Por fin me he quitado la espinita y este año que termina he tenido la oportunidad de moderar dos Comunidades de Práctica [CoP]. En ambos casos la experiencia ha sido para mí mucho más que satisfactoria por permitirme reflexionar sobre este tipo de metodologías de trabajo y, por supuesto, por la calidad humana y profesional de las personas con las que he compartido y colaborado, lo cual siempre es, con distancia, lo mejor de un proyecto y aquello que he aprendido a atesorar con el paso de los años.
Sobre una de las comunidades ya me referí en otro post aunque no entré al detalle. Se trataba de un grupo de profesionales de los servicios sociales que se plantearon cómo integrar la percepción del usuario en la calidad de los servicios que prestaban. A lo largo de seis meses analizaron, conversaron, compartieron y construyeron, a un ritmo que en todo momento fue el suyo, obteniendo como resultado una relación de orientaciones que integraban el punto de vista del usuario en forma de atributos de calidad de servicio.
El hecho de que no me haya referido nunca a esta experiencia como a una "Comunidad de Práctica" se debe a que no estaba en el objetivo de la organización impulsar este tipo concreto de grupo de trabajo, ni yo mismo lo tenía en mente al diseñar el método de facilitación, aunque la estructuración metodológica y la implicación y responsabilidad de los participantes en compartir y poner en valor su acervo profesional alimentasen mi sospecha de que lo que se estaba desarrollando de manera espontánea era, realmente, la dinámica propia de aquello que, actualmente, se ha dado en llamar Comunidades de Práctica.
La segunda experiencia ha sido en el marco de la modalidad de Comunidades de Práctica que está impulsando el Departamento de Formación de la Diputación de Alicante. Así pues, un poco antes del verano, José A. Latorre me propuso moderar una CoP con el doble objetivo de trazar el mapa de competencias en el contexto actual de aquellos profesionales responsables de gestionar la formación en una administración local y, mediante este trabajo, contribuir a dar forma a una red profesional que ya está funcionando de manera informal desde hace unos años.
Esta Comunidad de Práctica se debía desarrollar a lo largo de cuatro meses y, en su diseño, incluía cuatro sesiones presenciales [una por mes] con la finalidad de unificar criterios, vernos las caras y poner en orden el material que se elaborara en la red.
El reto me pareció muy estimulante por profundizar en un método de trabajo colaborativo que vengo siguiendo de cerca desde hace tiempo y por hacerlo de la mano de un equipo “inprendedor” donde los haya, que ya ha cosechado suficiente reconocimiento como para ser considerado un referente en todo aquello que tiene que ver con la innovación de la formación y la incorporación de nuevas metodologías de trabajo entre las que se encuentran, evidentemente, su propia manera de enfocar las Comunidades de Práctica.
El resultado ha sido excelente y, en tan sólo cuatro meses, esta comunidad ha elaborado un “libro blanco” en el que a partir de las variables que distinguen el momento actual se describen y proponen aquellas competencias profesionales clave para el gestor de formación local. Un documento que persigue además poner en valor un perfil que hoy más que nunca se dibuja como estratégico para poder impulsar el cambio necesario que requieren nuestras administraciones locales y hacer frente a los desafíos que ya se les está planteando desde el futuro más inmediato.
De todo lo aprendido en este tipo de proyectos quisiera destacar cuatro cosas muy sencillas:
> El verdadero secreto de una Comunidad de Practica reside en el grado de propiedad con el que cada uno de sus miembros asumen los objetivos del grupo.
> Muy relacionado con el punto anterior y recordando a M. C. Nussbaum, un nivel de responsabilidad alto exige un nivel de control bajo por parte de cualquier agente que no sean los propios miembros de la Comunidad.
> Son extremadamente importantes las competencias de eficacia personal y aquellos hábitos de trabajo que posean las personas que integran la Comunidad. Una buena organización del trabajo, capacidad de escucha, receptividad y una cultura de reciprocidad deberían ser algo más que bienvenidas, son absolutamente imprescindibles y conviene no darlas por supuestas.
