Hace poco y, refiriéndome al asesoramiento-desarrollo personalizado, me encontré afirmando que:
“Conviene saber manejarse en la técnica del cóctel y elaborar aquellos combinados (1/3 de consulting + 1 parte de coaching + unas gotas de counseling) que más se ajusten a las necesidades, gustos y estado del cliente” (en ¿Por qué no llamarle de otra manera?)
Establecer relaciones entre la consultoría [artesana] y la coctelería es sencillo. De hecho, es fácil hacerlo con cualquier especialidad que requiera del ars combinatoria.
No obstante, la coctelería le confiere a la analogía el aspecto de la relación y el conocimiento entre el profesional artesano y el/la cliente. Relación que, sin llegar a la amistad, puede llegar a un conocimiento privado y una confidencialidad que ya quisieran para sí much@s coachs y consultores.
La coctelería es el estudio de la relación entre las bebidas, la sociedad, la cultura y el paladar. Tiene como fin degustar, transformar, historiar, narrar, descubrir, vincular, entender, conocer, contextualizar, experimentar e investigar las bebidas, tomando en cuenta su preparación y presentación [wikipedia dixit]. No obstante, la coctelería le confiere a la analogía el aspecto de la relación y el conocimiento entre el profesional artesano y el/la cliente. Relación que, sin llegar a la amistad, puede llegar a un conocimiento privado y una confidencialidad que ya quisieran para sí much@s coachs y consultores.
Confundir a un profesional del cóctel con un camarero es un error de protocolo imperdonable además de echar a perder la fabulosa y poco probable oportunidad de iniciarse en los misterios de la gastronomía espirituosa más exquisita.
Hay más puntos en común entre la consultoría y la coctelería de los que parece. ¿Convendría tenerlos en cuenta en el corpus filosófico artesano? ¿Hay que ponerle nombre a nuestros cócteles?
Bueno, algun@s ya estamos investigando…
Algunos hemos dedicado toda una vida a desentrañar el secreto de la artesanía coctelera ;))
ResponderEliminarSalud, señor bebedor.
@ mkl. Pruebas (manuales y recipes) hay de ello... Salud
ResponderEliminarJaja, desde luego, tenemos una pinta de investigadores que asusta ;-)
ResponderEliminarEs buena metáfora para explicar lo que hacemos. Porque si le dices a un cliente que le pones garrafón se ofende y si le dices que no tienes ni idea del cocktail que saldrá, que se
lo prepararás exclusivamente para el, se asusta.
Los ingredientes están ahí,y la maestria (como el valor -o el honor?-) se nos supone.
Así que, a la barra, maestro ;-)
@ Odilas, es lo que tiene el trabajo de campo... ;-D
ResponderEliminarContra el miedo es importante que el gesto sea...elegante.
Vamos allá!
Vaya panda de gente divertida que sois. Analogía brillante sin duda Manel, por ella misma y por la punta que se le puede sacar.
ResponderEliminarYo introduzco una pequeña maldad: ¿qué hacemos con los ingredientes secretos?, ¿los compartimos?.
Salut companys
¡Un CSI coctelero! ;-) Mucha investigación sobre el terreno es lo que hay en esa foto...
ResponderEliminarIngredientes, proporción y ritmo. Una metáfora excelente. Sólo espero que el exceso de consultoría artesana no tenga los mismos efectos secundarios.
@ Luís, por los pelos no sales tu también en la foto. Se hablo de ti.
ResponderEliminar@ Anna, tendrás que hacer un hueco en tu agenda para ayudarnos en estas excavaciones. Nosotros sí que sabemos qué haría una chica como tu en un grupo como este :-D
@ Ah! Tic, con los ingredientes secretos no creo que haga falta hacer nada, el interés no está en tenerlos sino en combinarlos, ¿no?
ResponderEliminarA su entera disposición, caballero cumClavis. ¿Qué arma prefiere? ¿Pico y pala o pincel? ;-)
ResponderEliminarLa foto: molts records de bones estones compartides amb en Manel i en Mkl en el mateix lloc!!! Quins temps... ja tan lluny...
ResponderEliminarEl post, fantàstic per clar i, com sempre, molt inspirador. Encara que, al fons, sempre hi romàn l'ombra d'un dubte, oi? ;-)
Mònica
Tu lo sabes Mònica.Pendiente está colgar en el blog una foto, también de trío, donde das fe de tus conocimientos profundos sobre el Dry Feeling :-D. mkl seguro que se acuerda...
ResponderEliminarMe consta, me consta, había un micrófono en una de las aceitunas del dry-martini.
ResponderEliminarLa próxima vez será espero.
Cierto lo de los ingredientes secretos, si no se combinan no valen para nada
Manel,ningún problema en que muestres al mundo mi pasado "dryfeelinesco"... Pero no cumplo con el perfil bloggeriano (se dice así?) que se requiere por estos espacios 2.0.:((
ResponderEliminarMònica
Anna!, también se habló de ti y doy fe de que te adoran. Así que a la próxima te vienes a investigar!
ResponderEliminarSalu2
Odilas, saldré volando! Seguro que después estaré toda la semana viviendo a un palmo del suelo.
ResponderEliminar@ Mònica, como mínimo cumples con el mismo perfil que yo, que para eso eres la persona que más sigue de cerca mi e(in)volución.
ResponderEliminarGràcies,
Hola Manel:
ResponderEliminarCada vez me entusiasmo mas con el concepto de Consultoría artesana. Creo que trabajar como alquimista, le da mas sentido a lo que pretendemos hacer. Me gusta la fórmula de la definición. Te he mandado otro cuento por gmail.
Un abrazo,
Alberto