sábado, 17 de septiembre de 2011

La reputación

Hubo un tiempo en el que una reputación profesional determinada era el resultado de un trabajo realizado debido a su calidad, a su cantidad, a su singularidad o a todo a la vez. Hasta hace relativamente poco era sencillamente impensable que alguien intentara poseer una reputación sin habérsela labrado antes… era como pretender sacar humo por la chimenea sin haber quemado antes leña en el hogar. A los que lo hacían se les llamaba directamente embaucadores.

En esta misma época quedaba mal que alguien proclamase a los cuatro vientos su buena reputación. Se daba por sentado que era algo que te ganabas tú pero de lo que hablaban otros, supuestamente aquellos que conocían de cerca la calidad, cantidad o singularidad de tu trabajo. Darse autobombo proyectaba sobre la persona la siniestra sombra de las posibles causas que ocasionaban aquella orfandad socio-profesional. No, lo normal y deseable era llegar a conseguir que alguien cantase tus virtudes mientras tu intentabas restarle importancia con un “quita, quita” de falsa modestia.

Parece ser que la reputación así entendida está adquiriendo el color sepia de las fotos de antaño, ya que las nuevas tendencias apuntan sin ningún pudor hacia una dirección diametralmente opuesta. De alguna manera, se está dando un giro de 180 grados y la reputación profesional ya no ha de ser el resultado de nada sino que, en sí misma, puede ser causa y origen de todo sin que, para ello, medie nada más que no sea el maquillaje grandilocuente y amplificado por la tecnología puntocero actual.

Así pues, a nadie le extraña ya que en lo que prendía ser una red profesional seria como era el caso de LinkedIn, haya quien pida una recomendación profesional a personas con las que tiene una relación superficial y que desconocen absolutamente los valores, las realizaciones o la manera de proceder, por no decir a la misma persona que hace la petición. Todo indica que una recomendación en LinkedIn es ya tan fiable como un amigo en Facebook.

También es un hecho que empiezan a ser legión aquellos que se dedican en cuerpo y alma [¿alma?] tan sólo a la creación de lo que llaman su “marca personal” pero que, en demasiados casos, no es más que un tecno-encantamiento con el que se pretende conseguir los beneficios de una reputación que, como decía al principio, hasta no hace mucho sólo se conseguía a base de un ejercicio profesional realizado y probado.

Un encantamiento que realizan, no pocas veces, aprendices de brujo que por auto-desconocimiento llegan a ser víctimas de las mismas fuerzas que despiertan, a creerse con arrogancia lo que predican y a exigir un reconocimiento a la altura de la reputación que se han inventado… Vaya, un coñazo más para sumar a la no poca suspicacia que ya despierta mucha de la actual oferta profesional.

17 comentarios:

  1. Esto me ha recordado una cosa que mi marido comenta con bastante frecuencia, antes los políticos cuando les preguntaban por la valoración de su mandato decian: "a los demás es a quien tiene que preguntar eso, uno solo explica las medidas que ha tomado"

    Parece que no "está de moda" decir que la valoración la han de hacer los demás, estamos perdiendo la capacidad no de criticar, que se nos da genial, más bien la capacidad de autocrítica .... por sus hechos los conoceréis, que decía Jesucristo .... definitivamente estoy antigua ....

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  2. M'ha recordat aquesta cançó de quan jo era jove sense llegir el post.
    http://blip.fm/profile/tonapou/blip/73147689/Loquillo+Y+Trogloditas%E2%80%93La+Mala+Reputaci%C3%B3n
    Una vegada llegit, també.

    Hem parlat prou vegades de l'honestedat de les persones, de què en això de mostrar-se com un vol què se'l vegi pot resultar en certs entorns i què no ens podem refiar de la gent què diu què fa coses però què no sap explicar com els ha fetes ni quins resultats ha tengut.

