viernes, 31 de julio de 2009

Tránsitos

Este post es una reflexión sencilla, provocada por diversas conversaciones y comentarios a resultas del post anterior. Y es que me ha parecido notar, por parte de algun@s profesionales, colegas y amig@s cierto desasosiego ante el tránsito de modelos aún vigentes al dospuntocerismo. A ver qué os parece…

> No pretendamos deshacer en un momento lo que se lleva construyendo desde hace años. El tránsito de un modelo a otro requiere de tiempo…como diría el paisano: sin prisas pero sin pausas.

> No hay que renegar de los modelos pasados, tan útiles como otros lo puedan ser en cada momento evolutivo de las organizaciones. El tránsito no ha de convertirse en una huida. Lo anterior ha de ser comprendido, asumido y explicado antes de ser abandonado, substituido y/o complementado.

> Es fundamental confiar en las personas y en el peso que la lógica tiene en la asunción, por parte de cualquiera, de lo que es evidente.

> La resistencia al cambio se debe, fundamentalmente a la falta de información. La desinformación y la ignorancia generan incertidumbre y llevan al pensamiento supersticioso y a la paranoia, es comprensible…pero también nos orienta hacia el tipo de actuaciones para vencerla.

> Zonas de confort basadas en beneficios unilaterales, las posturas rígidas ajenas a los cambios del entorno conducen, antes o después, al aislamiento, algo totalmente insoportable para el ser humano. Hay que darle tiempo al tiempo…para que el vaso rebose hay que llenarlo primero

> Comenzar con pequeñas intervenciones. Hay que inocular el dospuntocerismo en la organización aprovechando proyectos que no amenacen frontal y abiertamente el establishment. Hay que evidenciar ciertas cosas para vencer barreras históricas y hacer estas metodologías más accesibles. Poco a poco, como una mancha de aceite… En este sentido, la consultoría artesana tiene una filosofía de trabajo y un modelo de intervención muy concreto que puede ser utilizado como referente.

sábado, 18 de julio de 2009

El dospuntocero organizativo

Se da el caso que debo escribir sobre mi enfoque respecto de la empresa 2.0. No me cabe ninguna duda que el elemento tecnológico es muy importante en lo que viene a denominarse dospuntocerismo, pero desde mi posición primeriza, el 2.0 es antes que nada una filosofía, una forma de pensar, una convicción respecto al modelo de actuación ante la vida.
No creo que sea una forma nueva de afrontar los retos que nos marca el momento actual sino que el momento actual nos indica qué modelos anteriores han de ser replanteados como lo será (o es) el 2.0 frente a la web semántica, la penúltima idea de lo que queda por venir.

Otro aspecto que cobra una forma cada vez más precisa en mi conceptualización sobre el modelo 2.0. es su vinculación al concepto de empresa, entre otras cosas porque, en otros ámbitos, se utiliza también para calificar a un tipo de Administración. Creo más acertado hablar de organizaciones dospuntocero ya que, independientemente del ámbito de actividad, la Organización 2.0 es toda aquella que asume para sí misma una filosofía determinada de la que se deriva un modelo de gestión, una metodología y, consecuentemente, el uso de una tecnología que permite desarrollar este modelo conceptual.

Desde mi punto de vista, una organización dospuntocero asume como propias, entre otras, las siguientes afirmaciones:

1- Los modelos teóricos de los que partimos para la gestión de las organizaciones son, en la mayor parte de los casos, muy antiguos y no están pensados para afrontar los retos con los que se enfrentan las organizaciones actuales. Retos que requieren de nuevos modelos de trabajo [Gary Hamel: The future of management].

2- El cambio es constante, ya no se trata de elaborar sistemas o herramientas permanentes, sino de instalar a la organización en un beta permanente, que genere la revisión y adecuación continuada de las metodologías y sistemas para poder ajustarse oportunamente a aquellas variables que vayan surgiendo.

3- Mediante las redes abiertas de Internet y las intranets, la gente está conversando de una manera intensa y nueva. Gracias a estas conversaciones interconectadas están emergiendo nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimiento. Como resultado, los mercados [las organizaciones, las personas] están volviéndose inteligentes, más informados, más organizados. La participación en un mercado conectado cambia fundamentalmente a las personas [puntos 8,9 i 10 del Manifiesto Cluetrain, aunque la mayoría de las 95 tesis del manifiesto tienen cabida en este post].

4- Las organizaciones están formadas por personas y cada una de ellas es la que mejor conoce su ámbito de trabajo. Es necesario generar diálogo para aprovechar este conocimiento.

5- El trabajo en equipo supera la perfecta planificación de un genio solitario. Es sencillamente imposible que un directivo tenga la clave de la innovación y la mejora continua [IDEO: Deep Dive].

6- Actualmente los modelos organizativos con mejores resultados son aquellos que parten de la base de que los trabajadores son lo más importante para la organización.

