Da como cosa preguntarle a alguien “¿qué tal le va?” ya que, mientras antes sólo te exponías a una respuesta retórica, hoy es muy probable recibir otra pincelada [o un brochazo, según el caso] que contribuya de una manera puntillista a darle forma a este cuadro con fuertes componentes apocalípticos que intenta reflejar la situación por la que estamos pasando.
Sin pretender quitar importancia a lo crudo del actual momento socioeconómico, el rebozarse continuamente en él se está convirtiendo en un rasgo característico de cualquier conversación, en un estar al día que actúa como indicador de esta consciencia que se le exige al adulto y que le distingue de la capacidad de ensoñación, futuro y posibilidades que se les suele imputar a los niños y la verdad es que, por más que lo pienso, no le encuentro a esta postura otra utilidad o sentido que no sea el de la morbosa sensación de compañía que genera el miedo compartido.
En el ámbito en el que algunos desarrollamos nuestra actividad, esta actitud es, a todas luces, contraproducente ya que este miedo, entre concreto y difuso, actúa como un virus que busca compulsivamente reproducirse y generar más miedo, expandiéndose e infectándolo todo, paralizando cualquier actuación y anulando cualquier posibilidad de desarrollo por la vivencia de un presente en fase terminal que no se parece a ningún pasado y al que, quizás por ello, no se le augura un futuro posible y deseable.
A esta situación considero importante anteponer las siguientes premisas:
> Las variables que definen nuestras circunstancias no son responsables de la actitud que tomamos ante ellas, la cual siempre depende absolutamente de nosotros y debiera estar bajo nuestro gobierno.
> La actitud que decidimos tomar hacia las incógnitas o dificultades que nos plantea un momento dado, incide de manera directa en la manera y la capacidad para resolverlas.
> Nuestra actitud es consecuencia y causa de nuestro estado de ánimo, se transmite e influye directamente en los estados de ánimo y en las actitudes de las personas que nos rodean.
> Los recursos de los que disponemos [el cómo] en un momento dado no son los que han de determinar aquello que hemos de perseguir [el qué], sino que hemos de pensar en aquellas maneras, quizás nuevas, que nos permitan alcanzar aquello que queremos.
> Hemos de encontrar el sentido a lo que hacemos en un futuro que nos ilusione y que vaya más allá del de superar las dificultades que nos plantea el momento.
> Elevar el presente a la categoría de frontera es dejar de pensar en el futuro y, consecuentemente, de trabajar en cómo hacerlo viable.
> Hemos de desplegar y contagiar un discurso dinámico que transmita movimiento y convierta el presente en un tránsito hacia un estado diferente y mejor.
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Hace poco más de dos años, publiqué un post que estaba muy en sintonía con el espíritu de éste.
La foto corresponde a un olivo que se hallaba cerca de la Plaza Mayor de Vic y en el que la población colgaba de sus ramas los deseos para este año en el que estamos.
Me gusta y mucho el aroma que deja la lectura de tu post.
ResponderEliminarComparto contigo el que es posible construir oportunidades interesantes para poder navegar en este mar de incertidumbres.
Bajo mi punto de vista, el diseño de esa embarcación se debe inspirar "la esencia" de cada persona". ¿Qué sabes? ¿qué quieres?,¿qué puedes?,¿qué sueñas?...
La búsqueda de sentido que comentas es más fácil de concretar, si previamente podemos responder a esas y otras preguntas.
Los recursos (o la ausencia de ellos) no pueden ser la escusa para cambiar de objetivo.
La construcción de ese barco está en manos de los individuos y de sus actitudes, luego "sólo" falta navegar.
Concluyo con dos citas Antoine de saint Exupery:
.- Mirad, en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearla, y las soluciones vienen.
.- Lo que embellece el desierto es que esconde un pozo en alguna parte.
Un fuerte abrazo!!
