miércoles, 6 de noviembre de 2013

Explorando los posibles adyacentes


Siempre he mantenido separadas las dinámicas sociales de mi trabajo con las organizaciones, quizás porque el top down al uso no me resultaba tan interesante como para rastrearlo en todos los escenarios en los que me muevo y quizás también porque lo que se llevaba era separarlo todo, la vida privada de la profesional, la razón de las emociones, la novela del ensayo, la amistad de los negocios o lo social de lo organizativo.

Sin embargo, en el momento actual se han dilatado tanto los poros que separan unas cosas de las otras que es imposible no hallarse a cada instante recogiendo datos, relacionando y apuntando posibilidades a partir de todo aquello que sucede en cualquier ámbito, ya sea éste social, organizativo, literario, filosófico, científico o del tipo que sea que afecte a las personas, en aquello que pretenden hacer y en los motivos de por qué lo hacen. Vaya, que es muy probable encontrar repuestas en sitios que se hallan muy distantes de aquellos donde se formulan las preguntas.

Siguiendo este hilo de reflexión, me parece importante subrayar dos temas: El primero es advertir de la conveniencia de desconfiar de todo aquél que tenga soluciones a los nuevos desafíos que se están formulando ya que lo que de verdad se necesita son buenas preguntas, de aquellas que orienten hacia dónde rastrear e ir en busca de respuestas a la altura de las circunstancias. Algo difícil de llevar a la práctica en un oficio como el mío, al que secularmente se ha acudido en busca de respuestas claras e infalibles y del que se exigen soluciones inmediatas a los problemas tal y como son planteados.

El otro es que, a la hora de investigar en materia de personas y de organizaciones, es importante reconsiderar las fuentes a las que acudimos en busca de información y que, sin llegar a perder de vista el objeto de análisis, es conveniente apartarse un poco de los temas de siempre para ganar en perspectiva y poderse dar un paseo por otros ámbitos distintos de los habituales y que pueden aportan esta nueva mirada tan necesaria a la hora de reenfocar las cosas más cotidianas.

En este sentido y de clasificar las principales fuentes de información que estoy manejando estos últimos años, quiero destacar tres grandes bloques que, aunque atípicos, me están aportando interesantes reflexiones en el terreno profesional:

En primer lugar destacaría el papel que están volviendo a ocupar los filósofos largamente menospreciados, olvidados e incluso desterrados de los programas formativos por esta supuesta falta de conexión con la realidad con la que se ha insistido en travestir cualquier duda que estuviera fuera del alcance de una respuesta funcional, simple, rápida y breve.

La falta de encaje entre lo que vamos sabiendo y lo que venimos haciendo ha llevado a la Ética al primer plano de los ámbitos de discusión científicos, educativos y organizativos. Y filósofos como Martha Nussbaum, Adela Cortina o Gregorio Luri [por citar aquellos que tengo de referencia] ocupan hoy en día un papel importante a la hora de enfocar interpretaciones, motivos o valores para cualquiera de los ámbitos que he destacado anteriormente. Particularmente me he encontrado con interesantes aplicaciones a las organizaciones en reflexiones planteadas desde campos aparentemente tan dispares como la Educación o la Neuroética, por poner un ejemplo.


En el segundo bloque, íntimamente relacionado con el anterior, hay que destacar la emergencia de la Teología y su contribución a arrojar luz sobre asuntos muy actuales y muy alejados de la rancia penumbra de las catacumbas académicas donde siempre la hemos ubicado. 

Creo que merece la pena destacar esta generación de teólogos que, cincel en mano, horadan en aquello en lo que penosamente han acabado cristalizando las principales religiones para rescatar el germen primigenio de los valores que las inspiraron. Unos valores que coinciden con aquellos que se reclaman desde el bottom up social más actual para derrotar y sustituir caducas concepciones sobre el sentido de la vida y de las relaciones entre los seres humanos. 

Por citar a algunos autores destacaría a Karen Armstrong y sus lúcidas aproximaciones a las constantes que se mantienen en la diversidad religiosa actual, a Francesc Torralba, imprescindible para bucear en la esencia de los valores, o a José Antonio Pagola ,con su polémica aproximación histórica a la figura de Jesús y de donde además de poder reflexionar sobre los valores y el liderazgo he podido extraer jugosos apuntes relacionados con el storytelling y con los mecanismos de influencia y persuasión social.

