Igual que ocurre con ciertas concepciones del liderazgo, no son pocos los que piensan que el escritor no se hace sino que nace y que, por lo tanto, no hay que pedir peras al olmo y resignarse a la genética.
Que escribir, cuando nos referimos a algo que vaya un poco más allá de poner una palabra tras otras, de izquierda a derecha y prestando especial atención a la presencia de un sujeto, un verbo y un predicado, es algo que emana de los cromosomas y florece espontáneamente cuando una idea ilumina el horizonte de quien tiene algo que decir. Que escribir es un arte, como lo son pintar, hacer música o esculpir y que por lo tanto es exclusivo de artistas.
En el menor de los casos, todavía hay quien piensa que escribir sigue siendo una opción más con la que ocupar el tiempo libre por parte de aquellas personas que tienen [además de tiempo libre] un especial talento para hacerlo.
Sea por la razón que sea a la que se le quiera atribuir el hecho de no escribir, la realidad es que asimilar toda escritura al talento y al arte ha eximido a muchas personas de desarrollar esa habilidad para aplicarla a aspectos que no son tan selectos pero que no por ello dejan de ser importantes y, aunque en los últimos años haya habido un brote de artículos técnicos en la red, la escritura sigue siendo la asignatura pendiente en muchos perfiles profesionales y una de las causas más importantes de la devastadora evaporación del conocimiento en las organizaciones.
Comentaba Henry Mintzberg [Harvard Deusto] que si se pretende que las personas aprendan a gestionar y liderar eficazmente, es necesario un enfoque de la formación diferente al que se está impartiendo actualmente y que este nuevo planteamiento pasa por incluir mecanismos que hagan emerger y compartir el conocimiento de los propios participantes en estas acciones de formación.
Hace ya unos años que con Paz Martínez nos hemos hecho eco de esta necesidad en el marco de las acciones de formación que para el personal directivo de las administraciones públicas se imparte desde el INAP. Cómo integrar ese conocimiento, aunque sea en parte, y sumarlo al acervo que se ofrece en las acciones de formación para directivos, es lo que ha dado pie a impulsar una acción muy sencilla pero muy potente en el marco del Máster en Liderazgo y Dirección Pública que, junto a la UIMP, imparte el INAP y que consiste, simple y llanamente, en impulsar un blog interno donde todas y cada una de las personas que participan en el máster han de contribuir con, al menos, un escrito de su puño y letra en el que pueden relatar desde una buena práctica que consideren que aporta valor al resto de participantes, hasta una reflexión sobre alguna capacidad o metodología, algún caso no resuelto o dilema sobre el que quieran contrastar opiniones o cualquier otro tipo de reflexión nacida de lo cotidiano [sobre películas, vídeos, artículos, noticias o libros] que permita moldear una opinión perfilando sus contornos a partir de su propia experiencia y saber.
Se trata simplemente de sistematizar y formalizar un conocimiento que normalmente fluye por canales informales y aumentar, de este modo, el abasto de su distribución, aprovechando la manera de transmitirlo para potenciar otro tipo de capacidades profesionales clave, sobre todo para aquellas personas que dirigen equipos y personas.
Porque en esta actividad se anima, a las personas que participan en ella, a que el cuerpo del artículo no sea demasiado extenso, que se centren sobre todo en que sea interesante para la comunidad a la que va dirigido, que el contenido favorezca identificarse a quien lo lea y que el estilo con el que se expresen sea natural, cercano y ameno, con un lenguaje sencillo y llano que evite, en lo posible, la jerigonza técnica de la que suelen abusar los textos académicos y profesionales. Se incide, en suma, en la necesidad de conectar con el/los interlocutores y convertir el monólogo al que se ven reducidos tantos escenarios de comunicación en una conversación en la que los diferentes implicados tengan la oportunidad de ser transformados por ella.
La necesidad de establecer una conexión con la persona que lee se hace mucho más evidente en el caso de los blogs que en cualquier otro tipo de escenario donde se publique [artículos, etc.] Cualquiera que tenga un blog ha vivido en carne propia el proceso de transformación de su manera de escribir en función de la autocrítica a la que le ha llevado la cantidad, el tipo y el grado de conexión que establece con el público potencial o real al que se dirige. Escribir con el propósito de provocar conversación, esto es, motivar que alguien lea y además “pase al acto” escribiendo su opinión, exige salir del ensimismamiento al que normalmente nos abocan nuestras reflexiones para incorporar en el proceso a aquella persona concreta o anónima a la que nos dirigimos. Un verdadero ejercicio de empatía absolutamente necesario, inherente y, aun así, frecuentemente descuidado en los procesos de comunicación.
