sábado, 12 de febrero de 2011

Palabras para una opinión.

Sostengo la hipótesis de que no nos formulamos automáticamente una opinión sobre las cosas sino que éstas nos generan multitud de sensaciones más o menos agradables que flotan en un continuo cotejo en nuestra mente y que son las que pueblan y dan forma a nuestra vida interior.

Cuando opinamos es como si etiquetáramos estas sensaciones en categorías, las ordenáramos en una melodía sintáctica y las convirtiéramos en palabras que vertimos en el marco de un escrito o en una conversación.

Al contrario de lo que se suele decir, no creo que nuestra mente esté poblada de discursos en una secuencia lógica, tal y como concebimos la lógica de nuestros discursos, si no que sólo formulamos opiniones cuando nos sentimos impelidos a ello o cuando, por ejemplo, lo necesitamos para aferrarnos a algo que le dé solidez a una identidad con la que queremos identificarnos y con la que queremos que nos identifiquen.

Opinar es algo que, por lo común, se intenta evitar en la medida de lo purista que sea uno con la cantidad de información que cree necesitar para ello, ya que la estructura sintáctica de la opinión queda en el campo de lo explícito, genera un compromiso y hasta puede convencernos a nosotros mismos mientras la emitimos. No sería la primera vez que me convenzo a mí mismo sobre algo determinado mientras estoy tejiendo ideas en un discurso en el marco de una conversación.

Opinar es a todas luces un esfuerzo en el que, como sucede con la escritura, podemos encontrar distintos tipos de adeptos y devociones, siendo la de no opinar u opinar a la ligera de las más practicadas por suponer el mínimo esfuerzo.

Por otro lado, denominar nuestra realidad ejerce un potente influjo en la manera de percibirla después y, si lo que decimos tiene el poder de transformar aquello sobre lo que opinamos, el proceso de convertir ideas [por no decir sensaciones] , en palabras [por no decir significantes], concentra muchísimo poder en el registro del que dispone cada uno y en la calidad del significante escogido. La falta de vocabulario o la tendencia a elegir palabras con connotaciones negativas constituyen, para mí, uno de los máximos peligros para la propia persona en lo que respecta a su salud psicosocial, sin tener en cuenta otros efectos colaterales.

Es por ello que quiero llamar la atención a aquellos que nos movemos en campos profesionales, donde levantar y agitar el limo conceptual de la mente de otros constituye parte importante del método utilizado, para que prestemos especial atención y cuidado en que aquellas palabras en las que se conviertan las ideas de nuestros clientes sean las más adecuadas, las más hermosas y las que generen mayores potencialidades en términos de utilidad.


20 comentarios:

  1. Si yo supiera escribir como tú... pondría menos imágenes en mi blog ;-)

    Fascinante.

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  2. Aprendí que hablar y escribir tiene mucho poder.
    Aprendí que una palabra puede herir más que una bofetada.
    Aunque también aprendí que el silencio puede ser más corrosivo y destructivo que el sulfúrico.
    Aprendí a escribir y no publicar, a leer sin sentirme herida, a cuidar mi "interior" como si del jardin más delicado se tratase, porque lo que digas sale de ahí, y no lo pudes controlar.

    Y aprendí que las imágenes, a veces, sustituyen a las palabras y, es de artistas el colocarlas donde corresponde, @arati eres la artista de las imágenes, mil veces miro tus entradas de blog y, simplemente, sobran las palabras ....

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  3. Curiosa teoría esta de que una opinión es la ordenación/etiquetado de sensaciones flotantes habitando nuestro interior... y que me provoca múltiples interrogantes:

    ¿cómo han llegado ahí esas sensaciones? ¿Las ha podido meter alguien?

    ¿Somos conscientes de todas ellas o "etiquetamos" tal cual pasan? ¿Elegimos cuáles "etiquetar" y cuáles no?

    Y eso de que el lenguaje determina nuestro pensamiento (dices "denominar nuestra realidad ejerce un potente influjo en la manera de percibirla después") es un debate no resuelto, ¿no?

    Lo de remover el "limo conceptual" me ha encantado. Lástima que a veces en lugar de limo parece cemento :)


    Y lo de "...y hasta puede convencernos a nosotros mismos mientras la emitimos" me ha hecho mucha gracia

    Gracias por el post Manel

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  4. @arati, si yo tuviera tu capacidad de reflejar aquellas cosas que me importan mediante imágenes, seguramente escribiría y hablaría menos…
    Gracias,

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  5. @Juana, me siento afortunado de que compartas conmigo [con nosotros] estos aprendizajes, de verdad. Ya has visto que también hago mío lo que le dices a @arati…
    Gracias,

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  6. @Luis, Bueno…ya te digo que es una hipótesis que sostengo, hace tanto tiempo que espero una respuesta clara ante la formación y expresión del pensamiento que me ha parecido que lo mejor es que “tiri pel dret” y ante la falta de respuesta formule mi propia “opinión” :-)

    Algunos interrogantes me sugieren algunas respuestas, otros evidentemente me generan el mismo estupor interrogativo que a ti.

