Ahora que, sumergido en este paréntesis estival, recapacito sobre algunas cosas fuera de lo común, pienso en los objetivos sobre los cuales se proyecta un blog y como éste va ganando en iniciativa y autonomía para acabar decidiendo sobre su propia forma a medida que se va desarrollando.
Aunque me consta que hay personas que afirman lo contrario, no creo que nadie escriba porque sí, esto es, sin que busque en un momento u otro ser leído y me cuesta comprender algunas manifestaciones como “yo escribo para mí y lo cuelgo en Internet aunque me da igual si se lee o no, porque escribo para mí…” porque mis modestas entendederas no llegan a que alguien se tome las molestias de hacer públicos sus escritos sin intención de que estos sean, pues eso, públicos.
Una cosa es ser accesible a todo el mundo y otra cosa muy distinta es escribir para todo el mundo. Nos guste o no escogemos conscientemente el vocabulario o los temas a sabiendas que los entienden o pueden resultar interesantes a determinados colectivos más o menos amplios. De hecho, para algunos, quizás sea más fácil saber para quién no se escribe que, a fin de cuentas, viene a ser lo mismo.
Sea como fuere, cuando una persona, aunque sea en la oscuridad más cerrada, se pone a hablar siempre tiende a imaginarse a alguien que le escucha. Y a este alguien es inevitable incluso ponerle una cara…
Cuando me planteé este blog, al menos en mi caso, lo que buscaba era compartir con colegas o con otros profesionales con los que normalmente trabajo (mis clientes) ideas entorno a mi actividad profesional. Mi intención era mantener un contacto que no requiriese de mi presencia física continua y que girase entorno a mi manera de entender el oficio o a aspectos que desarrollo en su ejercicio.
Quizás haya alguien que vea también algún objetivo comercial aunque todos sabemos que, este tipo de consultoría se transmite a partir de la prescripción de personas con las que ya se ha colaborado y a partir de resultados obtenidos. De todas maneras, y para ser sincero, sí que he intentado fortalecer las relaciones de confianza pronunciándome ante determinados temas, mostrando mis inseguridades e incluso charlando sobre temas no profesionales [off-topics]. Me parece un buen método y no veo nada de malo en ello, más bien todo lo contrario.
Pero al menos en algunos casos creo que, llegado el momento, los blogs pueden llegar a usurpan el lugar de sus autor@s [tal cual le pasó a Conan Doyle con Sherlock Holmes] y les someten en función de intereses propios e insospechados. Con el tiempo algo empieza a palpitar con autonomía, cobra súbitamente vida y, de la misma forma que pasa con el sistema que utilizamos para etiquetar, cualquier diseño o planteamiento se ve sepultado o, como mínimo, teñido de un no sé qué orgánico que le confiere una personalidad propia al blog. Y así como Frankenstein cobraba vida a través de una descarga eléctrica, en los blogs surte el mismo efecto el feedback que reciben de aquell@s que los siguen.
La conversación es el determinante del rumbo que puede adoptar un blog. Y al margen de lo que se diga, de que si la conversación y el debate, de que si no sirven de nada y hay que desconfiar de los comentarios que no aportan discusión o complementan el post, etc., es la presencia del otro lo que le confiere algún sentido a esto de escribir… vaya, que hasta el náufrago espera una respuesta después de enviar su mensaje en una botella ;-)
Mucho se ha escrito ya sobre esto de los comentarios [creo que Amalio tiene algunos posts magníficos dedicados a esto] y todavía oigo en boca de algunos colegas eso de que se están tomando muy en serio eliminar la posibilidad de comentar. Suelen alegar algo relacionado con la calidad o profundidad de las aportaciones. Yo… ¿qué queréis que os diga? a mí me da vida que se comente en el blog y me encantan los comentarios agradables, cariñosos, que complementan o se suman a lo que se expone y me aburre enormemente el juego de las argumentaciones y contra argumentaciones así como me irrita sobremanera que a discrepar se le llame conversar, no sé, hay como algo de políticamente snob en todo eso…
Y además hay aquello de que, a este colectivo que obsequia con su atención y/o respuestas, de alguna manera siempre se puede sumar la presencia de aquella persona desconocida que, así de repente, se deja aterrizar por aquí y que, quién sabe qué efecto tendrá sobre el futuro de este blog y en el qué y para quién escriba…
Soy una "comentadora" de blogs, me gustan los intercambios amistosos, incluso las discrepancias cariñosas, soy una "adicta" a las interelaciones, porque una vez lei "no somos individuos, somos relaciones" y ..... me resonó .... creo que aprender de otros seres humanos es lo que he venido a hacer a esto tan "raro" que llamamos Vida.
