De la mano de María Carrascal [emana], este pasado viernes tuve la oportunidad de exponer en Bilbao el enfoque que sobre la consultoría vengo desarrollando en los últimos años.
La talla del grupo que atrajo hasta Arbat la convocatoria de María me llevó a dejar de lado aspectos técnicos o competenciales y hacer girar la jornada en torno al eje de una reflexión profesional que facilitase y permitiese compartir aquellos ecos que resonasen en la dilatada experiencia de l@s asistentes.
Al final de la sesión y en el marco de la rueda de la valoración que se suele hacer en este tipo de actos, no encontré las palabras para poder articular una opinión a la altura de las sensaciones que todavía bullían en mi cabeza sin haber conseguido el hervor necesario como para poder servirlas al punto del paladar más exquisito. Cada vez más siento la necesidad de contener la impulsividad con la que emergen muchas opiniones para darme la oportunidad de seguir aprendiendo a partir de algo tan sencillo como concederme, tan sólo, un poco más de tiempo para macerar aquella opinión que genero y que, seguramente, afectará a las que seguiré teniendo. Creo que este aspecto es determinante ya que no conviene infravalorar la importancia que las reflexiones que se realizan en cualquier momento presente tienen en el desarrollo de cualquier pensamiento futuro.
De perderme en algún bosque no me importaría hacerlo en el de las personas que se dieron cita allí. A la vista de las diferentes intervenciones, el resultado de la sesión fue inimaginablemente mejor del que hubiera podido esperar, dada la lucidez, profundidad y serenidad de cada una de las aportaciones. Para mí una demostración más de que el nivel y el contacto de las personas con las que trabajo es el verdadero determinante de la calidad de aquellos proyectos en los que colaboro, algo sobre lo que espero profundizar en breve y destilar mediante algún post en este espacio.
Las sensaciones que me llevo de esta jornada son muy agradables y diversas, ya que van desde la reconfortante inquietud que está moviendo a muchos colegas a remover los cimientos de su práctica profesional, en pos de una manera de hacer consultoría alineada con la necesidad de desarrollarse holísticamente como personas, hasta la certeza de que la línea de investigación que llevo a cabo es, de momento, la adecuada visto el asentimiento, coincidencias, orientaciones y contrastes que complementaron mi discurso y que tan cálidamente me trasladaron l@s asistentes.
¡Muchas gracias a tod@s!
¡Muchas gracias a tod@s!
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Con todas las dificultades que entraña esta complicada situación, me parece importantísimo lo de “contener la impulsividad con la que emergen muchas opiniones”. Opinar parece sencillo pero formar opinión no lo es. Cuando todo se muestra con tantas aristas como en este momento, es fundamental recordar aquello de la impaciencia que tan bien expresabas en tu magnífica reflexión. Y si la reflexión es conversacional, como en este caso, es un tesoro. Un saludo Manel.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo, Isabel. Sucede lo mismo que ante una buena mesa perderse, por tragar, el placer de masticar degustando texturas y sabores. Es un verdadero placer admitir que nos damos prisa en cosas que no la requieren y de que podemos regalarnos con el tiempo del que disponemos. Un saludo.
Eliminar"Gigante y tan pequeño aún".
ResponderEliminarAsí arranca la canción de La Fuga que hoy, de vuelta a casa, me ha conectado con el sentido de este post.
"De noche puede volar.
Los sueños se pueden cumplir si, cuando se va el sol, enciende un blues.
Que hoy no se apague la luz.
Que no se apague esa canción.
Que la cabeza pierda la razón.
De niño quiero ser como tú.
Cantarle a las estrellas.
Siempre vivir a tus maneras.
Ganarle la guerra a las penas con un papel y sin banderas".
La envidia insana (de veras existe la otra?!) que sentía la semana pasada hacia los asistentes al taller se ha tornado en agradecimiento al leer cada una de las reflexiones en palabras.
Y en una inmensa alegría, Manel.
Por ellos y por tí. Porque, en cada una de ellas, veo al artesano al que leo y escucho hace tiempo, en la simplicidad, en la franqueza, en la humildad y, sobre todo, en la coherencia. Tal cual.
No puedo evitar sonreír al sentir cantar dentro todas las reflexiones que me has regalado en este y otros espacios en el pasado y que forman parte ya de mi presente, que incuba mi futuro ...
"Gigante y tan pequeño aun.
De noche puede volar.
Que sigamos siendo socios en lo de soñar despiertos".
De niña quiero ser ...
Petótxuek!!
Gracias Marta, la verdad es que se dio una situación muy cómoda como sólo ocurre cuando se está entre colegas. Hubo aportaciones muy interesantes, de aquellas en las que apetece abrir un pequeño espacio de silencio para dejar que encuentren su lugar ahí…adentro. También había voces muy serenas de aquellas que siguen escuchándose después. Miradas equilibradas, madurez y experiencia profesional, propósito… en fin, hubieras estado a gusto, la próxima vez no puedes faltar.
EliminarEstoy seguro que de niña quieres ser como tú ;-)
MuXus
Enhorabuena, Manel. Quería estar muy al tanto de este taller, porque era atrevido y necesario, experimental y provocador, socializante y socializador. Creo que experiencias de ese tipo son imprescindibles, y nos van a nutrir a todos. Cuento los días para que nos des detalles de lo que emergió alli de los intercambios y aprendizajes colectivos, que seguro que fue muy pero muy jugoso.
ResponderEliminarLo que dices de aprender a dar tiempo para procesar las opiniones, es una gran verdad. Yo tengo mucho que avanzar en eso, porque es algo esencial para vivir bien y dar mejor vida a los demas...
Un abrazo... y disfruta a tope!!!
Muchas gracias Amalio. La verdad es que este tipo de acciones depende del conjunto que interviene y ahí se dieron todas las condiciones en el lugar y momento justo. Ya te comentaré aunque poco hay que añadir a lo que se va publicando y que veo que también vas siguiendo. De todas maneras sigo macerando y me vienen ecos de comentarios y pensamientos que se derivan de estas aportaciones que irán cobrando expresión y me apetecerá compartir con amigos como tú.
EliminarDices que te cuesta pero creo que esto nos sucede a todos, de todas maneras he ido observando más silencio en tu contacto, un espacio que intensifica y serena tu discurso o quizás soy yo que te conozco más y te miro distinto :-) Un abrazo Amalio!