sábado, 19 de noviembre de 2011

La vida se convierte en muerte,…

… y es como si la muerte hubiese sido dueña de la vida durante toda su existencia [*].

Parece como si, en una vida, hubiera pocos momentos de realidad. Me refiero a momentos en los que parece que se enlentece el paso del tiempo y el mundo se distancia de uno lo suficiente como para ver las cosas ni bien ni mal sino tal y como son. Ocasionalmente se abre una ranura a través de la cual vemos claro y todo aquello que parece importante se relativiza apareciendo perecedero, superficial y, a veces, absurdo.

Estos momentos son frágiles y tan efímeros como el tiempo que tardamos en ser conscientes de ellos. Una vez más, la razón se nos revela como aquello que realmente no nos deja ver y nos mantiene sometidos a la ilusión de una vida que ha nacido con una enfermedad mortal.

La muerte de las personas allegadas es, al menos para mí, uno de estos escenarios visionarios. En una de esas ranuras de lucidez, pude ver nítidamente, como si de un infranqueable juego de espejos se tratara, que uno no puede observar a sus padres sin acabar pensando en uno mismo y me sentí realmente orgulloso e infinitamente agradecido por aquellos rasgos y valores que identifico en mi hermano y en mi mismo, en nuestra forma de ser y de hacer, los rasgos y los valores por los que realmente se nos valora y se nos respeta, el mejor legado que podíamos imaginar.

Mi padre ha muerto y en el breve momento que lo vi antes de que lo incinerasen pareció como si la tierra enlenteciera su giro para así invertir el sentido de su rotación y poder, de este modo, revivir añoradas sensaciones infantiles que se agolpaban alegres y torpes en mi pecho, convulsionando mi respiración y mezclando la euforia de aquel niño con el estupor infinito ante la quietud imperturbable e infinita del rostro de su padre. Y sentí cómo mi cara se hinchaba como si fuera una máscara detrás de la cual se debatía un mar de lágrimas que pedía a gritos ser liberado por aquello que nunca hice o dije y hubiera de haber dicho y hecho.

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23 comentarios:

  1. Mi más sentido pésame Manel. Mi abuelo falleció recientemente también y a través de esa rendija de conciencia o lucidez que comentas, vi eso que dices pero también vi a los que aún estaban y lo importante que es disfrutar de/con ellos, hoy y ahora.
    Un abrazo compañero

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  2. Mi más sentido pésame, Manel. Yo también viví esos sentimientos en la muerte de mi padre, aunque no llegué a expresarlos tan bien como tú.
    Un abrazo.

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  3. Mi más sincero pésame, Manel. Siento mucho que el desenlace haya sido este y sigo aprendiendo con tu actitud. Un fuerte abrazo, amigo.

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  4. Abrazos, ¿qué decir? lo has expresado muy bien...
    Toma nota de lo que percibes ahora, con esa mirada límpida, que luego todo se enturbia con el trajín de la vida y se nos vuelve a olvidar que es lo esencial.

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  5. Lágrimas de silencio... No hay palabras Manel.

    Un abrazo!

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  6. "Orgullo y agradecimiento", creo que lo resume y explica "TODO".

    Un fuerte abrazo y mucho ánimo!!!

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  7. A veces tengo la sensación de que mi padre camina a mi lado, lo que dije y, lo que no dije, lo seguimos tratando con alguna frecuencia.
    Lo siento, un enorme abrazo.

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  8. "...por aquello que nunca hice o dije y hubiera de haber dicho y hecho." M'han colpit, de compartits com són, aquests darrers mots. Sense saber ben bé perquè, però l'absència de qui estimem ens deixa un regust amargant de no haver expremut al màxim els moments compartits. Una forta i sincera abraçada.

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  9. Nada puedo decir ante tu dolor, únicamente mandarte un abrazo silencioso, aunque sé que de poco servirá, nada sirve ahora ¿verdad?... Recordarle tal vez sea una forma de consuelo... Y saber que se quedó aquí, en sus hijos...
    Lo siento.

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  10. Manel, no tengo palabras salvo un gesto que te acompañe, un abrazo enorme.
    Su legado fue darnos vida, y en ella los llevaremos hasta unirnos con ellos, vuelta a la naturaleza.
    Hasta en el dolor escribes con una belleza extraordinaria, sin duda, parte de su legado que nos transmites a todos.

    Un enorme abrazo.

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  11. @Luis. Gracias Luis. Cierto eso que dices, un no debiera irse a dormir sin cerrar todos los asuntos [personales] del día. Un abrazo.

    @José M. Dominguez Leal. Muchas gracias y un abrazo.

    @José Miguel Bolivar. Sí, el desenlace no era el esperado. Un abrazo fuerte y muchas gracias.