ResponderEliminar¡Ah! y a escuchar relatos, a eso también he venido.
Buenas tardes.
ResponderEliminarYo como lectora de este artículo, me doy por aludida en lo que me toca, y me provoca comentar. Entiendo que un comentario siempre que no sea lascivo, enriquece, y si se da la opción a la opinión, es decir, "haga su comentario", supongo que nadie debe darse por ofendido. En caso contrario, siempre se puede "capar" y no dar opción a que alguien deje su huella en un post. Discrepar es enriquecer, es otra visión, otra opinión distinta que puede dar que pensar, o no. En cualquier caso, leo y dejo mi sello. Me gusta opinar.
Saludos.
Jajaja... doy fe de que Juana es una comentadora de blogs, así la conocí yo y un día hasta pude hacerle de carne y hueso en Madrid. A mi me lo preguntaron una vez en e-RAS (revista de administración sanitaria) y esta fue mi respuesta: TODOS NECESITAMOS ALGUIEN QUE NOS MIRE. Más detalles de aquella entrevista en http://www.opinionras.com/index.php?q=node/2059
ResponderEliminarUn saludo,
Gusta escribir porque gusta leer. El que escribe un blog, seguro, tiene mucha lectura cotidiana, de novela, poesía, cómic o contenidos varios que obtiene a partir de otros blogs.
ResponderEliminarY gusta leer, en parte, porque gusta escribir. La inquietud por las letras, tengan el contenido que tengan, provoca pensamientos. Y los pensamientos generan el deseo (sí, deseo) por transmitirlo, compartirlo... ¿exhibirlo?
¿Los comentarios? quizá sea el mejor feedback, la muestra más entrañable de saber que sí, que hay gente que no sólo te lee sino que también le interesa, de verdad, lo que escribes.
No es lo mismo comentar que retuitear. Al comentar en un blog uno sabe a conciencia que entra en el dominio privado de otro para entablar un diálogo o para, simplemente, decirle a ese: oye tú, me ha encantado esto y fíjate que aquí estoy, dándote mi tiempo para que sepas que me gusta lo que haces. El retuiteo, a menudo, bajo la excusa de "compartir conocimiento", esconde un mero exhibicionismo de la capacidad lectora de sí mismo.
Me enrollo Manel, me enrollo.
Un abrazo desde el sur.
Vaya, Manel, me tiras de la lengua, compadre. Has escrito un todo-en-uno, porque tratas varios temas distintos, y que me interesan mucho. Yo me voy a enrollar, ya sabes que soy otro “comentador”, así que con tu permiso :-)
ResponderEliminarEs cierto, si solo posteas para ti, y no te interesa que te lean, mejor escribe un Diario, uno privado de esos a los que se le pone un candadito. Está clarísimo.
Pero la “intención pública” de un blog tiene matices. La gracia de este “género” está en la espontaneidad, en escribir también lo que te apetece, e incluso imaginarte a veces que “escribes para ti”, sin pensar en un tipo de lector, porque eso genera identidad (me he llevado gratas sorpresas en post “onanistas”, de esos que he escrito liberado de la presión de que se lean).
¡¡Por supuesto que la conversación es determinante!! Eso es lo que a mí me alimenta. Capar los posts de los comentarios me parece un desperdicio. El autor que lo haga se pierde lo mejor, y yo le recomendaría que escriba artículos en la prensa escrita.
En blogs como los nuestros siempre hay un efecto profesional-comercial, que curiosamente aumenta mientras menos te lo planteas como objetivo.
