jueves, 7 de febrero de 2013

Evolucionar

Confieso que siempre he pensado que los antiguos eran eso, antiguos y que por lo tanto, las diferencias entre otro tiempo y el actual deberían ser directamente proporcionales a la distancia a ese pasado al que nos remitimos.

Quizás por eso siempre he experimentado una cierta contrariedad al comprobar lo tremendamente actuales que parecen los restos fósiles de Pompeya, cómo la manera de conducirse en una población del neolítico era como la nuestra pero con otra tecnología más primaria o de la lucidez y actualidad de los Diálogos de Platón o de una pieza de J.S Bach. Porque, en mi perenne ingenuidad, también tengo la tendencia a otorgarles menos facultades a los antiguos, como si yendo hacia atrás, el pensamiento, la palabra o los razonamientos tuvieran que ser más torpes, más simples, primitivos o equivocados, obviando una y otra vez que “el cuadrado de la hipotenusa sigue siendo igual a la suma de los cuadrados de los catetos” y que este teorema inquebrantable fue acuñado en el 500 a. C. aproximadamente, si no antes.

Realmente resulta fascinante cómo, en todo el tiempo que lleva la humanidad sobre la tierra, en realidad, hemos evolucionado tan poco, y aunque seguramente sabemos más y hemos avanzado increíblemente en tecnología, da la impresión que nuestros principios, nuestros sueños o nuestra manera de obrar no ha cambiado tanto, y que lo que nos preocupa o la manera de afrontar la enfermedad, nuestras pasiones, las relaciones, etc., sigue siendo, si no igual, muy parecida a la realidad en la que se desenvolvían los antiguos más lejanos.

Y es cuando pienso que quizás siempre he confundido entre evolución y progreso. Que nuestro empeño se halla realmente en lo de progresar, que es lo que pone, tirar millas y experimentar con el “a ver qué pasa”, con el ensayo y error. Y ahí es, en el progreso, cuando se inventa, se coloniza, se urbaniza, se destruye media selva amazónica o se liquida a un pueblo entero.

El progreso tiene siempre algo de ignorante aunque sólo sea por creerse poseedor de alguna verdad. Viene a ser como una avanzadilla alocada de la evolución en la que, más tarde que temprano, se acaba aprendiendo lo que seguramente no deberíamos haber hecho jamás y es entonces, sólo entonces, que añadimos ese aprendizaje a nuestro acervo y evolucionamos poco a poco como humanidad.
 


14 comentarios:

  1. ¿Hemos adquirido más sabiduría? ... pues no estoy segura ...
    Lo de "avanzadilla alocada de la evolución" me ha encantado jajajaja es una definición muy precisa y a la vez muy simpática del "estado" en el que nos encontramos.

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    1. No, tampoco creo que se trate de sabiduría, pienso que sabemos [conocemos] más, pero que no somos más sabios. Para mí que la sabiduría se halla en el origen y conseguirla no es tanto un viaje de ida como de vuelta, muy distinto de lo que plantea el concepto de evolución. Tampoco se trataría de una involución sino de un avanzar hacia el origen, hacia la esencia. En esto no ayuda nada el progreso.

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  2. Vivo en una zona con numerosos restos neolíticos como menhires, dólmenes o crómlechs. Siempre me ha llamdo la atención la belleza de los lugares que elegían nuestros ancestros para construir estos monumentos. Es más que probable que en los "principios básicos" que nos hace humanos evolucionamos muy despacio como individuos.

    El progreso empuja a que las relaciones entre individuos sean la clave de todos los cambios importantes.

    Avanzamos desde pequeños grupos nómadas, a pequeños asentamientos, pueblos, ciudades, comarcas, paises,...

    Nos toca vivir una época en la que el concepto de "red" de relaciones está cambiando a velocidad de vértigo y en el que parece que estamos tocando techo porque el escenario ya es global. Todos estos cambios inciden directamente en las acciones que llevamos a cabo en el día a día, pero tal y como se desprende de tu texto, los miedos, pasiones, sueños ... de los individuos permanecen prácticamente inalterables a lo largo del tiempo.