    @arati. Este olvido al que te refieres… ¿Debe ser un mecanismo de la “vida” que nos mantiene obcecados, de espaldas a la muerte y totalmente obsesionados por lo caduco? Un abrazo Judith y muchas gracias.

    @Isabel. Esas palabras son suficientes, Isabel. Muchas gracias. Un abrazo.

    @Paulino. Quizás se trata de lo mejor de todo el proceso. La relación no era sencilla y me alegro de haber destilado estos dos resultados. Un abrazo.

    @Rufus. Muchas gracias M. ;)

    @Juana. De alguna manera este escrito responde a lo mismo, a decirlo… Gracias Juana por ese abrazo.

    @Anna. Al final ens remet a aquella lliçó del final del TED d’en Benjamin Zander , recordes? Gràcies Anna. Una forta abraçada.

    @Francesca. Sí, también lleva a proyectarte en tus hijos…uno se ve más nítidamente con respecto a ellos… Muchas gracias Francesca, de verdad, muchas gracias por ese abrazo silencioso, sirve…:)

    @Begoña. Al final, la gran lección en estos “momentos de realidad” es darse cuenta de algo que creemos saber siempre, es decir, de la propia finitud. Moltes gracies, poetessa, per aquesta abraçada.

    @Paz Garde. Gracias Paz, un abrazo.

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  12. Te acompaño en el sentimiento Manel.
    Las relaciones son imperfectas como lo somos los seres humanos.
    Te dejo un verso de R. Tagore:
    “Te cojo las manos, y mi corazón, buscándote a ti, que siempre me eludes tras palabras y silencios, se hunde en la oscuridad de tus ojos.
    Sin embargo sé que debo estar contento, en este amor, con lo que viene a rachas y huye, porque nos hemos encontrado por un momento en la encrucijada de los caminos.
    ¿Soy yo tan poderoso que pueda llevarte a través de este enjambre de mundos, por este laberinto de veredas?
    ¿Tengo yo alimento para sostenerte por el oscuro pasaje bostezante de arcos de muerte? “

    Manel, nadie esta obligado a mas de lo que puede.

    Un enlace: www.youtube.com/watch?v=HqYV6vxlgA4 (el enlace es youtube: Bird York-Have No Fear subtitulado english/español)

    Mi sentimiento esta contigo.

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  13. @Anónimo. Muchísimas gracias por ese regalo de regalos que ha sido tu comentario. Sienta bien. Un abrazo fuerte!

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  14. Lo siento mucho, Manel. Un abarzo muy fuerte.

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  15. Un abrazo, Manel, lo siento. Creo, también, que tus palabras son muy acertadas. Por circunstancias personales (mi padre está pasando por una enfermedad con el peor diagnóstico) tengo la sensación de estar mirando por esa rendija durante once meses. Once meses de lucidez. Un fuerte abrazo.

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  16. @Daniel. Todo esto es muy extraño Daniel, irrumpe de repente y reclama mucho espacio aunque no creo que tenga nada que explicarte. Sólo te deseo lo mejor que pueda ser a ti, a tu padre y a tod@s aquell@s de los tuyos que estáis en ello.

    Muchas gracias por ese abrazo, otro para ti!

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  17. Lo siento mucho, Manel.

    Me ayudas a recordar lo vivido y olvidado.

    A ver si aprendemos de una vez a vivir en lo esencial y a relativizar todos esos fuegos de artificio con los que nos anestesiamos cada día.

    Un fuerte abrazo,
    Alberto

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  18. @Alberto. Muchas gracias Alberto. Sí, a ver si nos ponemos de verdad y aprendemos...

    Un abrazo fuerte,

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  19. Manel:
    El lunes, mientras viajaba en bus de Bilbao a Vitoria, te escribí un comentario desde mi movil, pero por alguna razón no se publicó. Lo he visto ahora. Te cuento. Mientras viajaba en el bus me dije: "oye, vamos a visitar a Cumclavis", y eso fue lo que hice. Entonces me encontré este post, y me corté totalmente. Me puse en situación, imagine esa última mirada a tu padre, y me invadió una profunda tristeza. De pronto me acordé de "la ranura" (una palabra que cala, muy bien elegida), y le estuve dando vueltas un buen rato en plena oscuridad del autobus. Sip, es cierto, es la lucidez que tendríamos que aprender a recuperar sin necesidad que esas cosas pasen.
    ¡¡ánimo!!

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  20. @Amalio. Vaya, lamento que entres en casa para encontrarte con noticias tristes aunque me alegro de que hayas venido y disfrutar de tu calidez y compañía. Hay momentos en los que parece que se para todo y uno ve, de repente, cosas que normalmente están veladas. Es lo que tú dices, tendríamos que mirar de aplicar esa lucidez al margen de este tipo de acontecimientos… supongo que eso debe ser la sabiduría…en esto estamos,… ¿verdad?

    Un abrazo fuerte, Amalio y muchas gracias!

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