Seguramente las personas se despiden cada noche y se dan la bienvenida por la mañana porque de manera más o menos consciente saben que, aunque se empeñen en medir el tiempo en años, realmente lo que se vive es un día, cada día, uno tras otro sí, pero cada uno por separado, marcado por el abrir y el volver a cerrar los ojos.
Al margen de objetivos, proyectos, deseos o ambiciones, el reto, el gran reto al despertar cada mañana no debiera ser otro que saldar la jornada de tal manera que se pueda conciliar plácidamente el sueño una vez terminada.
Es muy probable que la dificultad radique en la sencillez extrema de este planteamiento, pero entre el abrir y cerrar de ojos que delimitan una jornada, no debiéramos plantearnos otra cosa que no dejar de hacer todo lo que podamos hacer relacionado con aquello que depende de nosotros, de tal manera que pueda quedar, además, como lo último que hemos dicho o hecho.
Así, un día tras otro, viviendo una vida entera entre cada abrir y cerrar de ojos, hilvanando cada jornada como si fueran cuentas de un collar que pudiera darse por bien acabado cuando no exista ya, al día siguiente, un “buenos días” para nosotros.
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Fuente de la fotografía.
Estuve a punto de mencionar el(magnífico) vídeo de Benjamin Zander para comentar "Con la voz, la mirada y las manos", tu penúltimo post...
ResponderEliminarAlgunos trampeamos un poco, añadiendo diariamente ejercicio físico intenso a modo de catalizador del buen dormir. Probablemente sea porque no hacemos todo lo que pudieramos hacer, con lo relacionado con aquello que depende de nosotros...
Magnífica entrada Manel, zorionak!!
Realmente, Benjamin Zander es un exponente de lo que hablábamos en el post anterior.
EliminarTemía entonar un “carpe diem” con este post o que se interpretara que no contemplo el concepto de proyecto. Lo que pretendía es liberar el “hoy” del “mañana” al que se le supedita invariablemente por tratarse de una ilusión, más o menos probable, pero ilusión al fin y al cabo ya que lo que está por venir puede no llegar [de ahí que también me llevase a la conmovedora historia que explica B. Zander al final del talk].
La placidez del sueño del niño es lo que voy echando cada vez más de menos a medida que me hago mayor. Al margen de ejercicios [no tanto como tú, pero también intento agotarme físicamente para provocarme el coma nocturno], dietas y moderaciones varias, la calidad del sueño o el sueño mismo está condicionada a este repaso de cosas y cositas que me han ido sucediendo durante el día o he dejado pendientes para mañana. Una palabra fuera de lugar, una reacción poco tolerante, algo poco trabajado que resulta en una acción torpe, etc., se transforman en imágenes recurrentes que retrasan el dormir o se filtran en los sueños cautivando el descanso y convirtiéndome, poco a poco, en una sombra de mí mismo. Sí, cuidar el sueño es importante…
Me encanta verte por aquí, Pau. Mila esker por comentar.
Soy más del mundo de los sueños que del de vigilia .... me gusta el mundo onírico, donde las leyes físicas se pueden obviar y, la vida y la muerte se confunden ....
ResponderEliminarLa sencillez no es fácil ....
¡Feliz finde largo!
A mí también me encanta llevar una doble vida, por eso intento separarlas o, al menos, que la influencia de la una sobre la otra no sea contraria. De ahí del título del post, el poder procurarse una inmersión en lo onírico libre de anzuelos que atraigan a la vigilia…
EliminarLa sencillez no es fácil, no. Debe residir ahí su valor y su encanto…
Un abrazo fuerte, Juana.
Fantàstic! Estàs molt poètic darrerament!
ResponderEliminarMerci Xevi! Hi ha temes que costa tractar-los sense semblar un al•lucinat ;) És per això que vaig amb cura i intento servir-los rodons per que s’empassin de manera natural, sense entrebancs ni que retornin a la boca. Vull pensar, amb el teu comentari que ho vaig assolint a poc a poc...;)) M’agrada trobar-te per aquí. Una abraçada ben forta!
EliminarNo sé si tinc capacitat per valorar la poesia. En canvi, la foto que has seleccionat és preciosa i suggerent... un regal.
ResponderEliminarCert.
EliminarCada año llegan a mi vida, al menos, 100 personas nuevas. Cada una de esas personas muestra una forma diferente cada día, en función de su estado de ánimo, circunstancias, personalidad, vivencias, ... Soy así de afortunada!!
ResponderEliminarDe esta forma, una misma asignatura puede tener tantas caras como grupos la comparten, en base a sus edades, intereses, necesidades, experiencias, inquietudes, carencias, ... Sin embargo, en todas ellas, los primeros momentos los dedicamos a interiorizar, con mimo y pausa, el enfoque de las actividades, esfuerzos y tareas que llevaremos a cabo a lo largo del curso.