    El progreso nos mantiene muy ocupados y nos dificulta tomarnos tiempos para reflexionar sobre estos temas ... y así nos va!!

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    1. Conozco este entorno “atemporal” en el que te mueves y en el que compartes con todos aquellos que te han precedido la misma fascinación por la maravilla de la naturaleza.

      Yo creo que la evolución, en el caso del ser humano, tiene algo que ver con el grado de desarrollo de la consciencia de sí mismo y de su encaje armónico con el mundo en el que habita. En este sentido, el progreso viene a ser como cortarse a uno mismo para averiguar si se sangra, una vez hecha la incisión y comprobarlo puedes cerrar la herida y seguramente sabes más [sobre tu condición, sobre el dolor, sobre lo escandalosa que es la sangre, etc.] pero queda una cicatriz. Evolucionamos cicatrizando, esta es la tesis.

      Quizás esta época de redes el progreso nos permite compartir, metabolizar, valorar e integrar entre todos el feedback que llega a algunos sobre los efectos en diferentes frentes de este progreso. Creo que este es uno de los determinantes más importantes de que nos hallemos actualmente en un cambio de ciclo y evolucionemos un poco más, pero es sorprendente como, de nuevo, ese salto evolutivo consiste realmente en reconocer aspectos nuestros que habíamos olvidado o estigmatizado. Lo que le decía a @Juana… Un abrazo, Pau!

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  3. Uf, yo es que en algunas cosas me defino como antigua… Y no es que lo piense yo, es ya había quien me lo decía cuando tenía muchos menos años. La cuestión es que lo que antes me parecía casi un insulto ahora lo veo como todo lo contrario. Ese constante volver atrás para incorporar es laborioso y poco compatible con modas, seguramente por eso no gusta.

    El reloj de la foto es magnífico, ese saber combinar el ahora con el necesario reciclaje, porque al final las grandes preguntas siguen siendo lugares comunes que se mantienen en nuestra humana evolución. El ansia de eternidad nos hace caer a menudo en las trampas del tiempo que comentaba Iago no hace mucho en el blog de Máscaras.

    Parece que andamos algunos en reflexiones paralelas últimamente. En realidad, no hay nada más liberador que interiorizar el “sólo sé que…” para seguir evolucionando. Me gusta mucho lo de “avanzadilla alocada” :)

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    1. Es muy curioso como en arte o en arquitectura [que a veces viene a ser lo mismo] los movimientos posteriores se caracterizan por querer destruir la influencia de los inmediatamente anteriores, de ahí el destrozo que los “novecentistas” hicieron sobre el “modernismo” o de que, en música, se eliminasen, del parque de instrumentos, algunos que no se llegaron realmente a sustituir y que ahora se consideran “preciosos” [la viola de gamba por ejemplo]. Hay quien lo explica con aquello de la necesidad atávica de matar al padre. Es curioso como lo antiguo puede ser perfectamente actual y en cambio lo de “antes”, es decir, aquello que era actual para la generación anterior, puede ser visto como totalmente inadecuado y casposo para el momento actual. De este modo, es bien visto escuchar a Bach [s. XVII] y en cambio, anacrónico poner un vinilo del Dúo Dinámico [s. XX]. Quizás sea este el motivo principal en la incompatibilidad del volver atrás con la moda del momento que comentas.

      Quizás esta coincidencia en el tema sea un indicador más de que estamos en un cambio de ciclo, en pleno aprendizaje evolutivo.

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  4. Cada uno de los momentos que vivimos (ese "now" ) se compone de partes de todos los momentos que han sido hasta ahí ... desde el comienzo de los tiempos, supongo. Porque ese "ahora" se desvanece antes de que lleguemos a pronunciar sus letras para pasar a ser parte, a su vez, de otro "now" futuro que, a su vez, ...