Qué gozada recibir un comentario agradable, cariñoso, a mí me encanta, y lo disfruto un montón. Pero no me aburre el juego de argumentaciones, más bien todo lo contrario, si es inteligente y respetuoso. La “discrepancia cariñosa”, como dice Juana, me parece muy estimulante, y yo la veo como una forma más de conversación.
Gracias, amigo, por la reflexión. El género del “meta-post” me encanta.
Por cierto, gracias por la mención
Un abrazo!!
Déjalo fluir ;-)
ResponderEliminarEnseguida me ha venido a la mente un fragmento de una canción de Barricada que dice "No sirve de nada gritar en el desierto si no hay paredes donde retumbe tu voz". Y es que yo también opino que tod@s escribimos para ser leídos, aunque le demos desigual importancia al número de lectores que consigamos. Particularmente, a mí no me obsesiona ser leído, aunque me gusta saber que lo que digo le ha podido interesar a alguien, seguramente porque no escribo con regularidad y porque considero que mis aportaciones son de poco valor, pero insisto, me gusta saber que alguien ha dedicado parte de su valioso tiempo a "escuchar" lo que yo he dicho.
ResponderEliminarQuizás los blogs puedan llegar a tener vida propia, como dices, pero es una vida íntimamente ligada a la existencia que le ha otorgado su creador; en el caso de cumclavisblog, no me cabe ninguna duda: esto es "Manel en estado puro"!
Un abrazo.
@Juana, Ahhhh…los relatos…. Qué bueno que estés ahí Juana!
ResponderEliminarBuenas tardes @Begoña,
ResponderEliminarNo suelo visitar blogs donde no se da la opción a comentar. Estoy completamente seguro que debo perderme cosas muy importantes pero…no sé, no acabo de sintonizar con estos espacios…
En cuanto al discrepar tampoco estoy en contra [por supuesto], quizás con algunos estilos que suenan a cabreados sí y, por lo que suelo ver, no gustan a nadie. Tampoco sintonizo con la gente que milita en la discrepancia suele llevar a terrenos improductivos. A mí lo que me va es la construcción conjunta y si una conversación lleva a eso pues cojonudo!
Por como comentas no deberías sentirte aludida :-) Un abrazo,
@Iñaki, …Y A QUIEN MIRAR… ¡Muy buena la entrevista! Me consta que Juana es una comentadora de blogs y una muy buena acompañante en estas “páramos dospuntocéricos”. Espero poder desvirtualizarla también muy pronto. Un abrazo,
ResponderEliminar@Nacho, Introduces la idea interesante de que detrás de l@s autor@s hay un enredo de letras…y, de hecho, a aquell@s que he llegado a conocer bien son grandes lector@s. Totalmente de acuerdo que el mejor feedback viene dado por los comentarios y añadiría que incluso se teje una red de afectos/conocimientos increíble. Sin ir más lejos nosotros hemos entrado en contacto y hemos colaborado a partir de estos escenarios.
ResponderEliminarTambién coincido con lo que dices de los RT, de hecho Twitter aporta elementos a los blogs pero también les resta aspectos muy importantes…
¿Podrás creerte Nacho que mientras leía tu comentario era como si te oyera y viera hacerlo directamente? Me ha encantado, no sabes cómo, verte por aquí. Un abrazo,
@Amalio,. En el blog, suelo dedicarle atención a lo que me apetece. Ahora bien, menos en algunos post y, por supuesto, en los Off-Topic, sí que suelo tener en cuenta el grado de importancia, conocimiento o experiencia que pueda tener un colectivo determinado que sé que sigue el blog. Para mí este blog no es un espacio de catarsis, suelo tratarlo como una extensión agradable de mi trabajo. Por eso quizás contengo un poco [no creas que demasiado ¿eh?] mi espontaneidad, aunque he podido comprobar en tu propio blog lo que comentas aquí y creo que tienes toda la razón y podría liberarme un poco más. ¿Sabes que de montar equipo, seguramente acudiría a personas con las que me he relacionado aquí? [sé que los sabes ;-)] Es fuerte el impacto de los comentarios [ y de los post] evitan un poco el maquillaje con el que se camuflan ciertas relaciones presenciales…
ResponderEliminar@Julen, Seré agua en una pendiente…;-)
ResponderEliminarEi @Juanka! Quina alegría veure’t per aquí!! Coincidimos en la importancia del contraste. Personalmente no creo que el interés esté relacionado con el valor de la aportación [no me queda claro que la palabra “valor” valga los mismo, en todos los casos, para todo el mundo]. Creo que tiene más que ver con la frescura y espontaneidad con la que se puede comentar a lo que expone el autor. Tengo claro que posts muy técnicos y currados pueden solo despertar el sonido del viento en el desierto y el roce áspero del rodar de alguna ulaga…;-) Personalmente creo que tienes un estilo muy fluido.
