miércoles, 9 de septiembre de 2009

Eso no es un valle de lágrimas

¿Acaso no sería ideal que en los espacios de trabajo las personas se sintieran como en casa?

Quizás si el tránsito entre el propio hogar y la oficina no fuera como el tránsito entre mi casa y la casa de otro no se consultaría tanto el reloj para, literalmente, huir al final de la jornada. En este supuesto ideal, simplemente las personas se trasladarían como si de una habitación a otra se tratara…

Quizás algun@s no dejarían cosas tan importantes como la motivación en el maletero del coche o en la puerta de la entrada y no sentirían la urgencia por pasar a recogerla al salir del trabajo.

¿Qué valor aporta el insistir en diferenciar dos espacios a todas luces distintos? ¿No se tendría que insistir continuamente en disminuir estas diferencias?

Quizás deberíamos favorecer, en la medida de lo posible, que cada persona organizase su puesto de trabajo de aquella manera en la que se sintiera más cómod@ para desarrollarlo…

¿Qué mueve a decidir, por ejemplo, La organización del mobiliario de una oficina en la que va a trabajar otra persona? ¿Desconfiamos de que realmente se ajuste a criterios de calidad de servicio o de convivencia con las otras personas? Si es así, ¿cómo pretendemos que se nos crea cuando decimos que confiamos en nuestros equipos cuando se desconfía en algo tan básico como la disposición del propio puesto de trabajo? ¿No sería más…natural…unificar unos criterios, no sé, pongamos de visibilidad, atención, convivencia y, a partir de aquí, que cada un@ se lo monte como más le guste? ¿Qué puede pasar? ¿Que se vean espacios distintos? Pero, ¿no nos llenamos la boca con valores como la atención a la diversidad o aspectos tan relevantes para la riqueza del trabajo en equipo como lo son preservar las individualidades de las personas que lo conforman?

¿Cómo pueden ser creíbles conceptos tan gastados como el de empowerment en una organización que desconfía de los criterios higiénicos de las personas que la habitan? Quizás porque no estamos como en casa…

Otro aspecto sería el referente a las palabras utilizadas en la práctica diaria del management. Sin entrar en el tema de que la mayoría de ellas han sido desprovistas de su fluido vital y están absolutamente vacías por el exceso de ataques vampíricos que han recibido, cada vez que me mencionan la palabra comunicación, por ejemplo, no puedo dejar de pensar en aquello de vertical ascendente, vertical descendente, lateral, en diagonal, en el tema del emisor-receptor, canal, feedback y toda la pesca. Si una cosa me pareció especialmente potente cuando descubrí el
manifiesto Cluetrain fue la palabra conversación. En general, la fuerza de este documento reside en que suena realmente a humano. En casa ¿nos comunicamos o conversamos?

¿Por qué si lo natural [que es lo que le sale a un@ de dentro, así, espontáneamente] funciona, hemos de hacerlo difícil?

¿Cómo sería nuestra labor directiva si, en las organizaciones, las personas se sintieran realmente como en casa?
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La fotografía está tomada de IDEO. Un trabajador no sabía donde dejar su bicicleta y decidió colgarla del techo. Esperó a ver qué pasaba y, como nadie dijo nada, otros trabajadores hicieron los mismo…su director general [Tom Kelley] considera que se trata de eso, de que se pida perdón, no permiso...

8 comentarios:

  1. Hola Manel,

    Me has recordado la sección de mentiras de la Dirección de 'El Principio de Dilbert'... Cancamusa.

    Estupendo post una vez más.

    Un saludo,

    Jaime

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  2. Mejor pedir perdon que pedir permiso. Es muy bueno. El video de IDEO en el que diseñan un nuevo carrito de compra es bueno de principio a final. Conozco algun lugar dónde después de tener la habitación preparada para un espacio digno de las oficinas google se rajaron y... ya no sé el final de la historia. La ultima vez que estuve allí, la habitación permanecia desierta.

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  3. Yo creo que es necesario que una persona se sienta cómoda en el espacio de trabajo, pero tampoco tanto como si estubiera en casa. Al ntrabajo se va a trabajar y todos deseamos que acabe la jornada para realmente descansar en casa, que es el sitio, que en parte por la disposición a tu gusto y la tranquilidad que te da, te permite que realmente estés relajado.