    No he podido evitar, al leer tu post, pensar en el dolor inmenso de aquel tuareg frente a las fuentes de adorno en la ciudad cuando, hasta entonces, todos los días de su vida habían consistido en buscar agua.

    Y en esta niña

    ¿Y si añadimos a ese aprendizaje lo que deberíamos haber hecho?
    Quizá evolucionásemos un poco más ... ¿O debería decir un poco menos?

    Zorionak, Manel. Por la ingenuidad perenne.

    Y por este post.



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    1. Tu comentario sobre el reloj me lleva a algo que leía hace poco, no sé donde, venía a decir que realmente vivimos en el futuro ya que el presente se consume ante su misma “presencia” ;)

      Creo que evolucionaríamos un poco más, que significa realmente hacerlo hacia adentro, hacia este conocimiento esencial sobre quienes somos y el sentido real de nuestra existencia, que se halla en el origen de la ciencia y que nos pide a gritos ese cerebro humano que nos distingue. Aún estamos, como humanidad, muy lejos de conseguirlo aunque algunas personas ya lo hayan hecho. Una muestra es que esas personas suelen ser consideradas raras o casos especiales para la totalidad del sistema.

      Tremenda la imagen que evocas con ese tuareg… y gracias por recordar la fabulosa ponencia de Severn Suzuki, creo que en estas manifestaciones se ve realmente la distancia entre progreso y evolución a la que me refiero, sólo hay que ver la cara de los asistentes y la profunda tristeza que despierta esa contemplación. Sucede lo mismo cuando se escucha a este extraordinario presidente

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    2. Se me ocurre que también evolucionaríamos un poco más si pudiéramos llegar a medir el progreso en términos de felicidad ...

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    3. Deseo enormemente que este sea el gran cambio que incorporemos a raíz de lo que estamos aprendiendo de todo aquello que nos ha llevado hasta aquí. Y quiero leer signos de ello en este clamor social y sensibilidad hacia el otro que está emergiendo en los ciudadan@s de a pié para contrarrestar los terribles efectos del sistema del que provenimos. Las organizaciones, que no dejan de ser una representación a escala del entorno social, también muestran comportamientos en esta dirección, la concepción de trabajo y con ello el de la vida en general, parece que vira hacia algo que tiene más sentido, lástima que no tengamos políticos a la altura…

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  5. Yo creo sinceramente que sí que hemos progresado. Me parece indiscutible. Otra cuestión son los claroscuros que ciertos progresos nos plantean. Al lado del avance hay retroceso, al lado de la luz hay sombras. No es un camino lineal. Y luego está la interpretación que cada cual hace de ese progreso, ¿no? Territorio complejo y apasionante este que propones.

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    1. Progresar sí progresamos, eso no se discute, el tema está en la relación entre este progreso y nuestra evolución, en los cambios que este progreso genera que se llegan a asentar definitivamente y forman un nuevo estrato en nuestro crecimiento. Es ahí donde hay un décalage importante. Un solo paso evolutivo se consigue mediante el aprendizaje conseguido a través de generaciones y generaciones que, dando palos de ciego, se creen con una vista extraordinaria. Ahí estamos nosotros ahora. Sí, el tema tiene su miga, demasiada como para desgranarla en un post.

      Aspiro los aromas herreños que se han adherido a tu comentario ;) Un abrazo!

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  6. Es verdad Manel. Se evoluciona en tecnología pero no en humanidad. Yo creo que es por eso, y para que la brecha no sea irreparable, que es que los Gurú de la gerencia, ahora hablen mas de ética y de sus implicaciones sociales y organizacionales.

    Estamos frente a un gran reto, pero el bosque no nos deja ver al arbol,
    Un abrazo,
    Alberto. Facility Manager

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    1. Cierto Alberto, hay un cambio sustancial sobre este aspecto en los últimos tiempos. Es esperanzador y, para nosotros lo que dices, un reto muy, muy estimulante.

      Un abrazo, fuerte!

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