ResponderEliminarRespecto a la importancia o no de lo que se escribe ¿Cuánto tiempo necesita un post para caducar? Sí, ya sé que lo podemos invernar en Delicious, pero ¿Cuál sería el periodo crítico a partir del cual un post ya no se suele comentar? ¿3, 4 días? Por mucho que se diga, un post que ya no reclama contraste pasa a ser un escrito, más o menos genial, pero sin aliento. Esto se ha de tomar en fresco porque caduca muy rápidamente, ¿verdad?
Un abrazo, Joanka, a ver si coincidimos pronto ante un café :-)
Manel, me ha gustado la reflexión. A veces el día a día de un blog no permite pararse a pensar para qué y para quién escribe uno.
ResponderEliminarEn mi caso, escribo principalmente para compartir con los demás lo que voy aprendiendo cada día, principalmente sobre lo que leo y converso en otros blogs.
Y me agradan los comentarios que me hacen, sobre todo cuando quien lee el blog y también ha aprendido algo.
Los comentarios en los blogs son un bien escaso. Si creemos lo que dice Nielsen sobre la pirámide de participación 90-9-1, sólo un 9% de las personas participan comentando en blogs o en redes sociales. Así que cuando llega un comentario es que hemos conseguido conectar con alguien de ese 9%, o bien hemos conseguido motivar a una persona para que escape de ese 90%.
Un abrazo.
@Alberto, Gracias por comentar. Me ha gustado esto de conectar con el 9% o rescatar a un@ del 90% ;-)
ResponderEliminarSí que es cierto que entre seguir y comentar hay un decalage importante, no sé de qué depende ya que no creo que todo se deba al interés del post o a la dificultad para trasladar una opinión. De hecho hay blogs donde se comenta una barbaridad, a veces parece que con la sola intención de dar a conocer a quien escribe que se le está siguiendo…sí, la fama en la red quizás es también uno de los múltiples determinantes que inciden en esto de los comentarios en los blogs junto con la falta de compromiso que, el anonimato como lector, te da sobre tu respuesta…
Me gustó mucho el post, Manel, así que te dejaré un comentario de una de esas personas desconocidas que un día, de repente, se dejan caer por aquí y valoran mucho, mucho, no el futuro que su comentario tendrá en el blog, sino el futuro que el blog tendrá en la comentadora... :-) Y es que hay, para mí, un antes y un después de muchas y muy buenas lecturas blogeras y a veces hay que agradecer. Pues eso, mil gracias por escribir.
ResponderEliminarMil gracias a ti Marta por pasarte por aquí y por este comentario tan generoso y agradable. Un abrazo,
ResponderEliminarPara mí, un comentario en mi blog es un regalo: otra persona ha pensado en mí (somos, también, lo que escribimos) durante unos minutos de su vida que podría haber dedicado a hacer cualquier otra cosa y, lo que es mejor todavía, se me ha “mostrado” con una observación que, como todo lo que te delata, le ha puesto en situación de riesgo.