Y, para finalizar, en el tercer bloque situaría todo aquello que se está publicando sobre las bases neurológicas del comportamiento humano y su incidencia en lo social. Como ya he comentado otras veces, la relación fractal que siempre se ha establecido entre cómo creemos que funcionamos y la manera idónea de cómo pensamos que deben funcionar las cosas es importantísima para entender la transformación del modelo piramidal más clásico a la conexión en red del momento actual, así como su aplicación al diseño de nuevos modelos organizativos.

14 comentarios:

  1. Cambié de rumbo siguiendo los fuegos fatuos que señalaban un camino que quise intuir vocacional. El primer día de clase directores y compañeros, con la mejor intención, me aconsejaron ir "de dura" al principio, mantener las distancias, marcar muy bien el territorio y la jerarquía, ...
    No fui capaz. No quise. Tenía que descubrir el sentido genuino de aquellos pasos y no quería hacerlo desde ese lugar tan lejano a mí.
    Y lo hice. Y lo hago. La persona y la profesional de la mano aprendiendo cada día juntas, llevándome lo del aula y alrededores al otro lado del bosque, donde vivo. Y viceversa.
    Quizá es una carencia mía, un no saber de otra forma, ... Pero soy absolutamente consciente del inmenso valor de lo que viene de ese estar en el mundo y de su intensidad y presencia en mi ser diario y en mi relación con el otro.
    Reconforta leerte y verse uno, entre líneas.

    Iré tirando de los distintos hilos que sugieres, con pausa. En alguno de ellos ya me he enredado [por tu culpa;)] y siempre me ha compensado hacerlo.

    Tanto por aprender!! ... Mila esker!

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    1. Siempre he preferido las brujas a los magos. Hay algo de artificialidad en el mago, esa necesidad de alambiques y matraces para su magia y ese estar tan cerca del poder aconsejándolo... Prefiero a la bruja, escondida en medio del bosque, con su caldero mezclando toda suerte de hierbas y alimañas, invocando presencias primigenias, vinculada a la Tierra… El mago ha de construir su maga en cambio la bruja vehiculiza la fuerza de la Naturaleza…ahí está la gran diferencia, en las posibilidades que traes de tu bosque…

      Respecto al post, la verdad es que quería centrarme en la utilidad de darse garbeos bibliográficos por otros paisajes diferentes de aquellos en los que nos movemos para poder ganar en perspectiva. No pretendía recomendar temas ni autores, tan sólo referirme a algunos con los que me he manejado y que me han aportado material para reflexiones interesantes. Entiendo que esto es muy particular, en este tipo de temas creo que cada uno tiene sus propias puertas que abrir en aquella habitación en la que está. Ya me comentarás cuáles son las tuyas :-)

      Mila esker a ti, Mharta.

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  2. Hola, Manel:
    Interesante tema pones sobre la mesa. Es cierto que necesitamos buenas preguntas, pero también buenas respuestas. Creo que se están haciendo ya preguntas acertadas, así que vamos a tener que seguir el camino porque con preguntar bien no es suficiente. De acuerdo con desconfiar de “soluciones inmediatas, claras e infalibles”, pero insisto, es hora ya de ponernos a buscar respuestas. Lo de explorar los adyacentes es una fuente increíble de oportunidades. Mi exploración no va por los territorios que tú citas en el post, pero me gusta lo de salirse de los temas y fuentes comunes porque se gana mucho en perspectiva. Un abrazo, Manel

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    1. Hola Amalio, un placer leerte por aquí.

      Seguramente estamos diciendo lo mismo desde diferentes ángulos ya que coincido totalmente en lo que reclamas.

      En el post quería referirme a la conveniencia de cuestionar ciertas respuestas prediseñadas a partir de enfoques que pueden haber quedado incompletos e incluso absolutamente obsoletos. Según mi manera de ver las cosas, Una buena pregunta pide a gritos ser completada con su[s] respuesta, por eso me refería a mi preocupación por aquella tendencia a ir de nuevo en busca de ciertas respuestas con la frivolidad de siempre y sin atender a lo que dejan ver ciertas nieblas que se desvanecen y que cuestionan las preguntas que nos hemos formulado.