@Paulino. El post mejora con tus aportaciones Paulino. Coincido contigo en que estas preguntas que planteas facilitan la concreción del sentido al que han de obedecer nuestras actitudes y actuaciones. Ahora que las ofreces así desplegadas las ordenaría para subordinar aquello que puedo a aquello que sueño y que quiero. Las citas con las que concluyes enmarcan a la perfección, sintetizan y embellecen las ideas que con este post quiero compartir.
EliminarUn abrazo.
Gran post, me lo voy a imprimir y dormiré con él bajo la almohada, para leerlo las mañanas en que levantarse sea como asomarse al abismo.
ResponderEliminarHermosa imagen y bellísima la idea del "arbre vigatà"... pero dime, ¿no te detuviste a leer los deseos colgados en el árbol? ¿de qué hablaban? (soy curiosa, ya sabes).
@arati. Gracias Judith!! Claro que me detuve a leer los deseos, el conjunto era impresionante y los deseos… mejor no comentarlos, no vaya a ser que no se cumplan! ;))
Eliminar¡Cómo me alegra este post! “Desplegar y contagiar un discurso dinámico” ¡Bien dicho! Además sueles decirlo a menudo, empezar a andar, si no era ese el camino lo sabremos y podremos seguir tomando decisiones.
ResponderEliminarDices “encontrar el sentido a lo que hacemos en un futuro que nos ilusione” y se me ha venido a la mente una frase de una novela de Alice Walker y que me acompaña desde hace muchos años: “Ten siempre en mente el presente que estás construyendo, debería ser el futuro que deseas”.
Completamente de acuerdo contigo, es hora de dejar a un lado de una vez el “complejo de dios” (interesante vídeo) y las lamentaciones ponerse manos a la obra.
Un post que refresca, al igual que el que enlazas, entre tanto dogmatismo claustrofóbico. Útil e ilusionante, como no podía ser menos ;)
@Isabel, He leído alguna que otra vez de tu mano esta frase de Alice Walker y la verdad es que siempre que la traes me parece animada de una verdad cristalina. Es un magnífico ejemplo de cómo en una frase se consigue lo que algunos necesitamos todo un post para expresar ;)
EliminarEn lo que respecta a las relaciones de consultoría creo que estas posturas apocalípticas son especialmente nocivas tanto para la marcha de los proyectos como para generar colaboraciones. De alguna manera se reflejan en nuestra mirada, apagándola y quitándole brillo a aquello con lo que hemos de trabajar. Es importante revisar como estamos enfocándolo todo, creernos que el “camino se hace al andar” y recitarlo continuamente como un mantra…
Muchísimas gracias por completar el post con este vídeo, realmente muy interesante y oportuno.
Un abrazo fuerte! :)
Sorry! No sabía que ya había puesto “alguna que otra vez” (¿más de una?) la cita. Si es lo que tú dices, lo que aprendemos de jóvenes es difícil desaprenderlo, y menos mal si al menos merecía la pena…
EliminarCompletamente de acuerdo en lo que dices de las relaciones de consultoría, la mirada es imprescindible en lo que se aporta.
Genial este cambio en la estructura de cometarios. Facilita el seguimiento de la conversación y anima a participar... incluso a repetir :)
@Isabel, No, no, disculpa tú por no haberme expresado correctamente. En absoluto quería provocar esta interpretación sino todo lo contrario. La idea es muy potente y es probable que la haya leído en tu blog. En todo caso gracias por traerla hasta aquí y relacionarla con este post. En este sentido, todos salimos beneficiados.
EliminarTe he comentado lo de la consultoría porque esta actitud apocalíptica la encuentro especialmente perniciosa en colegas nuestros, lo cual he tenido la ocasión de comprobar alguna que otra vez. Afortunadamente tengo otros ejemplos, como el tuyo, que demuestran la validez de actitudes positivas y de futuro.
En cuanto a la estructura de los comentarios a ver si puedo arreglar alguna cosilla que veo que queda suelta.
Muchas gracias por recomentar! :-)
Me ha gustado eso de "Elevar el presente a la categoría de frontera ...." porque eso es justamente no "estar" en el presente .... paradojas de la Vida.
