viernes, 10 de septiembre de 2010

A vueltas con la planificación...

Aunque estoy perfectamente al corriente de lo que se opina hoy en día respecto a la Planificación Estratégica, no me hallo en las filas de sus detractores. Y eso que coincido en que, actualmente, el oleaje de los entornos de las organizaciones con las que trabajo adquieren, muchas veces, auténticas dimensiones de tsunami capaces de barrer, en un visto y no visto, cualquier planteamiento hecho, no ya a largo, sino a medio y a corto plazo.
Tampoco soy de los que creen que los posibles fracasos de los planes estratégicos se deban a un tema de voluntades o a siniestras intenciones por parte de los que los impulsan. Después de años de dedicarme a ello desde la consultoría me he dado cuenta que este tipo de interpretaciones es propia de aquellos que no han sabido encajar y orientar esos planes desde el asesoramiento.
Tengo la certeza de que la Planificación Estratégica tiene, como mucho, tanto futuro como pasado, fundamentalmente por la incapacidad que suelen tener las organizaciones de someterse a una disciplina de objetivos a largo plazo debido, básicamente, a los continuos estados de tensión-distensión de las personas que las conforman, algo parecido a lo que sucede en el citoplasma celular, lo cual, junto a lo de los tsunamis, da lugar a un escenario poco favorecedor no tan sólo para la planificación sino para la mayoría de metodologías de gestión en las que algunos nos aplicamos tan afanosamente.

Aún así, como decía al principio, no se me va a encontrar entre aquellos que cargan contra la Planificación Estratégica porque, a pesar de todo, sigue ofreciendo la magnífica oportunidad de reflexionar, conversar, compartir y proyectar a gran escala actuaciones en torno a una idea o a un modelo de organización que justifica y da sentido al momento actual. Creo que es una magnífica herramienta para la salud de la Organización, en el sentido noodinámico de la palabra, si se la utiliza correctamente.

Entre alguno de los proyectos interesantes que me esperaban después del paréntesis estival está el de dar soporte a la elaboración del Plan Director de una importante escuela municipal de música.

Hace un par de días se informó a los trabajadores del inicio del proyecto. Lejos de dar nada por sentado, en esta comunicación se expuso el esquema conceptual sobre el que giraría la metodología de trabajo.


De forma natural hubo aportaciones por parte de los participantes en la línea de integrar a determinados agentes y colaborar directamente en la elaboración de la visión. Se respiraba una alegre excitación… evidentemente salpicada con algunas gotas de esa lluvia fina de desconfianza con la que nos regala habitualmente la meteorología organizativa de este país.

Los responsables políticos y directivos recogieron las diferentes aportaciones y decidieron incorporarlas al proyecto. La impresión general es la de que sabemos por qué lo hacemos aunque pueda cambiar el para qué. Pinta bien…
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Manos dibujando [1948], litografía del artista holandés Maurist Cornelis Escher, especialista en ilusiones ópticas. Obtenido en Escher, la vida de les formes. Fundació “la Caixa”, 2004 [pág. 81]

14 comentarios:

  1. Manel: me gusta mucho ver cómo vas introduciendo pronto en el proceso actividades participativas con actores diversos y que sus aportaciones influyen en los responsable políticos y directivos.
    No entiendo la metáfora del citoplasma. Sí que entiendo y me encanta la conexión que haces entre las estrategias organizacionales y la noodinámica de V Frankl, uno de mis referentes centrales. Te la agradezco y me servirá de mucho en el futuro.
    Hace un tiempo publiqué una entrada en mi blog sobre la impòsibilidad de la Planificación Estratégica que va por otros derroteros de los que tú rebates. Creo muy necesario estrategizar. También creo que es necesario planificar. Pero la planificación estratégica es imposible. Si te interesa, puedes leer el post en http://eugeniomolini.wordpress.com/2010/05/07/el-oximoron-cerrado-de-la-planificacion-estrategica/
    No tengo planes de pasar por Barcelona hasta finales de octubre, pero una de las cosas que tengo muchas ganas de hacer es verte para charlar y comentar lo que sea.

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  2. Me confieso un ejemplar involucionado hasta el desencaje. Después de un tiempo, concluí que las voluntades iniciales a la hora de afrontar un plan estratégico son fundamentales. De hecho, la planificación estratégica "per se" no es ni buena ni mala, llegando incluso a poder ser absolutamente inocua. Y aún así, a pesar de lo que piense, creo que es necesario rescatar la planificación estratégica con otros rasgos, otras maneras de hacer y devolverle la salud. Algo que sólo puede realizar la mano hábil de un consultor-galeno que dosifique el ejercicio de planificación y su alcance. De no hacerlo, seguiré imaginando que de existir el infierno -entendido como cubículo etéreo repleto de buenas intenciones-, debe ser lo más parecido a la Biblioteca de Alejandría de los planes estratégicos. ;)

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  3. Desde la más absoluta de las ignorancias, me parece que planificar en la empresas debe ser como planificar en la Vida, es posible siempre que te adaptes a lo que venga y no pretendas "cumplir" los objetivos "a toda costa" .... insisto, desde la más profunda de las ignorancias.
    Lo que me ha gustado es lo de "puedas cambiar el para qué"

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  4. Hola Manel:
    Me alegra que el síndrome postvacacional lo enfrentes con estrategias. Yo soy un fiel creyente de las estrategias. He aprendido, mediante el análisis de Proyectos del PMI, a difereciar entre planificar y gestionar. Yo creo que allí está el rollo.