      Desde mi perspectiva, la respuesta es inseparable de la pregunta y tanto la facilidad de encontrarla como la calidad de ésta dependen absolutamente del cuidado que hemos tenido en formularla. Cierto que tenemos muy buenas preguntas y quizás también es necesario matizarlas junto a las respuestas que vamos dando, en paralelo, evitando esa parálisis de la que creo que adviertes en tu comentario.

      Explorar adyacentes es lo tuyo, Amalio. Me consta que tus territorios son otros y cruzo los dedos con la esperanza “dialógica” de que siga siendo así y pueda seguir enriqueciéndome durante mucho tiempo completando mis investigaciones con las tuyas.

      Un abrazo, Amalio.

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  3. Vamos a la espiritualidad ... cuando se llega al fondo del sinsentido, se encuentra el "sentido de la Vida" ...
    la Ética, la Teología y la Ciencia ... volvamos al principio de los principios, pero ... con otra perspectiva, o con las muchas perspectivas que nos ha dado el recorrido ...

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    1. La eterna rueda siempre nos lleva al mismo punto con la experiencia del viaje que continuamente emprendemos hasta volver a llegar a él. Mientras te respondo me doy cuenta de que este es uno de los aprendizajes en los que está sedimentando mi experiencia… Gracias Juana.

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  4. Por lo que comentas en el primer párrafo (salvo en lo que se refiere a razón-emociones y amistad-negocios), creo que nuestros puntos de partida han sido bien diferentes, supongo que de ahí esa “deformación” que más de una vez me han destacado de la perspectiva social en lo empresarial y viceversa. Y sin embargo la percepción del momento actual es muy similar con ese “es imposible no hallarse a cada instante recogiendo datos, relacionando y apuntando posibilidades a partir de todo aquello que sucede en cualquier ámbito”.

    También coincido en que ante situaciones cada vez más complejas no se puede hablar de “la solución”. Lo que no se me había ocurrido es clasificar en bloques mis adyacentes pero es un ejercicio interesante. Creo que a pesar de la sensación de la aparente dispersión que puede transmitir el día a día, estamos mucho más centrados de lo que nos parece. Me recuerda al ejemplo de las setas unidas bajo la tierra que comentabas por aquí un día.

    Comparto algunas de las referencias que comentas, otras me las apunto. Un abrazo.

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    1. Tampoco creo que seamos distintos en lo del principio, Isabel. Me imagino que se trataba más de una postura que de una realidad al cien por cien. En algunas cosas las organizaciones actuaban como pequeños concentrados que mostraban intensamente lo que se podía intuir de manera más o menos diluida en el entorno social, no llamaba la atención el hecho social en relación con la empresa. En cambio ahora el entorno social es el verdadero laboratorio que nos habla de nuevas posibilidades para las organizaciones e incluso nos anticipa la morfología futura de aquellas que sobrevivan…sanamente. En lo otro siempre he relacionado cosas aunque sí que es verdad que en los últimos diez años se ha esfumado la tenue separación que existía entre el ámbito profesional y el personal, un logro que vivo con gozo ya que se debe a que voy acercándome a hacer aquello que realmente me gusta.

      Coincido también en que lo de que estas “estas exploraciones periféricas” responde a un direccionamento intencionado. El hecho de que nuestro “relator” cerebral no conozca la historia no significa que no haya historia ;-)

      No sé si debes apuntarte todas las referencias. Como ya he comentado antes, creo que hay muchos caminos que llevan a Roma y cada uno tiene sus propias preferencias. Mi intención era compartir la idea de que campos supuestamente muy distantes al management pueden arrojar luz a planteamientos profesionales. Por otro lado una idea muy poco original pero que, a veces, no se explota del todo.

      Un abrazo, Isa.

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  5. Mi lectura me sugiere que éste es un post valiente, Manel, que desvela posición personal. No sé sí será así... pero si lo fuera, espero que te haya sentado bien, tan bien como yo lo siento cuando me pasa. Un abrazo.