> Más que un liderazgo interno, el mejor liderazgo es aquél que está tan diluido entre los miembros de la Comunidad que es difícil destacar a nadie por “tirar del carro”. Para ello hay que asegurar desde el principio que el proyecto colectivo puede contener o reflejar las ilusiones personales de todos los miembros.
> Quizás el papel del moderador sea importante, pero no puedo más que pensar que, del mismo modo que elevamos a la categoría de virtud lo que no es otra cosa que la ausencia de defecto, lo que de verdad importa de quien tenga por objeto ejercer la moderación es que realmente modere y ponga empeño en facilitar las aportaciones y la conversación entre los miembros de la comunidad. Esto exige, básicamente, presencia, dedicación y recursos.
> Hay que relativizar el logro conseguido y la importancia que para la mayoría de las personas tienen todavía las herramientas de colaboración en red como para confiar en ellas la dinámica de una Comunidad. La relación y el contacto personal siguen siendo, en muchos casos, la argamasa principal con la que se edifica la fidelidad y el compromiso de las personas con un grupo de trabajo.
Presencia, dedicación, recursos… y la ilusión que comentas al principio del post. Se comprende que estés contento y no es para menos :)
ResponderEliminarEl trabajo realizado por el Departamento de Formación de la Diputación de Alicante me parece de primera, asombroso incluso teniendo en cuenta la situación actual de la administración local. Llegar a su blog y a José Antonio ha sido uno de los premios por seguir las conversaciones en esta casa y más de una vez lo he recomendado por aquí a algunos profesionales de la administración que se dejan envolver en la queja y el desánimo. Claro que hay cosas que no se pueden improvisar, es lo que comentábamos el otro día, si no se han hecho los deberes cuando había luz poco cabe esperar cuando llega el apagón.
El otro caso que comentas me parece muy interesante porque tal y como se están desmantelando los servicios sociales resulta esperanzador que un grupo de profesionales quieran integrar la percepción del usuario en la calidad de los servicios. Lo dicho Manel, enhorabuena, ojala cunda el ejemplo y haya cada vez más Comunidades de Práctica en vez de “comités de sabios”.
Estoy convencido [y así lo manifiesto a menudo] de que la innovación y los avances en la Administración Pública no se deben a las políticas que se establecen ni a los planes directores que se formulan desde sus cúpulas, sino a la iniciativa, persistencia, automotivación, voluntad de servicio, capacidad generativa y, en definitiva “inprendeduría” de personas concretas que trabajan en ellas. Sinceramente pienso que el cambio viene de su mano, de la discreción con que lo impulsan y de los resultados que cosechan. José A Latorre y Teia Fabrega [Directora del Consorci D’acció Social de la Garrotxa], de las dos organizaciones a las que me refiero en el post, forman parte de este grupo de personas.
EliminarNo hace mucho me invitaron a dar una charla en Bilbao sobre resiliencia organizativa y me fue muy bien conocer la experiencia y los rasgos que distinguen a estos tipos de organizaciones. Como bien dices, con la que está cayendo, el nivel de resiliencia de muchas organizaciones [pública y privadas] se está poniendo de relieve y qué duda cabe que para ello se requiere de un liderazgo y de equipos a la altura de las ideas que ya enunciara Viktor Frankl. Pero, qué te voy a contar yo a ti de eso, ¿verdad?. Un abrazo Isabel y felices fiestas :-)
Manel, muchas gracias por hablar de nuestras CoPs en tu blog, pues eso las prestigia.
ResponderEliminarLa comunidad que tú has moderado ha sido de las más exitosas y de ello hay una parte muy importante que tiene que ver contigo y con la maestría con que la has llevado.
Esta metodología que pusimos en marcha pronto hará 3 años nos está proporcionando muchas satisfacciones, por los productos que se elaboran en las mismas (entregables), pero también por el grado de aprendizaje que obtienen los participantes (tácitos e invisibles) y la continuidad de los grupos, así que vamos a seguir trabajando en esta línea a la vez que continuamos reflexionando sobre las mismas para ir mejorando.