    Crec honestament què els què estam aquí per quedar i perquè és un mitjà de guanyar-mos la vida què ens agrada, som els què ens prenem la llibertat de no estar pendents de marques personals ni de reputacions online. Ens interessen les relacions honestes offline què hem pogut iniciar online.

    I crec què si un client se deixa enlluernar per una reputación online basada en números i visibilitat, és què aquest client no és nostre. Me recorda taaaaaaaaaaaaaaant a quan els timats per Gescartera deien: però com no ens haviem de fiar d'un senyor tan ben vestit i amb un rellotge tan gros i tan lluent?

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  3. Quin bon anàlisi malgrat que desprèn una certa malenconia, no?... quan comencem a enyorar els valors "d'abans" no serà que ens comencem a fer grans?

    Només és una pregunta.
    Implicada.

    Perquè coincideixo de ple amb les teves reflexions sobre la reputació, de la mateixa manera que coincidim -em sembla- en l'apreciació de la "integritat", un altre valor clarament demodé.

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  4. En la vida profesional tradicional la reputación se gana bien por el buen hacer a lo largo del tiempo o por el sistema acelerado de dedicar una parte importante del tiempo de tu trabajo a la venta personal interna y externa. Y la verdad es que este grupo progresa rápido, aunque al cabo de varios éxitos la burbuja explota si no hay nada detrás.

    En la red ocurrirá lo mismo ya que no deja de ser un canal más de comunicación. Lo que pasa es que su alcance es mayor y más rápido.

    La parte positia es que si tienes un valor real, no te hace falta emplear tanto esfuerzo en darlo a conocer. La propia red da y quita a quien se lo merece. Pero si tienes un valor y no estás activo en la red no dejas de ser un tesoro oculto.

    Por cierto que la ética y los valores no han de aparcarse al estar en la red. Yo no he pedido ni dado una recomendación si no lo creo totalmente merecida. Y si te molestas en leerlas ves las que son realistas y las que son menos creíbles,

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  5. El efecto contagio de ir donde van todos no podía sino empeorar con semejante potencia amplificadora. Lo que desconcierta es la asociación entre las palabras reputación y profesional porque es difícil saber a qué se dedica la gente que tanto grita, en qué o de qué son profesionales.

    El hecho de que a medio plazo muchos de estos falsos mitos desaparezcan no consuela, porque han contribuido a crear una inercia en la que otros ocuparán esos lugares, ¿o no? Tal vez tanta improductividad empiece a pasar factura y se haga imprescindible quemar la leña en el hogar para poder lanzar señales de humo.

    A pesar de todo, parece que somos bastantes los antiguos y a los que valoramos el encanto del color sepia entre tanta dementia praecox

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  6. @Juana. No sé si reamente ha habido nunca mucha capacidad autocrítica. Soy de los que piensan que la autoconsciencia y la autocrítica no son, precisamente, las competencias emocionales más generalizadas…ni ahora ni nunca. Lo que sí creo que se ha perdido, para bien y para mal, es el efecto de la presión social que combinado con ciertas prisas hace que haya quien se muestre caprichosamente como quiere ser, sin serlo, y sin haber hecho nada por serlo que, tan sólo, desearlo. Lo preocupante es que esta actitud que antes se escondía [por lo del pudor] ahora se promueva y sea un indicador de competitividad… Saca de quicio…

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  7. @Tona. Tens raó de que es parla més del que es mostra realment que es fa i que, a aquestes alçades de la pel•lícula un se’n refia la meitat de tot aquell que insisteix en aquest tipus d’actitud.