    Planificar para luego no hacer nada, es como no haber hecho nada. gestionar sin haber planificado, idem. El secreto está en saber hacer lo que se ha planificado. Por eso el PMI habla que los procesos internos son, planificar, ejecutar y controlar.
    Un abrazo,
    Alberto

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  5. @Eugeniomolini, Por los visto, en el citoplasma de las células se dan cambios en la textura que hacen que éste sea continuamente más o menos denso [cambios sol-gel] Creo que gracias a ésto las amebas generan sus pseudópodos. Llevado a las organizaciones las tensiones-distensiones entorpecen cualquier previsión aunque permitan avanzar…De todas maneras, para la próxima me buscaré otra metáfora [o prescindiré directamente de ella…:-)]

    Ya conocía la entrada a la que me remites en tu blog y me gustó mucho a parte de compartirla en su totalidad. Yo, por mi parte, aunque cuando escribo “Planificación –Estratégica” lo hago separando las dos palabras, conceptualmente se podría leer todo junto [planificacionestratégica]. Me gusta más llamarle “Plan Director” como de hecho sucede en el proyecto en el que estoy trabajando…

    Respecto a la participación voy trabajando cada vez más en ella aunque quiero ganar en “genuidad”[¿?]. Por eso espero la publicación de tu libro, para aplicarme en el asunto :-)

    Eugenio, también me apetece charlar y comentar, es probable que antes de finales de octubre tenga bastantes posibilidades de pasarme por Girona. Ya te diré algo… Un abrazo!

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  6. @Anna, Reconozco esto que comentas por otras conversaciones en las que te he leído y oído. Me satisface que este cansancio y desencaje se transformen al final en un hospital de campaña para la PE. Yo creo que habría que proceder a extirpar lo de “Estratégica” ya que crea metástasis en la “Planificación”. Para lo de las voluntades iníciales sugiero que los consultores-galenos se apliquen en sus encantamientos… quizás no es suficiente pero al menos hay que intentarlo…:)

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  7. @Juana, Véase como se vea, la metodología para planificar en las organizaciones es lógica y calcada a la que se utiliza en cualquier otro aspecto de la vida. Y creo, como bien dices, [desde lo más profundo de tu sabiduría :)] que como todo en la vida uno ha de encajar lo previsto con lo real. Lo contrario parece antinatural…

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  8. @Facility manager, Sería interesante investigar por qué algo tan sencillo se da raramente en el mundo real. Personalmente he llegado a creer que muchos planes no se elaboran con el ánimo de ser llevados a cabo. Parece una contradicción pero…es así! Creo que puede llegar a tener que ver con la percepción de la velocidad a la que vivimos…es como si todo caducase inmediatamente y perdiera valor ante nuestros ojos…A veces pienso que mucha de nuestra supuesta “racionalidad” y las metodologías y técnicas que se derivan de ella, realmente encajan poco en la configuración de nuestro cerebro… Un abrazo,

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  9. Manel:
    De las dos palabras, si me aprietas, la que me quitaba del medio es “planificación”. “Estrategizar” es absolutamente necesario, y mira que este adverbio me lo ahorro siempre que puedo. A más opciones, a más caminos posibles, y por lo tanto, a más costes de oportunidad, más necesario es elegir, y saber a qué decir que SI y a qué NO.
    El caos creativo está sobrevalorado, es una falacia que se vende bien, pero de esa patología están llenos los cementerios de empresas.
    Sin estrategia es difícil generar “efectos acumulativos” porque gana la dispersión, que es un vicio perenne que hay que domar a fuerza de látigo.
    Mi experiencia personal, no solo con los clientes sino con la gestión de emotools, es que “estrategizar” es muy efectivo, genera foco, y ayuda a canalizar la creatividad. Mientras más creativo y ecléctico eres, más necesitas de la estrategia.
    Por otra parte, en el interesante post de Eugenio se dice que “estrategizar” y “planificar” son actividades incompatibles. Es verdad que necesitan habilidades distintas, pero “el plan” o como se llame eso que sirve para “operacionalizar” la estrategia (a mí me gusta llamarle “hoja de ruta”), tienen que ir unidos, y es posible conseguirlo. ¿Lo tienen que hacer personas distintas? Pues no sé, yo creo que no. Que la riqueza y la gracia está precisamente en poner a trabajar juntos a los dos tipos de mimbres. Unos apuntan lejos, y otros cerca. No me gusta la idea de separarlos. Ambas visiones son necesarias, y habiendo dialogo, el resultado de la mezcla es óptimo.
    La paradoja que plantea Juana tiene tela: “adaptarse a lo que venga”. El término “adaptarse” invita a ser flexibles, pero si lo eres demasiado, entonces la estrategia no sirve para nada. Me pasa a menudo. Puede ser una coartada para escapar a la disciplina que exige la implementación. Es complicado encontrar el justo medio entre firmeza estratégica y flexibilidad pragmática.
    Va a ser como dice Alberto, “hacer lo planificado” es la jodida asignatura pendiente de casi siempre. Igual pasa con las metodologías de gestión, que las criticamos sin respetar el tempo y la disciplina que necesitan. Puff, me enrollo…