ResponderEliminarEl presente es la alegría de estar vivo, de no tener fronteras, de no tener límites, de ser eterno .... estar vivo es saber que anque fuese el último día de mi vida, merece la pena plantar un árbol, besar despacio, respirar profundo, disfrutar del sonido de la lluvia .... estar en el presente es saber que ya has ganado pase lo que pase, aunque haya batallas que estén hechas también para ser pédidas .... que con todo se aprende ....
@Juana. Este comentario tuyo sí que es una verdadera inyección de realidad y de energía. Un prisma inteligente por ser deseable a la vez de por hacernos propietarios de cada momento. Un saludo!
EliminarPero yo entiendo que tampoco es necesariamente una respuesta victimista. Si alguien te pregunta cómo te va y resulta que en el trabajo te va realmente fatal, tampoco entiendo ocultarlo bajo una capa de posible hipocresía. Coño, para eso que no pregunten!!
ResponderEliminarEntiendo que es el tono de la respuesta de quien es preguntado lo que en realidad da inicio a tu entrada. Claro que los momentos de crisis son lo que son, y el que las pasa canutas puede tener mejores o peores respuestas instalado en la dificultad de su situación y en las posibilidades de su visión (y en los temores de sus responsabilidades). Pero, francamente, si hay algo que no soporto, es la respuesta victimista de quien no lo pasa mal por la situación, pero lo usa para intereses espúreos o inmorales. Es decir, esa falta de moral de las Lomana de turno soltando lo de qué mal lo pasan mis amigos sin cash...
@Goio. No, ninguna respuesta ante esta pregunta está fuera de lugar en su medida justa. Una medida que variará según el contexto en el que se formula la pregunta [entre quienes y porqué se da esta conversación]. Respecto a la hipocresía, como sucede también con la sinceridad, adquiere realmente un valor dependiendo del objetivo al que sirven. A veces, muchas diría yo, conviene cuestionar la propia sinceridad aunque sea tan sólo para relativizar la posible respuesta y abrir un margen de conversación que sea útil no tan sólo a quien pregunta como a quien responde. Por eso, por la dificultad que supone respetar la frontera entre responder y drenar, a veces, lo más conveniente es no preguntar.
EliminarEste post no pretende cuestionar ni ignorar la actual situación ni la realidad por la que ya están pasando muchas personas sino plantear un punto de vista que anime a seguir avanzando porque, a fin de cuentas, es lo que hay que seguir haciendo…un poco como de lo que se desprende en Maus , ¿te acuerdas? ;))
Desde luego, cómo olvidarlo, no puede haber mejor ejemplo de respuesta constante y positiva en un ambiente hostil y continuamente peligroso!!
ResponderEliminarJe, en cierto modo, mencionar a Maus es un godwinazo!! (http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Godwin)
@Goio. ¡¡De ningún modo!! Falta lo más importante, es decir, mi intención en querer aprovecharme de los efectos de la Ley de Godwin!! Suponer lo contrario lo considero algo muy parecido a lo que Godwin imputa respecto a la utilización de ciertas metáforas, es decir, a querer cauterizar una discusión [¿?].
EliminarMi comentario Goio, es tan sólo un guiño a otra conversación que hemos mantenido en otro momento y por motivos distintos en tu blog y es que considero que el espíritu de superación de la adversidad que se respira en Maus es inspirador y útil en el momento actual por eso ya lo he sacado a colación antes de nuestra conversación, en uno de los enlaces que hay en el post.
jajaja! Era (obviamente) broma, Manel. Recuerdo esa buena conversación, y ciertamente pocos ejemplos pueden ser más inspiradores!!
