encuentro nuevos detalles… Me alegra muchísimo que te sirva Ana Belén pero no tanto como el que hayas pasado y dejado tu huella aquí. Un saludo!

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  8. qué gracia, yo tenía un Vettriano en la oficina de una de las empresas en que trabajé, y es paralelo al que comentas. Se trata de este:

    http://m1.paperblog.com/i/22/228417/jack-vettriano-pinturas-L-5.jpeg

    Nunca llegué a lectura como la tuya, yo me quedaba antes en el discurso: la paradoja del servicio (profesional, incuestionado) en entorno a priori incomparable, por supuesto. Nadie lo entendió. Bueno, nadie se cuestionaba un sentido, sin más.

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    1. Como ya debes saber, Vettriano es polémico por muchos y diferentes motivos. Uno de ellos es el de no respetar el protocolo en cuanto a posturas ni la dirección normal de los gestos [o controlar la dirección del viento]. En la pareja de baile la disposición de las manos es la contraria. De la misma manera que en tu cuadro los violinistas se ven raros, ahí sentados y no tan sólo porque imaginamos que la dama no es una colega [pongamos una soprano en ciernes] sino porque para los violinistas, la postura más cómoda para tocar el violín es de pié. A mí me gusta la capacidad de detener el movimiento, como de filmina y este sabor cinematográfico que imprime a casi toda su obra, de ahí que quizás me invite a construir el relato. Gracias por aportar Goio, un abrazo!

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  9. Uau! Que imagen tan desagradable, me provoca muchísima incomodidad y la que ha compartido Goio Borge casi me produce más...¿cuantas cosas dejar de parecernos desagradables o incómodas por verlas con frecuencia o por estar medio disfrazadas? Aunque se supone que una parte de la imagen, los bailarines, están cómodos y disfrutando, no soy capaz de sentir eso...Gracias por traerlo aquí...realmente me ha dejado pensando en muchas cosas...
    Un saludo!

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    1. Vettriano parece querer provocar esa sensación, Ángela, en su obra abundan las situaciones abusivas, serviles o de sumisión, siempre camufladas por la permisividad que se le concede a “los elegantes”, si tienes oportunidad de seguir el enlace del post podrás apreciarlo.

      A efectos del para qué la utilizo yo la obra me viene que “ni pintada” y a veces suele provocar interesantes debates.

      Gracias a ti por la visita! Un saludo.

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  10. En mi hospìtal hay más personajes, pero se podría resumir en ese cuadro ...

    "la amenaza que se cierne sobre la pareja que evoluciona frívolamente sobre la arena, ajena a todo aquello que no esté alineado con su extravagante antojo ... "

    Da hasta miedo ...

    Un abrazo

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    1. Sí, también creo que actúa bien como síntesis, ahí pueden distinguirse tres niveles organizativos considerando el nivel “gerencial” que solían ocupar los mayordomos… ¿Te has fijado que ella baila descalza? Creo que se trata de algo más que de un gesto extravagante y sensual ya que de ir calzada se supone que llevaría tacones y no debe ser sencillo ni cómodo bailar con este tipo de calzado sobre arena, lo cual subraya todavía más el carácter fuera de lugar y caprichoso de la escena así como a aquellas situaciones a las que deben verse sometidos los sirvientes a causa de los desvaríos de sus señores…

      Un abrazo Juana,

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  11. ¡Qué difícil situación! La vida está llena de claro-oscuros. Ahora mismo en mi empresa estamos en una tormenta en la que algunos siguen bailando sobre las cabezas de los otros sin inmutarse. Lo peor es que las cabezas miran para sitios diferentes, discuten y no se ponen de acuerdo para buscar el bien común... vamos que ellos siguen sin mojarse, los mayordomos y las criadas empapados pero inexplicablemente contentos. Y el resto no os lo quiero ni contar os haceis una idea de la tensión.
    un abrazo

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    1. Muy bueno eso de los mayordomos y las criadas inexplicablemente contentos, no me suena del todo desconocido. No me imagino cual es vuestro caso pero a veces, me ha parecido que más que a una consciencia de clase [como se le supone a los de la pintura] parece como si la falta de perspectiva impidiera tomar consciencia sobre la propia situación [como sucedía en Matrix...]. Hace relativamente poco tuve la oportunidad de comprobar un caso en el que esta situación se debía simple y llanamente a la falta de compromiso de los trabajadores y trabajadoras con la propia condición profesional, a una suerte de abandono espiritual que confinaba como autómatas a un grupo de mujeres y hombres que, para no perder su pqueña zona de confort, habían desertado de aquella ética que impide resignarse ante determinadas actitudes.

      Bienvenida Aiti, un abrazo fuerte!

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  12. Manel, gracias por sistematizar, por compartir y por sugerir... Me genera :-)

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  13. Qué bonito juego de realidades, vidas, percepciones, vivencias... Mirando este precioso cuadro, puedo imaginar las distintas percepciones de cada una de las personas que han leído tu artículo formando parte del mismo. Al leerlo, me he sentido parte de él con mi propia percepción, jugando a interpretar historias y vidas. Un abrazo

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  14. Que grato es descubrir como un cuadro al interpretarlo convoca tantas e interesantes percepciones...desconocido pintor para mi e interesante se asoma por vuestros comentarios...lindos aportes de los comentaristas y el suyo que expone para aprender..¡¡FELCITACIONES!

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