El blog puede ser una herramienta muy útil para compartir el conocimiento y para muscular los entresijos y circunvoluciones de las habilidades comunicativas de aquellas personas a las que se entrena en la función de dirigir, al menos ésta es la apuesta que hemos hecho con Paz y de la que estamos seguros poder aportar buenos resultados más adelante.
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La primera imagen es de Alfred Stieglitz [1864-1946]
La segunda lleva por título “mujer escribiendo” de Thomas Pollock Anschutz [1851-1912]
Escribir, eso que uno es :-)
ResponderEliminarEso :)
EliminarEstupendo artículo Manel: que importante es que alguien se pare a escribir lo que sabemos; nunca hay tiempo, todo son prisas, y creemos que asistiendo a una reunión y tomando cuatro notas estamos comunicando la que sabemos: cuanta pérdida de tiempo...
ResponderEliminarsaludos
Cierto Pedro, paradójicamente este [pseudo]pragmatismo que se suele utilizar para aprovechar el tiempo es lo que lleva realmente a malgastarlo cuando se aplica. Difícil desvelarlo pero continuaremos en ello ¿verdad? ;)
EliminarMuchas gracias, celebro que te guste el artículo. La experiencia que relato está dando muy buenos resultados y promete todavía más. Os tendré al corriente. Un abrazo!
Según empecé a leer se me vino a la cabeza una frase de que escuché a Rosa Montero hace un montón de años, de la época en que hacía aquellas magníficas entrevistas en El País semanal: “La literatura es una facilidad innata y una dificultad adquirida”.
ResponderEliminarY al continuar, una de Borges que había anotado recientemente, y en la que se refería a sí mismo diciendo: “Alguna vez yo también busqué la expresión, ahora sé que mis dioses no me concedieron más que la ilusión de la narración”.
Lo de la “opción más con la que ocupar el tiempo libre” no es la primera vez que lo oigo referido a mantener un blog (“es que para eso hay que tener tiempo”). Es que algun@s perdemos el tiempo con cada cosa… Me sumo a al comentario de Julen y añado lo que decía José Luis Sampedro. “Escribir es vivir”
Pero sé que todo esto es justo lo contrario del objetivo del post, con el que por supuesto estoy completamente de acuerdo. Me ha gustado volver a leer el artículo y me ha recordado conversaciones de entonces (parece mentira, ya tres años) que me han hecho pensar en lo rápido que implantamos la tecnología en algunas cosas pero como cuesta que empiecen a calar en la trasformación de muchos procesos. No queda sino preguntarse como es posible el sistema educativo descuide de esta forma la importancia de escribir en los planes formativos de todos los niveles.
Poner palabras a los proyectos ha sido una parte importante de mi trabajo con las empresas pero desde hace un tiempo, y en esto ha influido positivamente la crisis, están por la labor de aprender, lo que ha supuesto para mí una interesante y motivadora evolución. Y un reto, porque hacer no es lo mismo que enseñar a hacer.
No te olvides de contarnos como ha funcionado lo del blog. Un abrazo.
Me gusta especialmente la cita de R. Montero, supongo que por ingeniosa y porque resume en 10 palabras el fenómeno.