    Recordo que, ara fa temps, un bon amic em va dir que li agradava això del 2.0 [llavors era bàsicament el tema dels blocs] perquè hom podia mostrar el que era capaç de fer sense haver de mostrar-se personalment [a qui li podia importar l’edat, el gènere o el que sigui d’ algú que creia que escriba com els àngels perquè l’havia llegit?] D’un temps ençà aquest aspecte ha girat. Ho situo des de que el concepte “marca personal” va sembla idoni, per més d’un, per fer-lo servir de catifa i amagar-hi a sota tota la inexperiència y novetat vers allò en el que hom es vol vendre com a expert. Tu i jo coneixem casos d’aquest tipus que no fan més que captar oportunitats, confondre a clients y emprenyar amb les seves estupideses oraculars, perquè, increïblement hi ha qui s’ho arriba a creure i, a més exerceix de guru...un conyàs!

    Aquest es un tema que m’ofèn en un sentit més estètic que pràctic ja que, personalment, la feina, sol venir, com bé dius, per una altra via.

    Molt bo el cas que expliques de Gescartera, molt bo. Una abraçada.

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  8. @arati. Sí, sembla com això de ser un “node” més que s’enxarxa i es des enxarxa quan convé resta importància a ser coherent, permet mantenir-se en un #betapermanentdeahorasoyasiahorasoyasa” i transmutar-se a conveniència. Sí, la integritat sona a solidesa, a permanència, a rectitud i a expectatives...tens raó, està clarament demodé...Uff! a on anirem a parar! [clara expressió d’ algú que ja s’ha fet gran..:)]

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  9. @Eloy. No se me escapa que siempre entre el blanco y el negro ha existido un abanico de grises que relativizan las opiniones polarizadas. Soy consciente que siempre ha habido de todo y de que estos tiempos no son, a nivel moral, ni mejores ni peores que los de cualquier otro momento. También coincido contigo en que, en todo momento ha habido quien se ha vendido a un precio desorbitado si se tiene en cuenta lo que realmente ofrece y que esto no tan sólo pertenece a los tiempos actuales.

    Soy consciente de todo lo que aporta la red, de hecho estoy en ella y mantengo un cierto nivel de actividad pero, en este post sólo quiero hacer referencia a la falta de #pudor, #inconsciencia, #humildad, #integridad, #seriedad, #etc. de algunos a la hora de utilizar los recursos de la red de una manera que me parece unidireccional [aunque se disfrace de bidireccionalidad] y engañosa.

    Que todo lo que sube baja y que al final la vida pone a cada uno en su sitio también quiero creerlo aunque, muchas veces el tiempo que pasa para que esto suceda es más que el tiempo del que se dispone en una vida como para poder recrearse con tal acto de justicia. Vaya que toca las narices ver a tanto caradura venderse como el mejor en su campo de actividad y contribuir a crear las condiciones y muchas veces a confundir aquellos escenarios en los que otros desarrollan su oficio con esfuerzo, ética y rigor. La verdad es que uno no sabe cómo”teniendo valor y estando en la red” se puede dejar de ser un tesoro oculto cuando esa red rezuma hasta los bordes de vendedores de crecepelo.

    ¿Qué la gente no es tonta? Seguro pero también es verdad que se forman opiniones irrevocables muy rápidas de las cosas y que hay categoría profesionales amenazadas por la estulticia de algunos que se esfuerzan en armar ruido y atraer las miradas sobre sí mismos como representantes de algunos oficios que todavía se están construyendo, conceptualmente, en el mercado al que sirven. No es extraño ver comentarios de clientes que dicen que tienen dificultad en “separar la paja del grano” ante la actual oferta y, sobre todo, ante el protagonismo que está adquiriendo “la paja”.

    Muchas gracias por pasarte por aquí @Eloy, me he pasado por tu blog y te felicito por el trabajo que estas realizando. Un abrazo.

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  10. @Isabel. Es cierto esto que dices, ya hemos comentado que en la red se comparte menos de lo que se dice, al menos en lo referente al modo de actuar y a la actividad directa de cada uno. Se supone que tenemos colegas aunque no sepamos exactamente que hacen muchos de ell@s.

