Este sistema de creencias promueve la idea de que una organización debe seguir el modelo de una máquina perfectamente engrasada: un conjunto de dispositivos organizados que, de manera lógica, secuencial, predecible y controlable, transforman una energía determinada en algo útil para quienes las gestionan.
Nada de malo tiene tomar este modelo como paradigma organizativo, siempre que se recuerde que las organizaciones, a diferencia de las máquinas, están vivas. Y que, por lo tanto, su gestión debe tener en cuenta, además, las variables inherentes a la naturaleza humana de sus estructuras.
Es por esta razón que quiero compartir en este blog, por primera vez, un texto completo de otra autora. Se trata de un poema de Wisława Szymborska que expresa, de manera sencilla y bella, cómo esta simplificación exagerada de la naturaleza humana puede reducirla a la de un simple engranaje.
Wisława Szymborska [1923-2012], fue la ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996. La traducción que sido realizada por Ana María Moix y Jerzy Wojciech Stawomirski, quienes lograron captar la esencia de su estilo y sentido del humor. Szymborska expresó en diversas ocasiones su gratitud por el trabajo de ambos traductores. Esta traducción ha sido publicada por Lumen y es absolutamente recomendable.
ESCRIBIENDO EL CURRÍCULUM
¿Qué hay que hacer?
Presentar una instancia
y adjuntar el currículum.
Sea cual fuere el tiempo de una vida
el currículum debe ser breve.
Se ruega ser conciso y seleccionar los datos,
convertir paisajes en direcciones
y recuerdos confusos en fechas concretas.
De todos los amores basta con el conyugal,
los hijos: sólo los nacidos.
Importa quién te conoce, no a quiénes conozcas.
Viajes, sólo al extranjero.
Militancia en qué, pero no por qué.
Condecoraciones sin mencionar a qué méritos.
Escribe como si jamás hubieras dialogado contigo mismo
y hubieras impuesto entre tú y tú la debida distancia.
Deja en blanco perros, gatos y pájaros,
bagatelas cargadas de recuerdos, amigos y sueños.
Importa el precio, no el valor.
Interesa el título, no el contenido.
El número del calzado, no hacia dónde va
quien se supone que eres.
Adjuntar una fotografía con la oreja visible:
lo que cuenta es su forma, no lo que oye.
¿Qué oye?
El fragor de las trituradoras de papel.
--
Imagen de Phil Burrows en Pixabay
Muy bien traídos esos versos 👏👏👏
ResponderEliminar