EliminarNo negaré que hay diferentes niveles de escritura como los hay de interpretación y de, prácticamente, todas las cosas pero el estado de desertización al que estamos sometidos socialmente en este aspecto es superior incluso al de la lectura. Y, hasta cierto punto sería incomprensible [ya que, a diferencia de la música, a tod@ nos enseñan a manejarnos con una hoja en blanco o escrita] si no fuera porque sospechamos que la causa principal está en los valores que realmente priman y parece que, aunque se clame lo contrario, entre ellos no hay ninguno que no comporte un beneficio inmediato…
Tienes razón con lo que comentas en el penúltimo párrafo, hasta no hace mucho la demanda de las organizaciones a los servicios de consultoría era “dejarse hacer”, aunque algun@s ya insistíamos en que la consultoría consistía precisamente en “transferir la manera de hacer”. Ahora parece como si este objetivo “extravagante” que teníamos sea el mismo que el de la demanda actual de estas organizaciones pero no es así: quizás se concrete en lo mismo pero el propósito lamentablemente es distinto. Lo cual no quita, como bien dices, que suponga nuevos retos: transferir know how supone la necesidad de reinventarse continuamente y hacerlo al precio que pueden soportar actualmente ciertos mercados es todo un reto ;-)
Para este proyecto [ya ves que es muy sencillo] disponemos de una metodología que me parecía un poco pesada exponerla en el post, pero digamos que el blog es tan sólo el “bol” donde hacer la “mahonesa” y que se espera de la experiencia mucho más que una bitácora. De momento ya tenemos más de 50 posts listos para ir publicando periódicamente y toca manejar una comunidad que de momento es de 70 personas pero que, en un año, ha de multiplicarse. El blog es tan sólo la argamasa para unir diferentes piezas [gestión del conocimiento, desarrollo de competencias, creación de red, etc.] y, con toda probabilidad, una de las claves para trabajar aquellos aspectos que exponía en el artículo que ya conocías [sí, ya han pasado tres años…]. Descuida, en un par o tres de meses ya comentaré como evoluciona todo.
Un abrazo, Isabel!
Totalmente de acuerdo. Si dedicáramos más tiempo a escribir, nos sorprenderíamos pasado un tiempo, al releerlo, de lo que sabemos y de lo que podemos aportar en nuestra organización.
ResponderEliminarY por supuesto que no es algo innato, hay que practicar, releer, reflexionar, buscar sinónimos, cambiar palabras,..., pero creo que merece la pena.
Sí que merece la pena. Como bien dices escribir supone reorganizar e incluso “reconocer” aquello que no sabíamos que sabíamos, porque eligiendo la palabra, buscando sinónimos, articulando la melodía conceptual, cocinamos nuestra propia opinión con los ingredientes de aquello que creemos conocer. Escribiendo se aprende de un@ mism@.
EliminarPero cuando además se escribe teniendo en mente la mirada de quien lo ha de leer, pensando en aquella persona real o potencial, en sus intereses, en la opinión que puede despertar nuestro mensaje, etc. Entonces aprendemos a incluir al otro en la relación. Escribiendo se aprende a “conversar”.
Ahí tenéis un reto hermoso los profesionales del desarrollo organizativo.
Un abrazo, Silvia!
Arte, según la R.A.E.:
ResponderEliminar1. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
2. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
Como soy yo la que escribo, yo decido qué palabras dejaré impresas aquí. Te dejo la disposición, la expresión y la interpretación. Si es real o imaginado, lo irás filtrando tú a medida que leas.
Escribir es una elección. Creo en cualquier manera de expresión humana para transmitir conocimiento y me sentaría ahora mismo encantada durante horas para escuchar al griot, de vuelta de uno de sus viajes, bajo el árbol de la palabra en cualquier aldea perdida en cualquier rincón del mundo.
Escribo desde que tengo uso de razón. Igual que sangro. Igual que respiro. Por mí. Para contarme. Para contarle a esa parte del yo tozuda que, a veces, hace como que no oye ...
Siempre me han acompañado, mis palabras. Son buenas amigas. No son condescendientes ni severas, en exceso ... porque siempre he sabido a quién se las dirigía. Escribir, para mí, es también jugar con el silencio. Elegir la palabra bella, la dulce, la más dura, la palabra que permanecerá, la que no será, ...
Lo conectas con el liderazgo y me atrapas. Para mí, el liderazgo es una relación. Y como todas, es bilateral. Requiere esfuerzos por ambas partes. Voluntad, cuidados, tiempo.
Y si escribir es tan solo eso? Una forma de relación? Una manera de llegar a otro, quizá un lugar de uno mismo, sabiendo de esa interpretación mutua y de la deliciosa posibilidad de que vuelva a tí, de alguna manera, diferente, con matices, con otros colores, con nuevas pinceladas que marcan otros trazos? ...
Había una alfombra roja. La seguí muchas veces! Pero sólo cuando sentí la voluntad y el coraje de dejar rastro de mi paso por allí pude saber del verdadero valor de las palabras escritas para aquel que quiere leer ... Y contarte, sobre ello.
