Llegué a tener casi un blog por proyecto y los utilizaba para comentar aspectos que habían quedado en el aire a lo largo de la sesiones de trabajo, compartir materiales y, en algún caso, relacionar, a partir de los temas tratados, a equipos distintos pero con inquietudes similares.
Mientras escribo esto pienso que este fue el primer síntoma de una gran transformación, no tan sólo en la metodología o en las herramientas que utilizo, sino en el núcleo más profundo donde hierve el magma de los conceptos y los valores en los que se apoya todo mi trabajo ya que, paralelamente a la integración de estas tecnologías, empecé a desarrollar un lenguaje distinto desprendiéndome de una terminología que se me iba antojando, cada vez más, gris, rígida y sin espíritu.
También y como si cada cosa llevase a la otra, las relaciones con aquellas personas con las que trabajo cambiaron. Realmente fue como si, caída la barrera del lenguaje, descubriera a las personas y viéndolas pudiese establecer verdaderas relaciones de colaboración donde ambos arriesgábamos y aprendíamos.
Hoy he sustituido los blogs por wikis, de hecho tengo prácticamente una por proyecto, una buena costumbre más que he adquirido gracias al contagio de un buen colega y sobre todo amigo. Y no hay acción que conduzca que no gire en torno al conocimiento, experiencia y opinión de las personas que participan en ella. Voy a todas partes cargado con mi rollo de papel, Post-Its y rotuladores para después plasmarlo todo en mapas mentales que cuelgo inmediatamente en la correspondiente wiki. He pasado de ser un consultor de los de respuesta para todo a un demiurgo de la conversación, de la colaboración y del compartir, completamente entregado a hallar la manera de devolverles a las personas la confianza en su capacidad para hacer realidad sus propios objetivos.
Y por primera vez en toda una vida profesional he visto resultados colaterales inmediatos muy potentes que van más allá de haber formalizado un proceso, hecho entrega de un informe o dado una charla amena. Resultados como los siguientes:
> La valoración del proyecto no se ciñe tan sólo a los objetivos definidos sino a lo aprendido a través de la metodología utilizada.
> El cómo se hace gana tanto protagonismo como el qué se persigue. La conversación y la reflexión conjunta adquiere sentido apostando por ello y dedicándole tiempo.
> Se genera una gran satisfacción en la obtención de resultados a partir de procesos de este tipo amen del aumento de confianza en el equipo y en las personas que esto supone. Hace poco y por segunda vez en un año, concretamente en el marco de la elaboración de un Plan Director, los participantes han agradecido públicamente la posibilidad de participar activamente en el proyecto. “Gracias por dejarnos sacar lo mejor de nosotros mismos” dijo uno de ellos...
> Algunos de los grupos con los que he trabajado han incorporado posteriormente herramientas equivalentes a la wiki con la que trabajamos en el proyecto [herramientas de Google mayormente] para salvar distancias de relación y optimizar su conocimiento.
> Muchas de las personas con las que colaboro han incorporado en su barra de herramientas y usan de manera habitual aplicaciones con las que trabajo normalmente para compartir recursos o esquematizar ideas.
En fin, que lejos de coronar mi madurez profesional con un mantra de máximas y consejos para neófitos en esto de la consultoría me veo investigando de lleno en metodologías y técnicas, revisando conceptos, descapitalizándome y volviendo a capitalizar conocimiento en un excitante bucle que no parece acabar nunca…
Gracias Manel.
ResponderEliminarTe leo y hago dos viajes:
Uno es el de continuar la conversación a través de wikis y blogs. Estoy experimentando. No consigo una gran participación. Se convierten en una bitácora que recoge proceso y contenido. Y después de fustigarme por no conseguir más implicación empiezo a destacar esa virtud de estos espacios.
El segundo el de la noformación y la noconsultoria. Aqui también sigo arriesgando. Apenas me protejo ya por grandes presentaciones. En esta manera de trabajar tengo diferentes sensaciones. Creo que es vital acertar con las preguntas. Atar bien los objetivos. No sé si a priori, creo que tiene que ver con escuchar mucho al grupo y provocar reflexión desde las necesidades expresadas.