7- El liderazgo es ejercido por aquellas personas que van por delante, personas que están auténticamente comprometidas a introducir profundos cambios en ellas mismas y en sus organizaciones. Lideran mediante el desarrollo de nuevas competencias y se encuentran en muchos sitios de la organización. [Peter Senge: Liderazgo distribuido]

8- Es necesario generar mecanismos permanentes de automotivación hacia el cambio. Compartir no sólo comporta aprender sino que supone la necesidad de mejorar. En este sentido, jaquear no es una amenaza sino una oportunidad.

9- La tecnología actual permite que el entorno con el que dialogamos, compartimos, aprendemos y contrastamos supere o franquee cualquier frontera conocida. En este sentido podríamos emular la misión de la nave estelar Enterprise (¿2.0?) diciendo que el espacio es la última frontera.

10- La clave está en: huir de la complejidad, buscar modelos sencillos, apartarse de los prejuicios, confiar en las personas, comprender más, juzgar menos, escuchar, aprender y mejorar continuamente.

El modelo organizativo actual, determinado por una larga historia basada en el mito del héroe, en la desvirtualización del concepto de liderar, en la utilización sin una reflexión previa de multitud de conceptos y en un apoyo desproporcionado (¿esclavización?) en las herramientas de gestión, ha situado a las organizaciones en una situación de estupor al que se opone la filosofía dospuntocero. Esperemos que las viejas inercias no aguanten el embate de este empuje dinámico, ya conocemos la dificultad que supone ser verde.


sábado, 11 de julio de 2009

¿Cada uno de vosotras, qué puede llegar a ser?

De entre las diferentes formas que existen de encajar un meme yo prefiero la de considerarlo como una magnífica oportunidad para hacer un poco de gimnasia escritora y una ocasión de romper el tema del blog con un off-topic refrescante del cual te sugieren el tema. Así que aprovecho la invitación a seguir el meme que una vez activara Alorza, y que me ha llegado de la mano de dos amigas muy, pero que muy cercanas en la distancia (Odilas y Anna).

Para responder a la pregunta de qué puedo o llego a ser en mi modo geek me situaré en el papel de uno de los calificativos con los que me designó en su día Facility Manager: el de Story Teller.

A long time ago un buen amigo dirigió mi atención sobre el dospuntocerismo y sobre todo aquello que se manifestaba como nuevo, bajo esta perspectiva, en mi ámbito profesional, hasta entonces dotado de una inercia y de un pronóstico marcado por la indiferencia…

Antes de abordar un blog profesional, decidí hacer ensayos y, aprovechando mi gran afición de joven por la literatura fantástica, en julio de 2007 salió a la luz [debería decir oscuridad] mi primer blog en el que escribo desde entonces bajo el pseudónimo de Dampyr, nombre inspirado en un comic que sigo escrupulosamente y que se ha convertido en mi alter ego en la red.

Con mi identidad Dampyr he profundizado autocrítica y descarnadamente en mi manera de comunicar y he aprendido elementos básicos para desarrollar el Blog.[cumClavis] de una manera que, aunque airosa, requiere todavía de más profundización. También he descubierto la fascinación de re(D)lacionarme [palabro ingenioso que adopto de mkl] y la oportunidad de compartir, elementos que son básicos en mi actual formato profesional o, quizás debiera decir personal…bueno es igual!

Y lo mejor, mi yo Dampyr me ha permitido recorrer momentos especialmente interesantes en compañía de seres fascinantes…

Y como un meme es un meme, cedo el testigo cariñosamente a IgnacioNacho, Carme Pla y a Luís. Chic@s ¿cada uno de vosotras, qué puede llegar a ser?

viernes, 3 de julio de 2009

Aristogramas



Un organigrama se supone que refleja el modelo organizativo que se ha escogido para desarrollar una determinada misión. Pero, a poco que se haga un poco de espeleología y te hundas en las entrañas de este organigrama, es posible que, a veces, te lleguen emanaciones sulfurosas como si realmente se tratara del verdadero centro del meollo. Y es que hay organizaciones orientadas a mantener la verticalidad de sus organigramas al precio que sea y, con este fin, puede llegarse a justificar cualquier medio, independientemente de la repercusión que pueda tener en la innovación, el desarrollo de sus procesos, el bienestar de sus empleados y todo aquello que tenga que ver con un funcionamiento lógico orientado a resultados. Entonces, es muy probable que te halles en lo que vengo a llamar un aristograma.

Las consecuencias de los aristogramas son todas aquellas esperables cuando un grupo de personas son consideradas como verdaderos siervos de la gleba por un señorío feudal que campa por la tierra impune y, en algunos casos, amenazantemente.

En un momento donde los modelos de gestión clásicos convulsionan de manera epiléptica, no hay que desaprovechar la oportunidad de subvertir ese modelo aristogramático y, si no acabar [no es fácil eliminar de un plumazo esta situación], desactivar al menos a tanta aristocracia poco útil para afrontar los nuevos entornos que estamos viviendo e impulsar aquellos retos que nos marcan estos tiempos en los que vivimos.

