Opino que todos aquellos que nos dedicamos a trabajar con grupos, sea en el terreno que sea, tanto organizativo como social, y, sobre todo, aquellos que lo hacemos desde el ámbito de la consultoría, hemos de desplazar la atención de la literatura especializada a aquella otra dedicada a compartir los logros y nuevos conocimientos que están revelándose sobre la naturaleza de las personas y sobre el sentido que hemos de imprimir a nuestras actuaciones para hacer de este mundo un lugar realmente a la altura de los que vivimos y han de vivir en él.
El problema que plantea la literatura “aplicada” anterior al momento actual y en la que podemos incluir, sin ningún temor a equivocarnos, mucho de lo que se ha escrito sobre management en los últimos cinco años, es que la materia prima con la que está elaborada pertenece a marcos teóricos y conceptuales desfasados y las ideas que se desprenden llaman a converger hacia una idea de la realidad que es defectuosa o, directamente, obsoleta para entender el momento en el que estamos y orientarnos hacia el futuro que necesitamos.
Desde hace unos [pocos] años, la literatura que mejores pistas aporta para encarar el momento actual viene desde la eventualidad líquida de los blogs profesionales, de la divulgación científica [sociológica, neurocientífica, antropológica…] y, sobre todo, desde la Filosofía. Y es que, después de ser poco menos que ninguneada por el conjunto de disciplinas que se desprendieron de ella y que han usurpado durante años su lugar, dándonos versiones globales a partir de enfoques parciales, la Filosofía, desde el discurso ético que reclama la crisis de valores y desde las advertencias e indicaciones de cómo reenfocar la educación, vuelve a ser la Piedra de Roseta sobre la que orientarnos en el desconcierto actual y buscar respuestas para las dudas que nos atenazan a la hora de enfocar nuestras organizaciones.
Quizás a alguien le extrañe o le parezca sumamente difícil y costoso buscar esas respuestas a las necesidades que plantea actualmente el management, en la versatilidad del dospuntocero, de la mano de recientes descubrimientos científicos por parte de disciplinas lejanas a la gestión o desde la distancia del discurso filosófico, pero merece la pena detenerse a pensar en que el conocimiento sobre la naturaleza de las cosas es [debiera ser] el punto de partida para escoger el método que se requiere para intervenir en ellas, y que el despertar al que nos invita la particularidad del momento actual exige que nos convirtamos en alambique y que destilemos enfoques y metodologías propias utilizando como materia prima aquel conocimiento que mejor describe la realidad con la que hemos de lidiar y el futuro por el que hay que apostar. Uno ha de saber primero con que material ha de trabajar, si se trata de piedra o de madera para saber qué ha de utilizar, si una maza o una sierra.
Hoy más que nunca cabe exigir este esfuerzo por parte de aquellas personas que lideran nuestras organizaciones y, sobre todo, por parte de aquellos profesionales que hemos de dar soporte o facilitar el desarrollo de aquellas capacidades necesarias para poder enfocarlo e impulsarlo.
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Foto: [cumClavis]
He descubierto que existen muchas investigaciones, estudios empíricos y meta-análisis recientes publicados en Google Académico, en algunas bases de datos abiertas de universidades y/o en las páginas webs de los mejores investigadores sobre grupos y management. Es una información valiosa y muy actualizada que en ocasiones poco tiene que ver con lo publicado en los manuales de moda sobre los modelos e intervenciones más efectivos y las variables moderadoras y mediadoras más importantes.
ResponderEliminarUn abrazo, Manel.
Cierto Visi, en abierto tenemos al alcance mucha información valiosa que está siendo contrastada y actualizada continuamente. Con esa vertiente investigadora que te caracteriza [y ahora en plena tesis doctoral] lo sabes bien.;-). Yo me he encontrado investigando a partir de la lectura de ensayos sobre ética o sociología [por ejemplo] y transmutándolo a la práctica profesional. Muy interesante…
EliminarUn abrazo!
Mi escaso conocimiento en lo que a equipos se refiere no procede de ningún libro de management. Por desgracia o por fortuna (al hilo de tus palabras) los textos específicos sobre el tema no han sido mis compañeros en este viaje.
ResponderEliminarHe preferido, siempre, escuchar.
Otras voces, experimentadas, que me contaban.
Ecos de anteriores vivencias, en carne propia y ajena, que me traían recuerdos y sensaciones pasadas, de nuevo, a primera línea.
Historias, cuentos, fábulas, relatos, ...