    Supongo que estas sensaciones son el último resultado de la decodificación de aquello que percibimos, no veo que nadie que no seamos nosotros mismos pueda meter nada ahí, otra cosa es como se pueda manipular nuestra percepción sobre la calidad de las cosas y alterar de este modo estas sensaciones, pero, a efectos de este post tampoco hemos de comernos tanto el tarro… ;-)

    Supongo que lo que no está resuelto es aquello de si el lenguaje determina el pensamiento o el pensamiento el lenguaje, etc. Que te refieres al conflicto eterno entre Chomsky y Vigotsky … pero lo que sí que no hace falta que nadie nos demuestre es que nuestra manera de describir lo que vemos o lo que hacemos puede alterar de manera sustancial el objeto de nuestro análisis, no? Podemos embellecer o ensuciar la “realidad” dependiendo de las palabras que escogemos…

    Gracias a ti por comentar Luís, siempre me gusta. Un abrazo,

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  7. No puedo imaginar un pensamiento abstracto sin un lenguaje que lo vehicule y lo haga posible. No creo que puedan existir el uno sin el otro. No sé quién determina a quién cuando están tan íntimamente ligados.

    Ahora bien, me niego a rotundamente ante la idea de que elegir una palabra u otra de forma consciente pueda alterar algo. El poder de las palabras viene determinado por la sinceridad que les reconozca el interlocutor. Si tu interlocutor no tiene la certeza de que eres sincero, tus palabras tienen menos valor y si piensa que quieres venderle la moto, tienen valor cero.

    Pero de forma personal, me ha gustado mucho que prefieras las palabras con connotaciones positivas. Apoyo la moción :-)

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  8. Te leo y pienso que tus clientes tienen que ser muy afortunados

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  9. Perdona que vuelva a publicar otra vez, pero ahora me doy cuenta de que no me había suscrito...
    Bueno, ahora espero que ya sí. Claro que no me importa volver porque es una gozada leerte, aunque no tanto como en persona.
    Un abrazo

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  10. @Carme, Quería centrar más la atención en la parte de funcionamiento mental en situaciones normales, no tanto en la parte social. De todas maneras, parte de mi trabajo consiste en despertar un pensamiento posibilista en los colaboradores [sin que ello sea una “volada de coloms”] . Sabemos aquello de que “nada es verdad, nada es mentira…depende del color del cristal con que se mira”, atender a este aspecto es fundamental para enfocar una actuación o un proyecto. El pensamiento como generador de palabras y la importancia del feed-back de la palabra en la reestructuración del pensamiento es una constante en varios ámbitos de nuestra vida cotidiana, pongamos por ejemplo los rezos de auto convencimiento de muchos atletas antes de competir. Esta era la parte que quería resaltar en este post cuando me refiero a la opinión.

    Comparto contigo que no todo queda ahí y que el impacto sobre el interlocutor es importante, el papel de la sinceridad en este impacto es crucial. Pero una misma cosa se puede decir de maneras distintas sin que por ello se pierda en sinceridad e incluso ganando en aquella aceptación del entorno que necesitamos para hacer la vida más llevadera. No es lo mismo opinar que “el día es una mierda” que decir “que el gris del día invita al recogimiento” por ejemplo. La primera opinión contiene un componente sobre el que no se puede hacer nada y puede originar impotencia o frustración. El segundo genera una [auto] lectura que abre alguna posibilidad. De ahí que disponer de un buen registro es importante y “una variable más” de que la vida sea distinta para unos y para otros.

    El afortunado soy yo teniéndote por aquí comentando, Carme. Un abrazo y gracias

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  11. El perill de tot aixo es que llavors la frontera entre la opinio i el pensament objectiu és finíssima, si n'hi ha alguna!

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  12. ¡Me encanta el tema que has escogido para esta entrada! Yo creo que el lenguaje tiene el poder de alterar (y mucho) el mensaje que deseamos transmitir ¿cómo no va a tenerlo si es el vehículo que utilizamos para comunicarnos con el mundo? No es inocua la manera como utilizamos ese elemento. De hecho, los que mejor han abordado ese tema (o al menos, los que más me gusta leer a mí, que como en todo, en esto también hay preferencias) son los filósofos, desde Aristóteles a Russell... el conocimiento en sí se entrelaza con el lenguaje, aprendemos y "codificamos" al mismo tiempo el objeto aprendido... todo lo transformamos en palabras, incluso para describir imágenes, sensaciones, emociones, utilizamos las palabras... ¿existe lo que no puede nombrarse?... ¿sinceridad es decir la verdad o lo que uno cree que es verdad?...
    Gracias por invitar a la reflexión con tus palabras... ese es otro poder que poseen bien empleadas: el de incitarnos a intentar descubrir lo que pensamos de determinadas cosas... :-)

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  13. Manel no será una opinión la exteriorización de un criterio?

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  14. @Anonimo, Exacte Sara si en hi ha alguna... ara bé, creus que això ara seria un perill si no ho has estat abans...? [m’agraden els teus comentaris...]

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  15. @Francesca, en este proceso de codificación y decodificación en palabras quiero resaltar la importancia de disponer de un buen abanico de éstas para poder distribuir nuestro pensamiento o nuestras percepciones en una diversidad que se ajuste más a aquello que queremos realmente decir. A esto quiero referirme en especial en este post y al especial cuidado sobre este elemento por parte de los que trabajamos con conceptos.

    A ver cuando nos das otra perspectiva sobre este tema Francesca…espero pacientemente :-)

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  16. @Anonimo. Bonita sugerencia ésta de que "la opinión sea la exteriorización de un criterio" [o de la interacción de varios...]...gracias por este reenfoque...

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  17. Me encanta leerte, cómo utilizas las palabras, ojalá escribiera tan bien como tú, aunque yo soy más de hacer power points, no se tu opinión al respecto de estos pero a mi me sirven en mis exposiciones muchísimo.

    Gracias y sigue así, un besu

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  18. Me encanta tu blog y la forma en como te expresas. Saludos.

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