    Me ha gustado esto de lanzar señales de humo ante la inercia que están cogiendo los tiempos y he pensado en que se le podría comentar a los expertos en “marca personal” que vayan pensando en algo parecido a “cómo desmarcarse personalmente” de tanto experto prefabricado ;)

    Gracias por tu comentario, Isabel. Seguimos…

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  11. Parece que la esfera online se mueve más hacia el marketing que hacia otras cosas. ¿La 'conversación'? en mini-nichos. Manda la apariencia, la alabanza, el 'te sigo y me sigues' y la cantidad. La calidad, la crítica o la disensión no van con este juego. Tú hablas de las recomendaciones en Linkedin.

    Yo iría más lejos. He estado revisando blogs sobre reputación profesional online y he encontrado algún autor que ha tardado cuatro años en hablar de la relación con la reputación real. Las referencias al offline son tan escasas que huele a independentismo online, vamos, a burbuja digital pura y dura.

    Más sobre el tema en http://wp.me/p8xZ4-1zE

    Saludos.

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  12. @Esteban. Con respecto a lo que comentas al principio, personalmente y muy recientemente [creo que soy muy joven en estos temas] he logrado mantener verdaderas conversaciones en la red de las que estoy sacando verdadero provecho, pero estoy contigo en que realmente son muy pocas en relación a la potencia y abasto que tiene el escenario y que “ mayormente manda la apariencia, la alabanza, el 'te sigo y me sigues' y la cantidad”.

    Muchas gracias @Esteban por aportar esta reflexión y ampliarla con lo que tienes en el blog. He tomado nota de lo que comentas y me quedo con ello.

    Lamento haberte contestado tan tarde pero es que me han surgido temas y no he estado por la labor. Un abrazo.

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  13. D'entrada, una abraçada ... que la nostra relació off-line comença a ser una evocació en color sèpia, tot i que vaig "seguint-te".

    M'he enrabiat força amb el panorama que comentes. Em pregunto, pero, com hi hem contribuït, perquè no podem ser innocents.

    La reputació potser hauria d'ésser això que dius, però ho ha estat mai? La condició humana demana d'astres i satel·lits quan la cosa va de diners o posició.

    Fa temps que estic seduït per en Micky Mouse que ha decidit d'abandonar el castell de 'Dissenyland' que alguns es capfiquen en donar lluentor i deixar-lo al seus autèntics habitants. El "gosthing" no pot ser la solució, col·lega.

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  14. @Xavier. Jo cec que sempre ha hagut persones amb presses per arribar a ser el que desitgen ser sense invertir-hi temps en ser-ho de veritat. Aquestes persones solen tenir, a més, com un punt psicòtic que fa que s’arribin a creure el miratge que han construït sobre elles mateixes. La “xarxa” amplifica les possibilitats d’aquests individus amb la seva facilitat y potencia per difondre. A més, el fet de ser un node alimenta aquest punt de autocomplaença y la possibilitat de auto prescripció en el que s’ha convertit de fet el concepte de marca personal...no h i veig com hem pogut contribuir. Alguns, ho saps per experiència, sempre ens hem mogut en el terreny més discret d’anar fent, parlar tan sols del que sabem i fer que sigui el client el que faci la prescripció...un procés molt més lent.

    Fem aquesta abraçada company! I gràcies per passar-te per aquí.

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  15. Jo tampoc ho sé,però segur que no sóc innocent, potser en allò que hem fet o en el que no ...

    L'altre dia, en un programa de TV3 feien una entrevista a un parell. Estaven aturats, afectats per la crisi i anàven a la verema ... (molt respectable això) ah, i també feien coaching ...

    Què penses que s'hauria de fer per no anar a més?

    Sort i salut

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  16. @Xavier. La veritat és que no acabo de copsar la magnitud y la qualitat del tema que planteges però estic segur que d’aprofundir-hi donaria no tant per a un comentari sinó per a un altre post sobre una temàtica sensiblement diferent a la que plantejo aquí.

    Una abraçada company i gràcies per les teves aportacions.

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