ResponderEliminarQué gran post, Manel. No podría estar más de acuerdo con tu reflexión. Ese "rebozarse continuo" no lleva a ningún resultado positivo y, como bien explicas, sólo contribuye a incrementar los aspectos negativos de la situación. No soy partidario del pensamiento positivo "de garrafón" tan al uso en nuestros días pero creo que ver la botella medio llena como actitud ante la vida siempre ayuda a ver opciones y salidas.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto José Miguel. Es como todo ese conjunto de ideas de imposibilidad que te asaltan al primer indicio de cansancio estuvieran al servicio de dejar la toalla y desistir del empeño. Ha de haber una lógica en el hecho de que el pensamiento negativo y el abandono de perseguir el reto tengan más posibilidades de éxito que lo contrario. Como si dejarse morir fuera más cómodo que seguir nadando para sobrevivir. Ver la botella medio vacía es síntoma de tener la cabeza en su sitio y verla medio llena es índice de inmadurez o ingenuidad cuando cualquiera de los dos puntos de vista es tan sólo una opción ante una botella que ni está llena, ni vacía. Escoger una opción u otra no define en absoluto una realidad sino el cómo la persona la interpreta y, algunas veces incluso como quiere interpretarla. Y eso es un indicador social brutal de cómo se gestionan los propios recursos [el estado de ánimo por ejemplo] debe ser por ello que influye tanto en la capacidad de networking [otro recursos importantísimo en los tiempos que corren]. En fin…
EliminarUn abrazo!! :)
Manel, el fondo y el estilo del post es inmejorable, en tu línea :-) Pero ya sabes que soy muy crítico con el concepto 'actitud positiva', tan 'positivo' y general que no puedes encontrar una postura en contra. También pasa con el 'optimismo retórico' como comentaba en este post. --> http://yoriento.com/2010/03/coaching-personal-%C2%BFel-optimismo-y-el-pensamiento-positivo-mejoran-realmente-la-vida-681.html/
ResponderEliminarSi tener buena actitud es importante eso nos lleva a otra pregunta: saber por qué unas personas tienen una actitud y otras otra, qué causa la buena actitud, que en el fondo no es otra cosa que comportarse de forma 'buena', es decir, adaptada y eficiente respecto a la situación de que se trate.
Decirle a alguien que tiene mala actitud (que no se comporta de forma adecuada) que debería cambiarla por otra buena, es como decirle a alguien que se siente mal, que se sienta bien.
En fin, que hay que pasar de la poesía de las actitudes a la prosa de las conductas ;-)
Un beso, amigo. Tiempo que no nos vemos. Será en 2012?
Pero qué alegría verte por aquí Alfonso, en serio!! :-) Al leer tu comentario me he dado cuenta de lo mucho que echo de menos ese enfoque tuyo tan peculiar y contingente ;))))
EliminarYa conocía este post al que te refieres, una gran reflexión, muy trabada y sólida. De hecho, ahora que la he revisado veo que no está tan alejada de lo que, quizás por otro camino, sugiero en el mío. Es cierto que pongo la actitud en un primer plano pero no sugiero cambiarla porque sí y tampoco ignoro que la originan unas causas que, como decía Goio un poco más arriba, seguro que tienen un peso específico en el aquí y en el ahora.
Tan sólo sugiero una reflexión sobre la utilidad [practicidad]de ciertas actitudes cuando no me las planteo como consecuencias sino como recursos para afrontar un futuro cercano. Como comentaba con JM Bolivar, ¿qué posibilidades tiene un corredor obsesionado con lo que le cuesta respirar? ¿Es posible que el objetivo ya no sea terminar la carrera sino abandonar? ¿Es posible que creamos perseguir ciertos objetivos cuando realmente estamos invirtiendo para otras cosas? Abandonarse tiene un anclaje en el aquí y en el ahora y en un “mañana ya se verá”. Como dices tú, “definir objetivos claros, motivadores” o como digo yo “encontrar el sentido a lo que hacemos en un futuro que nos ilusione”, son claves en el momento actual. Revisar no tanto el por qué sinó a qué nos llevan ciertas actitudes quizás también.
Un beso, amigo. Este año nos vemos, Alfonso. Seguro!