Seguimos conversando
Un abrazo!!
Asier
Aprendí que si compartes, la totalidad es mayor que la suma de las partes, porque hay zonas que no estaban antes de que todos nos juntásemos ....
ResponderEliminarTambién se que si sacas lo mejor de ti, los demás sacan lo mejor de ellos y, la suma total suele ser mayor de lo imaginado ....
Incluso cuando fracasas en un grupo, la lucha sirve para más adelante ....
He utilizado (y utilizo) blogs para todo tipo de temas: tesis doctoral, formación y captación de moderadores para las CoPs, clases prácticas e incluso establecimiento de relaciones de confianza entre personas que deben trabajar juntas en otro entorno paralelo… Son herramientas útiles porque permiten, de forma sencilla, acompañar a la gente en el proceso de pasar de la teoría que les explico, a la práctica que deberán aplicar ellos.
ResponderEliminarSupongo que al final todos hacemos lo mismo: guiar en ocasiones, acompañar las más de las veces, a las personas que realmente saben, para que entiendan lo que pueden hacer si utilizan de otra forma el conocimiento que YA poseen y las habilidades que YA han adquirido con la experiencia acumulada.
Suelo definirme ante los integrantes de las CoPs como ese compañero de viaje que ya ha ido a un sitio y por eso (y no por ser más listo, ni por conocer el camino óptimo… ¡vete tú a saber donde parará la excelencia!) se mueve con más confianza que el resto del grupo... y poco más. Necesito que entiendan que les respeto y que, al final, el conocimiento que importa es el suyo, mientras que el mío es solo un apoyo para que el primero aflore… me temo que voy directa al bucle ese en el que tú ya estás metido :-)
Demiurgo es una bonita palabra. Bonito post Manel, ¡enhorabuena!
@Asier, Tienes razón en que blogs y wikies aparentemente se convierten en bitácoras que recogen proceso y contenidos [lo recogen y lo mantienen presente de manera continua]. Yo tengo experiencias distintas desde la lógica baja participación hasta participaciones máximas. Todo depende del grupo y de la actividad que está supeditada al escenario de la wiki…también de la voluntariedad… [yo ahí es que, sin exigir, a veces aprieto… ]
ResponderEliminarTambién coincido con tu reflexión sobre la importancia de la pregunta en [no]formación o [no]consultoría pero ahí está lo más interesante de nuestro trabajo demiurgico ¿no? Cada vez estoy más convencido de que este es el camino, facilitar que la gente ponga en juego la que ya sabe…Me apetece muchísimo seguir investigando en esta dirección y profesionalmente creo que nos va a dar mucha satisfacción.
Seguimos Asier, me encanta saber de ti…
Un abrazo
@Juana, A mí, esta aproximación me ha supuesto un trabajo de humildad muy refrescante y sano ya que la vinculo muchísimo con la “honestidad”. Además está línea me empuja a profundizar en el ser humano lo cual me devuelve a mis inicios. Lo vivo como si estuviera describiendo un círculo completo y me hace sentir muy satisfecho…
ResponderEliminarGracias por acompañarme en el blog, Juana.
@Francesca, Cambiando el orden que suelo darle a los comentarios, lo primero es decirte que me ha dado muchísima alegría verte de nuevo por aquí! :-)
ResponderEliminarRespecto a lo que comentas, quizás sí que algún@s hacemos lo mismo pero no estoy tan seguro que tod@s lo hagan. Y no me refiero a aquellos profesionales que suelen erigirse como gurús ya que al menos son coherentes con una forma de conceptualizar las relaciones de desarrollo o de aprendizaje [formación en muchos casos…] sino a aquell@s que bajo el concepto de “facilitación” enmascaran su incompetencia gracias a llenar espacios mediante la dinámica de otros. Eugenio Molini en un post muy acertado les llamaba “diletantes”. No sé en tu campo pero en el mío abundan a mogollón [como los coach y los community m…]. Estamos de acuerdo en que favorecer la participación y orientarla a un resultado concreto es un tema arriesgado y complejo y exige, por ello, un estudio y un esfuerzo importante, en la línea que apunta Asier.
