Leo este magnífico post de Josep Mª Lozano y me recuerda otro muy distinto pero igualmente bueno de un amigo y colega que se sinceraba sobre el tema.
Un poco más tarde, recomiendo a otro amigo la lectura del clásico de M. Kets de Vries y D. Miller sobre La organización neurótica ante el comentario, entre divertido e irritado, de la típica anécdota del directivo que convoca reuniones a las ocho de la mañana caiga quien caiga, por mucho que el margen del horario de entrada pueda ser hasta las nueve.
A partir de aquí, cada uno abre su álbum de friquismos para hacer un trueque, como si de cromos se tratara, y comprobar qué anécdotas de la colección del otro tiene o no tiene y salen cosas ya tan típicas como aquellas de directiv@s que esperan respuestas a mails a las cuatro de la madrugada, o que llaman a medianoche para enviar a alguien de su equipo a una reunión a primera hora de la mañana a la provincia de al lado, que no comunican el cómo el donde ni el porqué de una actuación porque no tienen tiempo, etc.
Y lo primero que se me ocurre es preguntarme si la fórmula para avanzar con un equipo o con una organización hacia una meta, con la máxima sintonía que se le pueda requerir a las personas en toda su diversidad, si el secreto de la buena dirección, a fin de cuentas, no se halla simple y llanamente en tan sólo ser normal en el sentido más popular y campechano de la palabra.
Porque… ¿qué debe costar caer en la cuenta de que a las ocho de la mañana no son horas para hacer una reunión? Que es mejor dejar un margen de tiempo para que un@ pueda llevar el niño al colegio, responder al correo o tomar un café ante el fascinante espectáculo del reencuentro y abrazo diario entre cuerpo y alma.
¿Acaso no es normal pensar que pueden existir otros motivos para trabajar que los propios, que la gente tiene una vida personal que atender, otros intereses que contemplar, que por la noche tiene sueño o sencilla y sanamente que necesitan desconectar?
¿Qué debe costar pensar que, como le puede pasar a un@ mismo, dentro de cada cabeza hay un cerebro que contiene sin lugar a dudas una idea que puede ser útil a la causa, o que detrás de un disgusto o falta de ganas se halla un motivo o algo tan evidente como que la forma de ser de un@ causa inevitablemente un efecto en los demás?
Pero no, en vez de pensar en esto nos empeñamos en rebozarnos dale que te dale de discurso sobre la importancia de ser un líder tipo Grecia clásica, parte sibila con esotéricos poderes para invocar futuros en forma de visiones; parte sirena para encantar y atraer con dulces melodías; parte Aquiles para saber librar batallas totalmente solo, aunque se esté rodeado de un ejército entero; o lo contrario, Leónidas para conducir a trescientos a la gloria del infierno y morir el último. Nos encanta pensar en líderes y bautizarlos con rimbombantes nombres como resonantes, transformacionales, situacionales, catalíticos, catatónicos, ectópicos o esternocleidomastoideos cuando con tan sólo decir "hola" cuando se llega, dar directrices claras, explicar a dónde vamos, dejar hacer, plantear dudas cuando las haya, preguntar cuando no se sabe, decir "adiós" cuando se va, en fin pretender no ser un líder, sino sencillamente un buen directiv@, normal, de ir por casa, todo sería mucho más fácil y la mayoría ya tendríamos suficiente.
Si yo te contara .... jajajajaja simplemente me ha encantado ....
ResponderEliminarY si uno es muy neurótico, para eso están los e-mail a las 5 de la mañana, que tu gente ya lo leerá cuando le venga bien ....
Si es que el ego es tremendo ....
Vamos a reivindicar a la gente sencilla y normal .... ¿eso existe? .... creo que son un bien escaso ....
Un líder "normal" está expuesto a críticas "normales", mientras que un líder que desquicia a todo el mundo con tonterías sólo es juzgado por sus tonterías, actuar así es simplemente una fachada que le exime de demostrar sus aptitudes "normales", una fachada que sólo funciona si nadie a su alrededor se da cuenta, claro...
ResponderEliminarSi pudieras ver mis sonrisa a estas horas, de verdad que te la regalaría.
ResponderEliminar¿Sabes ese directivo publico que se enteró de que su unidad disponia de un disco virtual compartido porque diez y nueve meses despues de tomar posesión le avisaron los de informática de que había petado?
Qué dijo?
-.menudo fastidio.
("algunas enfermedades se curan andando")
Gracias Manel ya estoy contento, te imaginas si la persona encargada de la limpieza hiciera el imbecil y le diera por esconder las bombillas, dejar humedas las sillas, jabon en el suelo,el dia y en la sala donde se fuera a celebrar la puesta en comun de las propuestas del plan estrategico fruto de la cuenta de resultados?
Kaos,histeria,desesperación.Angustia, ansiedad, depresión.
Y quien valora lo extraordinario de que se haga un trabajo ordinario como todos los días
Habría que incorporar como habilidad directiva ser normal (una aproximacion es la de "quitate el disfraz en el trabajo" de @maitepiera)
Cumplir las normas básicas de urbanidad, las convenciones de relación que "normalizan-standarizan el clima-ambiente"es un valor en el lider especialmente porque ejemplariza.
Si una simpatica lección, merçi.Buenas noches.