Manel, confío en que podamos seguir colaborando mucho tiempo.
Bon Nadal!!
Me he acercado un poco a lo que estáis haciendo y la verdad es que me ha gustado mucho lo que he visto José A. Cuesta disociar los resultados de los valores que los impulsan y allí he visto coherencia, ética, confianza en las personas y esa chispa traviesa, juvenil y contagiosa por seguir indagando, desmontando, reconstruyendo e innovando. Confío en seguir aprendiendo de ello. Un abrazo fuerte José Antonio y felices fiestas! :-)
EliminarQuerido Manel,
ResponderEliminarNo sé qué fue antes si el huevo o la gallina, pero mi experiencia me dice que no hubo CoP que funcionara bien sin un buen moderador, ni CoP que funcionara mal con uno bueno. Por eso creo que su (tu) rol es imprescindible. Es verdad que deben existir otros requisitos, pero en ningún caso, como miembro de nuestra comunidad, puedo consentir que no se reconozca tu crucial papel. Ha sido un placer y un lujo contar con tu apoyo y dirección. Ya sabes que "eres guay" :)
Un abrazo.
Me llega esto que dices, Rafa y la verdad es que me hace bien. Voy siempre indagando en autoevaluaciones y en casa no me enseñaron precisamente a prestar atención a lo que pudiera hacer bien. Aún así soy muy consciente de que aunque me corresponda una parte ésta actúa y es influida por el todo que aporta el sistema y en ello algunas personas son determinantes por su conocimiento experto y por la energía, buen humor, calidad humana y sintonía que además imprimen. Con esos ingredientes, moderar no es tan difícil si se pone un poco de empeño…vaya que creo que hacemos un buen equipo. Un apretón de zurda y un abrazo, Rafa. Felices fiestas!
EliminarLas comunidades de practica, sin duda, son el camino que debe seguir la formación.
ResponderEliminarGracias a promotores como la Dipu de Alicante, a moderadores como tú Manuel y a un grupo de profesionales comprometidos y dispuestos a compartir su experiencia y conocimiento, esta acción formativa marca un antes y un después en mi manera de ver la formación.
Sin duda alguna allí donde hayan personas como tú: expertas, abiertas, activas y dispuestas, este tipo de metodologías será el más recomendado, Silvia. Gracias por tu comentario, ha sido un gustazo colaborar contigo. Felices fiestas!
EliminarDejaba pasar el tiempo porque quería llegar a escribir estas palabras bajo la sombra de una duda;) ... pero no será. No ha sido.
ResponderEliminarEstoy convencida de que ese sentir el liderazgo diluirse tiene que ver con su forma más pura, que transmite esa sensación de que nadie mueve los hilos. Algo así como la magia grupal, cuando ocurre.
Cada persona lidera la tarea que asume, aquella asignada por el grupo, de manera libre, comprometida y responsable, y se genera esa sensación que describes. Lo he vivido. Y si. Parece magia! Pero sé perfectamente el esfuerzo y el trabajo que supone el camino que lleva a esa magia.
Y sé, también, del valor de la fuerza de la pasión en el aire, al caminar.
Es esta misma, con la que cuentas aquí, sobre estas CoPs.
Zorionak! A tí y a ambos equipos :)
Creo que este liderazgo "diluido" está relacionado con el primer punto, es decir, el grado en que cada uno asume como propia la tarea y los objetivos. Creo que este es el estado genuino del liderazgo y que las otras versiones no son otra cosa que sobrecompensaciones la falta de implicación, convencimiento o asunción de la propiedad sobre la tarea.
EliminarMe consta que sabes de lo que hablas cuando tratas estos temas,, me siento entre los afortunados de conocer al menos una experiencia donde pude palparlo en acción. Yo creo que la dificuktat tan sólo estriba en confiar en el ser humano y en tratarlo como tal.
Un beso Mharta y gracias :-)