Demiurgo me gusta por la parte anónima pero determinante que tiene en la función [uno todavía es un poco presumido...;-)]
Lo dicho…vuelve!…:-)
Tienes razón con lo de los "diletantes" (sospecho que Eugenio Molini debe ser mucho más educado que yo, que los llamo directamente "fantasmas" y me quedo tan contenta), uno de los problemas en los entornos colaborativos es que la gente actúa como si la participación fuese el objetivo, cuando solo es un medio para alcanzarlo (es como cuando oigo a alguien hablar de fútbol y se quejan porque los jugadores no corren... vale, que corran, yo de eso no entiendo, pero me parece que lo que cuenta es que metan goles ¿no?).
ResponderEliminarMuchos de esos "fantasmas" ni siquiera distinguen entre las diferentes formas de medir la actividad de la gente y mezclan colaboración activa con ruido perturbador... en fin... ya me he vuelto a liar con un comentario largo... y no quería :-)
La culpa la tienes tú, por insistir en que vuelva... ¿has visto qué poco he tardado? ;-)
Manel:
ResponderEliminarGenial el mosaico de imagenes. Proyecta el espíritu del post. Estamos en sintonía pero tengo todavía que aprender mucho de gente como tu. "Sacar lo mejor de cada uno" es el mayor elogio que pueden hacerle a un profesional, así que me alegro mucho por tí.
Gracias por compartir tus métodos
un abrazo...
@Francesca, y es que hay que pensar que favorecer y trabajar en entornos de participación y conversación orientados a resultados concretos, al menos en el ámbito del desarrollo de organizaciones, requiere de principios y convicciones contrastadas así como de maestría artesana, en el sentido #redca de la palabra… :-)
ResponderEliminarGracias por recomentar Francesca, un abrazo,
@Amalio, “Gracias por dejarnos sacar lo mejor de nosotros mismos”se lo dijeron los participantes a la dirección de la Organización que había apostado y arriesgado por este tipo de metodología. De todas formas, sí, me sentí igualmente satisfecho como consultor por haberla propuesto y conducido…
ResponderEliminarPor lo que se de ti Amalio a partir de lo que escribes y de lo que hemos hablado y compartido personalmente, no creo que tengas que aprender más de mí que yo de ti y este, a juzgar por la diversidad de caminos y actividades, va a ser un tema recurrente en esta magnífica red de consultoría que estamos impulsando. Un bucle fantástico en el que girar y girar…
Gracias por comentar, un placer tenerte siempre por aquí
Sigo aprendiendo de los que sois avanzadilla a practicar ese delicado equilibrio. Demiurgo es un vocablo bonito, lleno de sentido, aunque facilitador tampoco me disgusta: al fin y al cabo, son las personas que lo hacen las que dan brillo y esplendor a la etiqueta. En tu caso, no me cabe duda de que sea así. ;)
ResponderEliminarGracias por el comentario Anna. Facilitador no me disgusta pero…hay tantos… Una palabra gastada hasta la saciedad como la de “acompañar”…aún así, insisto, no te falta razón y me gusta el término. A mi “demiurgo” me gusta porque uno de sus significados es “artesano” y además porque se relaciona con el “todo” [“entidad que, sin ser creadora, es impulsora imprimiendo movimiento…”] Otra razón por la que me gusta es porque suena raro y a antiguo, vaya, que no es nada atractiva como para que se la apropie esta horda de “diletantes” [en terminología E.Molini] o “fantasmas” [gran salto descriptivo realizado por Francesca] más preocupados por la “marca personal” que por aprender o simplemente hacer las cosas bien.
ResponderEliminarHa sido todo un placer encontrarte y poder leerte
ResponderEliminarBesos
nela
Gracias Nela!! :-) Un beso,
ResponderEliminarmanel