Precioso. Contadnos! :)
Conecto el trabajar con las personas [por ejemplo, desde el liderazgo] con la necesidad de muscular la capacidad de conversar y ciertas formas de escritura me parecen una buena manera de hacerlo, además de rica.
EliminarRealmente pienso que la RAE es muy benévola y complaciente con aquello que considera arte, Marta. Yo por ejemplo creo que se trata de algo muy cercano a estos comentarios que dejas aquí. Estoy convencido de que me haré un adicto a tu espacio en el momento en que decidas compartir estos escritos en uno propio. De momento me felicito y me siento afortunado porque consideres este espacio como tuyo y sigas decidiendo escribir en él como lo haces.
Contaremos! Un abrazo.
Cuando estaba diseñando el hogar donde vivo, mi mujer se aficionó a comprar revistas de decoración, en las cuales siempre aparecia justo el rincón/tema que estavamos pensando. Me resultó curioso que pareciera que en la publicación mensual hubiera un espacio dedicado exclusivamente para nosotros. Manel, te cuento esta historia porque me ha venido a la cabeza al leer tu artículo, parece que siempre reserves un espacio de tu post para algo que yo necesito ;-)
ResponderEliminarCreo que no tengo la habilidad de escribir, aunque practicando he mejorado muchísimo y creo que se puede adquirir una buena tecnica con practica y esfuerzo. También estoy pensando en encontrar el tiempo suficiente para dedicarme a escribir y que me sienta justificado por haber dedicado ese tiempo. Sera un punto a trabajar en próximas sesiones ;-)
Vaya! Pues no sabes lo que me alegra que me digas esto Jordi. De hecho el propósito de este blog no es otro que el de que sea útil a alguien más que a mí. Como tú dices, escribir puede ser también una habilidad y las habilidades se ejercitan. Tan sólo se requiere propósito y perseverar. Estamos en ello…:)
EliminarEs curioso porque quizá con el ejercicio de escribir en mi blog (y en los de otr=s a modo de respuesta a su propuesta, como ahora mismo estamos haciendo) me he dado cuenta de que me entiendo mucho más que cuando hablo. No me digas por qué. Quizá porque tenemos que ir más despacio para no equivocarnos al escribir o para matizar, borrar, quitar una palabra. El caso es que al entenderme (o al creer que me entiendo) lo que hago es pensar en si la otra persona me entendería. Es como pensar en si "él/ella lo entiende, yo también".
ResponderEliminarEl proceso es curioso pero totalmente reconfortarte y muy estimulante para no dejar de hacerlo.
Y lo que más me gusta después, es releerlo varios días (semanas) después… eso sí que te ayuda a comprender aún más.
Escribir en blogs conlleva esa reflexión sobre la comunicación que comentas Juanjo. Yo voy aprendiendo y desaprendiendo, cuando creo que voy cogiendo un estilo que me gusta me vuelvo a abarrocar y así sucesivamente. Creo que uno es claro escribiendo cuando, partiendo de que domine mínimamente la técnica, sabe realmente lo que quiere decir y tiene en cuenta a quien se lo está diciendo. Creo que ahí radica el secreto.
EliminarUn abrazo y gracias por la visita!! :)
Manel, releo tu entrada y los comentarios de los que se dejan caer por aquí y vienen a mi mente frases de esas que se dicen con la intención de impactar al auditorio.
ResponderEliminarY mezclando palabras, que es de lo que va esta entrada, me gustaría destacar "la grandeza de la sencillez de lo sencillo". Me parece fantástico, como me parece fantástico el poder de motivación que tienes con tus palabras. ¡Hasta me he lanzado yo a comentar algo!.
Gracias por los ánimos. Saludos
Realmente hay un placer inmenso en lo sencillo y algo grande en su esencia que armoniza con lo más natural y real. Personalmente creo que hacer las cosas sencillas es directamente proporcional al grado en que se comprenden, de ahí su dificultad.
EliminarMe alegra verte por aquí José Vicente. Espero "animarte" más a menudo ;)
Un abrazo fuerte!
Escribir y compartir para que años más tarde un amigo se acerque a tu casa y te relea dandole un sentido diferente a aquella vez primera. Gracias Manel
ResponderEliminarGracias a tí, Asier, per estar aquí, releer y renovarnos.
EliminarUn abrazo!