    Si el lugar de trabajo fuera como nuestra casa, creo que rendiríamos menos. No por eso defiendo los lugares de trabajo "fríos", al contrario, pienso que uno ha de estar cómodo, pero tampoco en exceso.

    Un petó papa.

    Sara.

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  4. Una reflexión bordada. Como dice el refrán, "el hábito no hace al monje" y, de igual manera, los espacios tampoco hacen a las organizaciones. Pero sí debe funcionar a la inversa, porque cómo se distribuyen y organizan dice mucho de qué las mueve realmente. Resulta fascinante la correlación entre espacios físicos y mentales.

    No nos importaría siquiera dónde nos ubicamos, porque tampoco lo hacemos en casa. Dejarían de existir espacios para trabajar, espacios para descansar, espacios para reunirse. Transitaríamos fluidamente por un todo, con más naturalidad; con nosotros el conocimiento, las ideas... Y quien sabe si incluso el "buenos días" de la mañana acabaría siendo un deseo sincero y no una pura forma de cortesía.

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  5. Hace unos meses publicaste un post sobre las mudanzas. No sabía que estaba a un mes de tener que realizar la mia. La oficina donde trabajo, entró en remodelación y he tenido que sacar las cosas de 12 años de acumulación.
    Tu decías, que con los libros era suficiente y contesté que pensaba que ni eso. Es increible como uno guarda cosas, pensando que algún día van a ser útiles, o saca copias innecesarias; en fin se llena de montones de cosas. Estuve a punto de decirle al camión de la mudanza que fuera al basurero, pero no me atreví.

    Llené mi casa, la de mi mamá y el trastero de cajas que seguramente no voy a revisar. Cuando regrese, me voy a ir solo con la laptop y sus periféricos, nada mas.

    Igual, todo debe estar en Internet.
    (Por cierto, no me gusta trabajar en mi casa)
    Un abrazo,
    Alberto

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  6. @Jaime Izquierdo. Es cierto, puede tener un aire aunque no era la intención subrayar irónicamente una situación común…más bien era aprovechar el impulso del verano para reenfocar viejos temas… Por cierto, cada vez me gusta menos Dilbert…no aporta nada. Quizás debiéramos mirar hacia otro lado…ya sabemos lo que hay aquí…
    Un abrazo,

    @gallas Fantástico el video de IDEO. Y mira que ya tiene tiempo… Lo he utilizado varias veces para trabajar temas relacionados con valores y, por supuesto, con el trabajo en equipo. En ese lugar que comentas, algo me hace sospechar que se dejaron aspectos más importantes para el personal que la habitación en la que debían estar…

    @Sara, Le he estado dando vueltas a tu comentario y no puedo dejar de sentirme identificado con la mayoría de los aspectos que relacionas. Pero, en todo caso, que cada un@ decida el grado de [in]comodidad que necesita para trabajar ¿no?
    Un petó,

    @Anna, Tal cual! ¿Te imaginas? “me voy a teletrabajar a la oficina…”

    @Facility manager, El post solo va de hacer fáciles las cosas y no de entretenernos en hacerlas más difíciles y costosas de lo que, en realidad son. Creo que hay cierto gozo perverso heredado en ello…como cuando de niños jugábamos a maestros, lo primero que se nos ocurría era castigar a alguien…

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  7. Manel:
    Estupenda reflexión. Es totalmente cierto lo que dices. La tradición del management se empeña en "hacer percibir el poder" en los detalles, incluyendo vestuario y layaut. Un jefe de los de siempre impone normas en ambas parcelas. El caos creativo del "perdon en lugar de permiso" provoca espanto en mas de 9 de cada 10 directivos que conozco. Es una pena, pero seguiremos intentandolo. La biodiversidad en los espacios de trabajo es agradable, y me sugiere la misma sana informalidad de la "conversación".

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  8. @Amalio Cierto lo que comentas! La desconfianza es como el olor de un perfume que, a fuerza de llevarlo ni tan siquiera lo percibes. Es una constante a la que nos hemos acostumbrado tanto que, a menudo, obviamos su importancia en nuestra toma de decisiones y en nuestras actitudes. Supongo que es un tema atávico difícil de cambiar…a ver…

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