Tras las primeras exposiciones de estos trabajos, el mismo mimo y la misma pausa para reflexionar sobre los impactos recibidos desde el esfuerzo propio y ajeno y a través de las reacciones y emociones que éstos han suscitado en los otros.
El último día, tras esta recogida, la idea que quedó en el aire se basaba en la posibilidad de enfocar cada pequeña cosa como si pudiese llegar a ser algo extraordinario, algo que pudiera tener una incidencia especial en los demás y, sobre todo, en uno mismo. Hoy, especialmente, creo que es una bonita y esperanzadora "posibilidad en la que vivir".
Una simple nota de aviso transmitirá, además, otras muchas cosas si la acompañamos de dibujitos o de un poema, invita a jugar si la doblamos haciendo formas, puede tomar la forma de un mapa en el que buscar la auténtica nota de aviso ... Todo ésto, en un "abrir y cerrar de ojos".
Seguiré mirando a los ojos en busca de ese brillo para seguir, así, preguntándome "¿Quién soy yo?".
Bon día, Manel. Que duermas bien.
** Efectivamente, la fotografía es un precioso regalo!!
Y es que entre un abrir y cerrar de ojos da para mucho, sobre todo si se aplica la fuerza y la pasión que transmite tu manera de trabajar Marta. Una manera que, por lo que nos cuentas, bien merece registrarse para regalarnos todos con ella e ilusionarnos el día a día. Mientras, me honra recogerla entre las paredes de esta casa cuando vienes a visitarla…
Eliminar…te has fijado cómo en la foto, los zapatitos de la niña están donde los pies del dibujo? Ningún objeto dentro de ese espacio, ni los zapatos, ni la tiza, sólo la niña…”arraulida”…
Bona nit, Marta
La idea que me sugiere tu texto es la días cómo vidas. Principio y final. Visto así podemos decir que vivimos multitud de existencias. "Hace tres vidas me encontré a fulano". Hay que reconocer que suena mejor que recurrir al aburrido anteayer, mañana o dentro de quince días.
ResponderEliminarGracias por esos posts tuyos que siempre dan que pensar, Manel.
Y los tuyos encierran mucho conocimiento condensado y exquisito que merece aprovecharse. Gràcies Pierre
EliminarMe impresiona brutalmente esa niña dormida en el regazo de su madre de tiza. El otro día escuchaba decir a un compañero que siempre se despertaba pensando en su muerte. Tiene entre manos un apasionante proyecto de empresa relacionado con sus despertares. No creo que sea muy especial confesando que la muerte me obsesiono durante un tiempo. Me libre de cierto peso cuando aprendí a ver la vida como ese collar de cuentas. Bego suele preguntar a los críos antes de dormir algo así como "¿Que ha sido lo que más te ha gustado del dia?" :D Y además la certeza es que será ese momento justo antes del ultimo, o no nombrado, "buenos días" el que nos descubra como la edición más completa de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, la imagen es impactante, expresa muchísimas cosas y cala muy adentro.
EliminarComo tanta gente tuve insomnio durante algunos años. Me recuerdo en aquellas noches aterradoras en las que no paraba de corromper mi descanso en un no parar de imágenes que me venían del día. Sucede, como seguramente también sabes, que el recuerdo del día cobra en la noche unas dimensiones desproporcionadas que tienen algo de antinatural. Creo que fue entonces cuando me di perfecta cuenta que mis objetivos se asentaban [como los “castells” ;)] en jornadas que tuvieran cierta solidez y de que debía resolver mis días si quería disfrutar de mis noches. Actualmente ha mejorado muchísimo la calidad de mi sueño y con ello aquella parte del mundo que se resiente de mis actuaciones.
Me ha gustado lo que cuentas de Bego y me quedo con lo de “la edición más completa de uno mismo”, es muy bueno…
Un abrazo, Asier!
A veces los días no tienen fin. Por lo menos no en 24 horas.
ResponderEliminarA veces el día se enlaza con los sueños y se pierde la percepción del nuevo día y de la noche anterior.
Los que soñamos, o recordamos los sueños a menudo, hilamos el collar con perlas más gordas, aunque no de mejor calidad.
Ederrak, zure hitzak.
Mila esker, Manel!
Pues estuve dándole vueltas a eso de dejar fuera a la noche, al final es un poco lo que comenté a Asier. La noche es otra vida que vale la pena cuidarse durante el día…;) Después de conoceros no me cabe la menor duda de que tenéis especial cuidado en hacerlo. Poder dormir, tal y como intento reflejar en este post, es tan importante que merece la pena gestionar adecuadamente el día…aunque sea sólo por eso…para soñar…
EliminarNo sabes la alegría que me ha dado verte por aquí, mila esker, Anne ;)