ResponderEliminarNo hablo de los comentarios que se hacen para testimoniar que se sigue a alguien, ni de los que son un abrazo amistoso, ni de los que llevan el obsequio (a veces envenenado) de un halago dentro; hablo de los que contienen una reflexión inducida por lo que yo he escrito previamente… aunque no coincida con lo que yo pienso. Te diré más: ese comentario que mejora mi entrada, complementándola o aportando otro punto de vista, es el que más valoro. Sabes de lo que hablo… ¡tú los haces cuando me visitas! :-)
Gracias por el post. Incita a la reflexión y a plantearse preguntas… y eso es bueno siempre. Un abrazo.
@Francesca, Coincido con lo del regalo especial por lo arriesgado que puede suponer esto de comentar. Conozco tu estilo por la forma de llevar tu blog y me consta que lo que dices es tal cual lo piensas y lo practicas. La “gestión de los comentarios” también requiere de su arte, independiente de la de escribir posts, y en esto eres una maestra. Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo,
ResponderEliminarHola, Manel:-)
ResponderEliminarPuntualizo por si no se ha entendido mi comentario: me encanta comentar y dejar que los pensamientos del momento fluyan:-).
Este, tu blog, lo acabo de descubrir, y mi autoalusión es positiv@, en caso contrario no realizo comentario, porque no me "llama".
Volveremos a vernos por aquí, seguro:-)
Un abrazo.
@Begoña, Gracias! A ver si consigo aportarte y así beneficiarme de tu opinión y compañía, un abrazo
ResponderEliminarVaya... me veo reflejada en eso de que hay gente que afirma que escribe para si misma. No es que no me importen los comentarios, las lecturas o lo que el blog pueda contribuir (si es que lo hace alguna vez). Pero es que escribir en él es el único mecanismo que me obliga a pulir ideas, a darle dos vueltas más antes de hornearlas, a ordenarlas y descartar lo que es superfluo. De no hacerlo, vagarían eternamente por mi cabeza, inconexas y en bruto. Pero sé que cualquiera de ellas que acabe en forma de post habrá pasado un proceso de destilado [más o menos afortunado], algo a lo que me cuesta enfrentarme sin el imperativo de un post.
ResponderEliminar@anna, sí, ya lo hemos hablado varias veces. Así y todo, ese imperativo al que haces referencia seguramente está marcado por la presencia del otro…no sé, después de leerte me cuesta ver que te tomes tu tiempo y “te” escribas de este modo sólo para ti misma. Yo creo que, en distintas proporciones, en tod@s nosotros conviven un abanico de intenciones en eso de los blogs…
ResponderEliminarHola Manel:
ResponderEliminarCreo que uno se deja llevar por todo lo que acompaña a la 2.0, y al final, uno se deja llevar, por donde se está ubicado en la web o por que tanta influencia se tiene. La tecnología lo ayuda, pues cada vez hay mas herramientas, y ya los blogs pasan a ser páginas web de sus autores y hasta algunos llegan a vivir de eso.
Por otra parte, están los poetas (sin ir muy lejor, tu mismo), que tratan en lo posible de encontrarse cada vez más y nombrar palabras, que ya quiséramos haber dicho nosotros mismos.
Lo de la respiración de la Eglesia del mar, es tan propio, que parece que se hubiera creado de mis pensamientos, y así se agradece.
¿Para qué sirve un blog? Pues a veces, para encontrar las palabras perdidas, que en la cotidianeidad no se consiguen, por el azar de la vida misma.
Que el blog cobre vida propia, me parece bien. A todos nos hace falta esa vida. Por lo menos, a los que te leemos.
Un abrazo,
Alberto
@Facility Manager, En esta miscelánea del dospuntocero asiste uno a todo incluso, como bien dices, a la profesionalización de este tipo de espacios. Gracias Alberto por este feed-back. Ya me gustaría ser poeta, ya… Un abrazo,
ResponderEliminar@Alejandro, En eso coincidimos. Y además cierran el círculo de su razón de ser.
ResponderEliminarManel: gracias por esta entrada. Me sirve para entender algo de lo que me pasa con mi blog, ... o ¿será lo que le pasa a mi blog conmigo? :-)
ResponderEliminar@eugeniomolini, Si un día los blogs se sublevan...ríete del Planeta de los Simios o de I Robot ;-) Un saludo
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