Hay que reivindicar la duda ante tanta manifestación ignorante de certeza.
Dudar expresa la consciencia del manto de incertidumbre que lo envuelve todo. También es un buen indicador del dilema al que hemos de someter cualquier decisión.
En consultoría, la duda expresa la singularidad con la que se aborda todo proyecto y el lógico cuestionamiento de cualquiera abordaje inspirado en una experiencia anterior, quizás parecida pero jamás igual. Dudar es una muestra de respeto por el proyecto y hacia quien lo plantea. De competencia profesional, de humildad.
Dudar como es debido aumenta la confiabilidad, sólo hay que saber “cuando” expresar la duda y “cómo hacerlo” para que esta duda no suponga una pérdida en la eficiencia ni despierte el efecto contrario, es decir la desconfianza de quien busca apoyo.
Dudar es, al fin y al cabo, someterlo todo al proceso de reconsideración que requiere lo que es complejo e importante.
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La imagen corresponde a una pintura de Nigel Van Wieck
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Hola Manel!
ResponderEliminarEstaba dudando si dejarte un comentario (perdón por el chiste fácil) ;-D
Personalmente me da mucha más confianza la persona que duda que la que actúa como si tuviera la respuesta de todo.
Dudar de todo, por sistema, es una pérdida de eficiencia pero abordar un proyecto sin hacer un ejercicio de reflexión me parece mucho más ineficiente.
Un fuerte abrazo
Totalmente de acuerdo, Paz. "Sin lugar a dudas" ;-)
EliminarLa duda es la base del conocimiento científico, el sistema 2 de las dos formas de pensamiento descritas por D. Kahneman [el sistema 1, basado en la experiencia adquirida en la práctica: y el sistema 2 mediante el cual sometemos esta intuición a un proceso de reconsideración] que no han de verse como divergentes sino como complementarias. Al igual que las formas en el comer o la manera de reír, la duda puede llegar a ser muy elegante :)
Aprovecho para enviarte un fuerte abrazo!
Breve y preciso!
ResponderEliminarConfiemos que la duda se convierta en una característica a destacar de una persona y que el adjetivo dubitativo no siempre tenga sello negativo. Ojalá se puede llegar a distinguir claramente entre la duda expansiva y que explora y la duda restrictiva e inmovilista. Leí una frase de Charles Darwin que da miedo pero es, sin duda, la que mueve el mundo: "La ignorancia frecuentemente proporciona más confianza que el conocimiento".
P.D.: Muy buena la referencia a D.Kanheman! "Pensar rápido, pensar despacio" es uno de mis libros de cabecera
Muy buena la cita, Robert, muy buena. Y sí, reivindiquemos esa duda expansiva sin confundirla con la paralizante que cauteriza cualquier opción, haces bien en matizarlo.
EliminarMoltes gràcies, un abrazo!
Me encantan tus reflexiones, que por otra parte son muy acertadas. Como decía Francis Bacon, la duda es la escuela de la verdad.
ResponderEliminarGracias por compartirlas.
Un saludo.
Muchas gracias a ti por contribuir con tu comentario, Julio!
EliminarUn abrazo
… SÓLO hay que saber “cuando” expresar la duda y “cómo hacerlo”…
ResponderEliminarEse “sólo”, que se me ha quedado rondando como un Pepito Grillo, parece la clave, ¿verdad? Me pregunto cuantas horas de desconcierto y de práctica deliberada se necesitan para acercarse al grado de maestría. La duda como arte y como ciencia… un sano (des)equilibrio entre intuición y metodología.