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  10. Ya ves Amalio que sobre un mismo tema se forman diferentes caras de un mismo poliedro, cada una con su propia verdad pero pudiendo ser, a veces, ajenas al resto de hermanas que forman el conjunto. Yo creo que son las trampas habituales a las que nos tiene habituados este tipo de lenguaje y que puede transformar conversaciones como ésta en verdaderas torres de Babel habitadas por sordos.

    En el caso de Anna le he sugerido extirpar la Estrategia porque en organizaciones como en las que se debate sufren una intoxicación de ella que suele poner palos a las ruedas a cualquier intento de operativizar y ejercer un mínimo seguimiento y control sobre objetivos claros y concretos. Como si el mundo de la estrategia formase parte de los dioses y el de los planes fuera vil e inmundo… Al menos así he interpretado aquello que pone en su comentario: “Me confieso un ejemplar involucionado hasta el desencaje. Después de un tiempo, concluí que las voluntades iniciales a la hora de afrontar un plan estratégico son fundamentales”.

    Claro está que esta orientación terapéutica no la aplicaría en todos los casos. Yo mismo provengo de una empresa donde durante años se establecieron estrategias, se formularon objetivos y se desarrolló un potente sistema de control de la gestión hasta que, como en todos los cuentos, el afán personal emergió y abrió feas heridas en el equipo…De todas maneras, me cuesta encontrar organizaciones [incluso de consultores] que realmente apliquen lo que predican y dispongan o hayan tenido planes estratégicos. Realmente, lo que he visto hasta ahora son objetivos mal formulados y sistemas de control de planes que realmente no controlan nada…creo que les llaman “abiertos” [debe ser porque así mola más…] :D Creo que la sencilla fórmula que plantea Alberto es realmente muy difícil de aplicar…visto lo visto…

    Realmente es importante planificar teniendo en cuenta de que, nos guste o no deberemos hacer correcciones sobre la trayectoria del disparo más adelante. En esto entiendo el comentario de Juana ya que, en el fondo sabemos y queremos creer que la Vida nos depara algo, que no figuraba en la lista de peticiones, que está muy bien envuelto, que no podemos imaginar que es y que deberemos hacer algo con ello. Evidentemente, como bien dices, no tiene ningún sentido formularse metas que, de antemano se sabe que no van a perseguirse, esto sería la flexibilidad mal entendida…y, paradójicamente, es lo que más suele hacerse…

    También creo que estrategia y panificación van de la mano y son posibles aunque también entiendo la reflexión en los términos que lo hace Eugenio en su post. Y es que ya quisiera saber yo que entendemos todos por estrategizar y por estratégia … lo dicho, detrás de las mismas palabras pueden hallarse significados insospechados.

    Un abrazo colega y, ya sabes, tú tienes permiso para enrollarte lo que quieras :))

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  11. Aclaro lo de la involución... Si pudiera, me quitaba del medio estos dos palabros [planificación y estrategia], pero si me viera obligada a escoger, seguiría la vía de Amalio: estrategia antes que planificación, porque aporta foco y dirección. Y aunque la planificación siga siendo necesaria, creo que no hemos sabido adaptarla a los nuevos tiempos, líquidos e inciertos. De hecho, ahora vivo más en el mundo del "hacer" y contenta que está una, que como decía @alorza: en la D está la diversión. ;-) Y es que nunca se sabe cuando una involución se acaba conviritiendo en evolución...

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  12. @anna, Tomo nota de la aclaración y me consagro a velar para que no haya ningún malentendido respecto a tu posicionamiento...;-)))

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  13. Yo me apunto al carro y sostengo contigo la importancia de la planificacion.
    Hay que tener un "puerto" donde dirigirse. Sobre eso escribimos hace un tiempo y, aunque no es exactamente lo mismo, aqui dejo el enlace:
    http://ixem.wordpress.com/2010/06/07/objetivos-inercias-planes-accion-resultados-14/

    Lo dicho, apoyo la planificacion pero estando atentos a la "ceguera" del dia a dia... Tenemos que estar prestos a adaptarnos y ajustar.

    Enhorabuena por el blog.
    Un saludo

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  14. @Ixem, Totalmente de acuerdo. Incluso el post que escribisteis coincide con algunos otros que hay en este mismo blog donde se dirige la atención hacia la importancia de considerar aspectos técnicos básicos como el control y seguimiento que se hace de planes antes de considerar la utilidad o no de la técnica. Al final siempre se trata de tener clara la finalidad que hay en la utilización de una herramienta y de la capacidad y destreza para manejarla. A partir de aquí, el discurso sobre su utilidad cobra otro sentido…Muchas gracias por tu comentario.

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