Avui que tinc temps, m’ha vingut molt de gust passejar-me pel teu blog.
ResponderEliminarLlegeixo aquest post ... i quina raó que tens! Coses simples, sentit comú!! I no només d’un directiu, sinó de a tots els nivells.
Però com costa, no? En tots els sentits, a la feina i a la vida personal, veiem cada dia com la realitat que ens envolta està plena de situacions “freakes” . Perquè deu ser que costa tant actuar d’una forma ‘normal’?
Amb un amic tenim una expressió per quan ens trobem davant d’una d’aquestes situacions: “Que ben parit que és ser normal !”. Com si nosaltres ho fóssim tant de normals, :D
Felicitats. M’ha agradat molt aquest post: senzill, directe i efectiu.
http://psicologiaorganizacionesuned.blogspot.com/2011/03/un-directivo-normal.html
ResponderEliminarLo he mandado a mi blog para que mis compañeros de Universidad te lo lean. Toda una lección magistral de realidad que por desgracia no suele ser tratada en los libros sobre Psicología de las Organizaciones.
@ Juana, de recopilar toda la casuística existente se obtendría toda una enciclopedia y es que, aunque afortunadamente no siempre es así, a veces parece como si cuando no es la mediocridad, es la neurosis la que tiene las riendas de la situación. Un abrazo
ResponderEliminar@ geodiendo y es que la cuestión no es ser líder o no sino tan solo ser tal cual te enseñaron de pequeño y [eso es lo que hace al líder] considerar que a los otros muy probablemente les enseñaron lo mismo y actuar en consecuencia. Contento de verte por aquí, me ha gustado eso de estar expuesto a “críticas normales”. Un abrazo.
ResponderEliminar@ lgtomas, Creo que despedirían de inmediato a esta persona por jugar con las cosas de comer lo cual hace sospechar que el problema no se halla en este tipo de directivos sino en que, en la cultura de nuestras organizaciones, se lleva el que para dirigir se sea “así”. Debe ser un tema de autoperpetuación… Un abraçada!
ResponderEliminar@ Jordi Terrades, Potser es tracta d’una influència clàssica a la nostra cultura que ens força a ser phersu (etimologia de la paraula “persona” que vol dir màscara del actor,personatge). Encara que crec que a força de valorar trets puntuals i desconnectats de la globalitat de la persona com ara la seva productivitat, fan que es sobrevalorin desviacions com ara la manca d’horaris, o la manca d’empatia i que ens aboqui, d’una manera negligent a rendir-li un culte inconscient a la neurosi...
ResponderEliminarBenvingut un altre cop Jordi, una abraçada!
@ maeglin, Gracias Juan Carlos por enlazar este post a tu blog. Es curioso lo lejana que está la Psicología de las Organizaciones de la Psicopatología. Como si realmente tuvieran objetos de estudio distintos. Se echa de menos que la Psiquiatría irrumpa en los halls de nuestras organizaciones y penetre en los despachos de algunos de nuestros directivos para asegurar que estos están en condiciones de emprender aventuras como la del liderazgo.
ResponderEliminarComo le comentaba a Jordi, a fuerza de sobrevalorar rasgos puntuales de la persona como pueden serlo la productividad, de algún modo se ha causado la sobrevaloración de desviaciones como la falta de horario o la absoluta falta de empatía y todo ello nos ha llevado negligentemente a rendirle un culto inconsciente a la neurosis. Un abrazo.
Divertido y sugerente post y excelentes los dos que enlazas.
ResponderEliminarEstá bien eso de aclarar el sentido al que te refieres con "normal" porque es tan "normal" (en el sentido de que la costumbre se hace ley) encontrarse con los friquismos que cuentas, que ya (casi) no sorprende. El álbum podría ser interminable.:)
@Isabel, Qué razón que tienes…;-) Aunque este post tiene un origen muy espontáneo ya hace tiempo que pienso que realmente hemos elevado a la categoría de valores [que se reconocen…] comportamientos y actitudes totalmente desquiciadas y absolutamente inútiles para quienes las ejercen y, desgraciadamente, para l@s que las padecen. Todo un tema ese… Muchas gracias por tu visita Isabel.
ResponderEliminarColosal, como siempre, Manel!!.
ResponderEliminarY digo yo.... ¿no nos habremos pasado derrochando literatura, cursos,debates...sobre "liderazgo" cuando lo que funciona -como en casi todo- es el sentido común?.
Siempre he pensado que da buen resultado (en lo de ser directivo normal y en otras muchas cosas) lo de intentar ponerse en el lugar del otro, y tratarlo como te gustaría que te trataran a ti.
Algún día habrá que hacer ese albúm de friquismos que sugiere Isabel.
Salut
@José A. Latorre, sin duda, lo que da resultado, es que dos personas se reconozcan como tales. Las posibilidades de colaboración son directamente proporcionales a las de diálogo y éste a la capacidad de conciencia que la una tenga de la otra. Si esto se da en el seno del desarrollo de un proyecto creo sinceramente que las posibilidades de impulsarlo conjuntamente aumentan exponencialmente.
ResponderEliminarSi, la idea del álbum no está mal, aunque quizás sirviera de poco ya que, la falta de autocrítica es consustancial al tipo de estilos al que se refiere el post ;-)
Un abrazo!
Simplemente, genial. :-)
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