Para ello puedes seguir o hacer variaciones sobre los pasos que indico a continuación:

1.- Expón a la gerencia o a la dirección general la conveniencia de la actuación. Ten en cuenta que, normalmente, éste suele ser el único elemento de la aristocracia a quien le preocupan los resultados globales.

2.- Provéete de un bisturí y corta el aristograma entre lo que podríamos llamar directiv@s y mandos intermedios. Si, como yo, eres un fontanero puedes utilizar el cúter que llevamos por costumbre en la caja de herramientas.

3.- ¡¡No tires la parte de arriba!! una vez separado del resto cobra una utilidad inusitada, créeme [punto ocho].

4.- Selecciona de entre los proyectos de la organización aquellos de carácter transversal que requieran de esfuerzo por parte de los diferentes puntos del reino, marca o empresa.

5.- Mezcla la sangre noble con la sangre mercenaria montando un grupo mixto compuesto por algún mando intermedio, técnicos y personal administrativo donde queden representados los diferentes puntos de la organización. Estate alerta para que este grupo no supere las diez personas. Para mí, ocho es un número ideal, no me preguntes por qué, porque no lo sé.

6.- Propón un líder [responsable] de proyecto. Preferiblemente aquella persona con más cintura y capacidad para dinamizar al grupo [esto es saber callar y hacer hablar…] Esta persona es la que debería servir de enlace entre el grupo y el equipo directivo.

7.- Centra al grupo en la tarea de realizar un seguimiento y control del proyecto transversal seleccionado y de proponer mejoras a nivel de los procesos implicados. Este aspecto marcará la vida de este grupo. Lo interesante es que, de manera continua se puedan crear grupos distintos vinculados a actuaciones determinadas.

8.- Sitúa a los aristócratas más elevados en el escenario que les corresponde, es decir: analizando, valorando y validando propuestas, siguiendo el desarrollo de los grupos de trabajo y proporcionando aquellos recursos necesarios.

Si puedes llevar a cabo algo parecido, los beneficios que puede reportar a la organización son:

a) Resitúa al equipo directivo a un papel de valoración de propuestas y permite que se formen grupos operativos sin la presión que supone la presencia de cargos aristocrático/directivos.

b) Implica directamente a los diferentes niveles creando indirectamente difusores de información y prescriptores de la organización entre la línea de trabajo.

c) Aprovecha el conocimiento, iniciativa y, en suma, la potencialidad de todos y cada uno de los trabajadores de la organización.

En el caso de que no, de que no se puedan llevar a cabo acciones de este tipo o similares… vaya, si el aristograma es fundamentalista, no vale la pena esforzarse, es probable que tengan los días contados…

Viene al caso esta fantástica presentación que ya en su día nos recordó mkl en su post El futuro o el fin del management:



jueves, 2 de julio de 2009

De profesión: fontanero

En un discurso actualmente plagado de macro diseños organizativos, transformaciones varias y sabidurías difíciles, un servidor se plantea cuál es realmente su ocupación al sentirse totalmente fuera de lugar entre tanto sabio, protogurú y metagurú de las organizaciones. Y cavilando, cavilando he llegado a la feliz conclusión de que este sentirme ajeno se debe a que, realmente, lo que yo soy es un humilde fontanero organizativo entre mucho arquitecto.

Eso sí, humilde pero bueno que lo cortés no quita lo valiente. Que uno es un profesional y procura que a la organización no le salgan humedades después de la reparación y que, en el caso de abrir una brecha en la pared, hace lo imposible para no cargarse las baldosas, no sea que no se encuentren de repuesto y los habitantes de la casa les tengan un especial cariño o les recuerden a tiempos que no quieren olvidar.

¡Ei! y que hay garantía. Que se ha de comprobar que la reparación funciona y que conviene pasarse de vez en cuando por la casa para ver cómo está el tema, que en este mundo no hay nada que dure para siempre…

Conviene advertir que soy del tipo de fontanero de los de verdad, eso es que lee y se informa sobre nuevos materiales y tendencias para aconsejar si se ve conveniente… ¿qué puede saber el cliente sobre esto? ¡Para esto está uno! Aunque, la verdad sea dicha, no se encuentra de todo en todas partes y al final te has de apañar con lo que tienes más a mano para dejar una organización matizada en la que se pueda vivir.

Y, aunque admiro y respeto a todos est@s arquitect@s con los que me encuentro, con este porte y estos planos tan bonitos, tan difíciles y esta forma de hablar tan y tan bien que hasta te cuesta entenderlos, yo me siento muy a gusto con lo que hago y es que es un placer ver cómo fluye la información [o lo que sea que tenga que fluir] cuando les das a la llave de paso, y notas el alivio del cliente, …vaya, que no está nada mal eso de ser fontanero, hasta lo pueden entender tus hijos…