Y también me ha recordado una cita de Umberto Ecco, aunque no sé precisar muy bien por qué, quizá tomando la duda como andamiaje para construir:
“El orden que imagina nuestra mente es como una red, o una escalera, que se construye para llegar hasta algo. Pero después hay que arrojar la escalera, porque se descubre que, aunque haya servido, carecía de sentido”
Sintonizo con los comentarios anteriores, una perla esta anotación Manel :-)
Estupenda tu anotación, Isabel y muy interesante la referencia a Eco: cada punto de llegada como punto de salida…
EliminarEste post es producto de conversaciones que hemos mantenido sobre metodología y ética en consultoría, Isa. Vaya con ese reconocimiento mi gratitud. Un abrazo :)
+ Elogio de la duda http://alex-elusodesimismo.blogspot.com.es/2012/10/elogio-de-la-duda.html
ResponderEliminarMagnífico el apunte que compartes, Alejandro. Resalta los principales inconvenientes que suelen amenazar cualquier duda razonable. Muchísimas gracias
EliminarHace unos años, en uno de sus deliciosos artículos, la escritora Karmele Jaio dibujaba la duda como una maleta que, al abrirse, liberaba a un montón de mariposas de colores que partían volando en todas las direcciones. Frente a ella, la certeza, una mariposa disecada, atravesada por un alfiler, clavada inmóvil en algún rincón de algún lugar.
ResponderEliminarSentí mis alas desplegarse al tiempo, junto a ellas. Y sentí desaparecer una punzada que habitaba en algunos recuerdos, lanzada por voces certeras cuando decidía alojarme en la duda.
Aquellas mariposas me ayudaron a comprender que era ella (zalantza, en euskara, una palabra preciosa, no crees?) la que me agitaba y movía por diferentes caminos, personas, momentos, ... mientras la certeza detenía en seco los pasos de aquellos a los que tocaba.
Quizá piense en la duda como un paso previo a la elección.
Quizá, otra palabra preciosa para mí :)
Veo cada día cómo esa falsa sensación de seguridad que predican algunas certezas cala en las alas de aquellos con los que comparto aula empapando su vuelo e intento crear ese espacio de posibilidades que otros, como tú, crean para mí.
Gracias por traérmelas de nuevo.
Mis alas se alimentan de cosas así :)
Me han encantado las imágenes de Karmele, Marta. El componente errático y dinámico de la duda expresado a través de esas mariposas volando en todas direcciones. Pero lo que más me ha gustado es la imagen de la certeza como ese clavar e inmovilizar a una de esas mariposas en “algún rincón de algún lugar”, ese “detener” el vuelo errático con la única finalidad de poseer esa certeza. La certidumbre como una colección de mariposas muertas. Apetece profundizar en la metáfora y aprovecharla para reflexionar sobre el riesgo, el miedo, la toma de decisiones [elección]…
EliminarMuchísimas gracias a ti, Marta!
Manel,
ResponderEliminarSorprendente por corto tu post. Interesanes las reflexiones que se han generado.
Esa diferencia de la duda que construye, expande y esa que paraliza, bloquea, confunde.
Sabes, me quedo con la palabra humildad, la veo una buena aliada de la duda.
Gracias por compartir tus reflexiones.
Una abraçada,elena
Debería animarme a trabajar en posts más cortos, son como más intensos y recogen/transmiten la esencia de la idea antes de que se evapore, cosa que suele suceder cuando el post es largo y se oxigena demasiado durante el proceso de elaboración...
EliminarInteresante como se amplia la idea cuando se introduce la palabra humildad. De hecho, como tu dices, la duda no es otra cosa que una de sus expresiones. La humildad es la cualidad humana, es más profundo, es el magma -por buscar una imagen fuerte, potente y dinámica- y la duda son los vapores que asoman por el crater.
Muchas gracias a ti, Elena! Una abraçada.
Sí, sí, yo estoy con Paz, es más de fiar quien duda. Las certezas absolutas dan mucho miedo. Humanidad ante todo. Dudar, sano estado.
ResponderEliminarTotalmente, Julen, coincido con los dos. Dudar es un síntoma claro de tocar con los pies en el suelo, de seriedad, flexibilidad y fortaleza. En el fondo quien más, quien menos, intuye que “no sabe de la misa la media”. Cómo se asume esa ignorància puede determinar la inseguridad y vulnerabilidad que transmiten aquellos que se creen poseedores de cualquier verdad.
EliminarUn abrazo!