CASG son las siglas del Consorci d’Acció Social de la Garrotxa y que para mí ya funcionan como un acrónimo que me permite reunir en una misma palabra y evocar de inmediato la fuerza y la coherencia en el hacer, con los más altos valores profesionales y humanos.
A modo de anécdota, fue en esta organización, hace ya siete años, donde recibí por primera vez el impacto de la palabra “resiliencia” que ellos ya habían asumido como un valor y del cual informaban mediante un cartel que colgaba en aquella sala donde aguardaba a la espera de que empezase la primera reunión de trabajo. Recuerdo como si fuera ahora cómo me impresionó el concepto hasta el punto de anotarlo rápidamente en mi libreta para investigar su significado al llegar a casa. En aquel momento poco podía llegar a imaginarme el vuelo que cogería esta palabra que han puesto tan de moda estos tiempos que corren hasta el punto de estar en boca de todos y en entornos de lo más dispares.
Pero, con la perspectiva de los años, interpreto este detalle como una señal, ya que el CASG es, bajo mi punto de vista, un ejemplo de aquellas organizaciones precursoras que con movimientos ágiles y discretos, pero directos y seguros, abren vías sencillas capaces de generar dinámicas inspiradoras en su ámbito de relación. Actualmente sostengo que el CASG reúne los requisitos suficientes [inspiración, ilusión, autenticidad, fuerza y convicción] como para contribuir activamente y liderar iniciativas vanguardistas y de crecimiento en su sector, mucho más allá de las fronteras naturales en las que desarrolla su actividad.
Como es de suponer, con el CASG siempre he colaborado desde la consultoría, en proyectos relacionados con su desarrollo organizativo y, consecuentemente, con la gestión del cambio. Éste ha sido un proceso continuo debido a que en su naturaleza no está tanto perseguir una determinada meta como el de transitar un camino del que además se espera que sea largo, por aquello de abrigar el máximo de oportunidades de atravesar distintos parajes, descubrir nuevos lugares que inviten a innovar en la manera de hacer y, sobre todo, que estimulen a seguir transitando. Debe ser por esa dinámica ininterrumpida que no puedo evitar que me resulte perennemente joven y un claro exponente de lo que para mí es una organización que se halla instalada en ese beta permanente del que tanto hablamos y que permite responder a cada momento, dando muestras de reconocer los detalles que caracterizan ese momento preciso al que se está respondiendo.
También creo que no es anecdótico que fuera en el marco de esta colaboración donde paralelamente me planteara, hace ya cinco años, mi actual proyecto profesional y, consecuentemente, mi propia renovación personal ya que, de alguna manera, es en el crisol de este tipo de relaciones donde se funden aquellas ideas e ilusiones que inspiran aleaciones de revisión y cambio. Ya se sabe que la pasión se contagia y uno desconoce si es el artífice del brillo de los ojos que le miran o es este brillo el que nos ilumina y el verdadero detonante del entusiasmo que nos mueve. Al final, se llega a la conclusión de que ciertas relaciones son verdaderos vórtices que le absorben a uno y en el que no cabe distinguir un antes ni un después.
Mi colaboración con el CASG se ha vehiculizado a lo largo de una larga conversación salpicada de diferentes proyectos que van desde dar soporte a la definición del modelo de dirección hasta la formulación de la proyección estratégica de la Organización, pasando por asesoramientos varios en materia de desarrollo, comunicación o relacionados con la búsqueda constante de aquella articulación organizativa que genere los máximos índices de relación, conversación y colaboración capaces de conducir a una oferta de servicios a la altura de las necesidades, expectativas y potencialidades del entorno en el que se desenvuelven.
Recientemente he tenido la oportunidad de colaborar en dos proyectos, uno relacionado con la estructuración de un sistema de análisis y mejora continua del trabajo en equipo del Área de Acción a la Comunidad y otro relacionado con integrar la percepción del usuario en la valoración de la calidad de los servicios prestados en el ámbito de la Atención Básica. En ambos proyectos hemos experimentado, con metodologías muy sencillas de diseño artesanal, algunas comentadas en este blog, y que han generado más resultados de los esperados a partir de las expectativas de partida.
Pero lejos de querer centrarme en la artesanía o en la genialidad de las aproximaciones metodológicas, lo que me ha motivado a escribir este post y donde quiero poner el énfasis del posible éxito de este tipo de proyectos es en los dos únicos factores capaces de convertir en princesa a la más cenicienta de las aproximaciones metodológicas.
Uno es la existencia de un liderazgo seguro y maduro que proyecta abierta y sinceramente su confianza en las personas y en los equipos involucrados respecto a la utilidad de cualquiera de los resultados posibles que se puedan alcanzar en un proyecto. Es impresionante el impulso, el compromiso y, en general, la calidad que adquiere un proyecto cuando el acostumbrado control sobre los recursos y las personas que se suele ejercer desde la dirección se transforma en una supervisión atenta a cubrir aquellas necesidades, básicamente de información, conversación y tiempo, que suelen generarse al margen del diseño inicial.
El otro factor está en los equipos y en la capacidad de las personas de abstraerse de sus roles y funciones habituales para concentrase en un diálogo constructivo y abierto con el preciado respeto que conlleva hacia las personas que participan. Y es ahí donde me doy cuenta de que es en la interacción con este tipo de equipos cuando realmente emerge lo mejor de mí y también advierto que lo que de verdad aporta madurez a mi oficio no es más que la libertad que me concedo para dejarme mecer, junto a estas personas, en esa ola constructiva que generamos y donde siento convertirme en una pieza más del conjunto, accionándome, desarrollándome y evolucionando junto a ellas.
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En la fotografía, el equipo que está llevando a cabo el proyecto de integración de la percepción del usuario en la valoración de la calidad de los servicios prestados en el Ámbito de Atención Básica.
Otros post en los que directa o indirectamente me he referido al Consorci d’Acció Social de la Garrotxa:
> Dos años de colaboración con la Garrotxa.
> Tiempo.
> Gracias por hacerme participar.
> Bases para una comunicación interna.> Dos años de colaboración con la Garrotxa.
> Tiempo.
> Gracias por hacerme participar.
> Una aplicación de Dickens a la empatía.