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  6. Me imagino que lo que te lo ha sugerido es el haberme referido a ciertas lecturas que normalmente han de considerarse proscritas por una bula que se remonta al talibanismo científista de #yanomeacuerdo y que se cierne sobre cualquier cosa que huela a “curas”sin discriminar el tipo de relación que pueda tener con ellos. Bueno, he de confesarte que estuve tentado de dejarlo de lado por aquello de evitar el etiquetaje fácil pero ya estoy cansado de imponerme fronteras debidas a prejuicios que muchas veces parten del posicionamiento esnob o de la falta de análisis [por no decir, ignorancia] del tema del que se habla. Pagola, por poner un ejemplo, hace una aproximación a la figura de Jesús ubicándola en la Galilea de la época y utilizando la metodología propia de la Historia más seria. Por ello tuvo problemas con el Vaticano ya que de su análisis no se infería formalmente lo que la doctrina católica siempre se ha empeñado en mostrar como verdades incuestionables. Creo que, sólo por eso es interesante para aquellos de nosotros que creciéramos bajo esta influencia y de la que nos desembarazamos tajantemente.

    Por otro lado ya he llegado a aquel momento de la vida donde quien me conoce sabe ya quién soy y quien quiera conocerme debiera tomarse su tiempo para hacerlo ya que me encanta la diversidad y adoro mi libertad para nutrirme de ella.

    Últimamente le estoy dedicando a los post un tiempo considerable, yo creo que independientemente del tema, lejos de ser individuales, se estructuran en un mismo relato y el reto en escribirlos se halla en que cada uno encaje en esta narración. En este sentido sí que me voy sintiendo satisfecho.

    Me gusta mucho que hayas pasado Jesús y me gusta mucho más la forma delicada con la que a través del post me has leído, gracias! Un abrazo!

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  7. Hola Manel, inspirador y resonante tu artículo. Creo que muchos, por lo menos yo sí, nos reconocemos en tus palabras. Y es que estamos volviendo a unir (relacionar) todo lo que había sido separado, fragmentado. Y para ello necesitamos volver a lo primigenio, a lo esencial, ya que allí nos encontramos tod@s; salirnos de nuestro nicho mental y vivencial, y explorar otros adyacentes nos permite volver a conectar con esa totalidad. Así por lo menos lo vivo yo. Gracias.

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    1. Qué hay Nice? No sabes lo que me alegra verte por aquí.

      Coincido con lo que dices y no he podido evitar, con tu comentario, pensar en que parece que los griegos con mitos como los de Sísifo o Penélope describieron hace tiempo lo que es nuestro continuo quehacer a lo largo de los siglos, este amasar para integrar y dar forma para luego dejar caer y, como dices tu, romperse en mil pedazos, y luego recoger y volver a amasar y así ad infinitum. Sí creo que la idea que compartes es una muy buena conclusión a este post. Gracias a ti. Un abrazo fuerte!

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  8. Yo veo a las organizaciones como sistemas vivos. Sistemas con órganos funcionales, sistema neuronal, endocrino, inmunológico.... Por ello, como cualquier sistema también hay una parte tan importante y funcional como las demás y es la espiritual. Algunos lo llaman cultura organizacional, yo prefiero llamarlo valores humanos que favorecen las interacciones, conexiones y comunicación entre las personas dentro de las organizaciones. Ética y filosofía...

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    1. No es la primera vez que coincidimos en el punto de vista, Josune. Intuyo ciertas “filias” compartidas ;-)

      Me parece interesante detenerse en el tema de los “valores” ya que el foco actual está en revisar esa manera “blanda”[simple] de cómo han sido trabajados hasta ahora [más como propósitos actitudinales o posicionamientos globales las más de las veces estandarizados] que el resultado de un ejercicio profundo y sincero de autoconsciencia para desvelar las fuentes que se hallan detrás de las actuaciones y de su ajuste a las necesidades generativas que reclama un entorno tan crítico como el actual. De ahí que hasta en las cátedras de liderazgo haya perdido importancia el “cómo liderar” por el “quien está liderando”. En todo caso un tema muy, muy interesante.

      Un placer tenerte por aquí, de verdad.

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