Y, sobre todo, a todas y cada una de las personas con las que comparto equipo, en cada momento, pues son ellas, al fin y al cabo, las que me dan una lectura fiel de las conexiones, metáforas, traslaciones, ... resultantes.
Leyendo tu post no he podido evitar que me venga a la cabeza una pequeña aldea gala, en la que un bardo se convierte en guerrero, sin dudar, blandiendo su arpa junto al herrero, el pescatero, el octogenario, el repartidor de menhires, el druida ... reasignados los roles en base a una nueva tarea.
Quizá lo utilice, en algún momento ...
Te contaré!
Muxu handixe!
Tu manera de “absorber” aquello que te envuelve creo que convalida cualquier lectura, aunque me consta que eres una lectora ávida de narrativa, otra gran fuente de pensamiento tal y como comenta Fernando a continuación. Por no hablar de historias sobre pequeñas aldeas galas altamente instructivas para cualquier situación. A mí, particularmente, me resulta útil leerte a ti ;-)
EliminarUn abrazo Marta
Yo también creo que en el momento presente es necesario tener los ojos y los oídos muy abiertos, y mirar en todas las direcciones -y hacia todas las "disciplinas"- para tratar de entender el mundo (si eso fuera posible) o, al menos, para desenvolverse en él, como si fuéramos exploradores en un universo desconocido.
ResponderEliminarMencionas la divulgación científica, la filosofía... que siempre son fundamentales. Algunas de mis "fuentes" preferidas están en la literatura, en el comic, en el diseño o la gastronomía, y te diré que el "Archivo del Bulli", por ejemplo, me ha ayudado a entender (un poquito) lo que significa "innovación".
Un abrazo
Me gusta lo de “exploradores en un universo desconocido” porque resume la idea que quería trasladar de afrontar el escenario actual como un terreno nuevo e inexplorado que puede requerir nuevas formas de aproximación. Creo que comparto contigo la afición a la “lectura lateral” [podría denominarse así] como referente de pensamiento a la vez que de entretenimiento. También soy un gran aficionado a la novela gráfica y no puedo dejar de ver conexiones entre ciertas lecturas [o películas o series] y el desarrollo de mi oficio. He escrito algo aquí aunque no me he atrevido a insinuarlo en este post porque el proceso de “destilado” es menos generalizable y depende más de la aproximación personal que aquel que se deriva de la reflexión directa sobre las variables que caracterizan el entorno actual. Muchas gracias por tu visita Fernando. Un abrazo!
Eliminarfui afortunado de tener algunos profesores de filosofía y de historia de la filosofía que me parecieron preclaros, a pesar de ser una asignatura que mis compañeros de ciencias daban por imposición inútil, y a pesar también de que todos ellos discutirían lo de esa claridad, seguramente ocultando su completa falta de interés. Pero una de las cosas que apreciaba era como a pesar de que había que estudiar teorías en apariencia farragosas, eran capaces de llevarlo a conceptos claritos en los que dividir el pensamiento de cada autor. Y la filosofía se podía reducir, desde siempre, al estudio del mundo (conocimiento) y de las relaciones con los humanos (ética). A mí aquello me resultaba de una claridad diáfana, y siempre le he encontrado aplicación, da igual que estuviera leyendo cómo Descartes cuadriculaba el mundo para poder describirlo (y luego someterlo determinísticamente a Dios), cómo Kant iluminaba el comportamiento mediante la razón aplicada con método científico, cómo el empirismo llevaba a Locke a postular una incipiente socialdemocracia a partir del reconocimiento de iguales, o cómo Wittgenstein se desesperaba porque las herramientas empleadas para describir el mundo y por tanto transmitir el conocimiento no fueran más que fuentes de errores. ¿Cómo no va a poder aplicarse a los grupos de trabajo, al currelo en general? Por supuesto. Lo difícil es traducirlo, supongo...
ResponderEliminarEsto que comentas es muy coherente con quien se muestra a través de lo que escribes y en cómo lo haces, Goio. Yo también fui afortunado con algunos profesores [literatura, historia] aunque los de filosofía no destacaron especialmente. La filosofía la conocí posteriormente, a partir de investigaciones propias y fue uno de los hallazgos más útiles de mi vida profesional.
EliminarLo de las traducciones/destilados creo que está relacionado con el grado de compartimentación de la realidad, me explico: aquellas personas que dividen su vida en profesional/no profesional, trabajo/ocio, etc, creo que lo tienen más difícil que aquellos que consideran que todo es un continuum interrelacionado, entonces es más fácil establecer conexiones entre cualquier cosa. Es posible que el tema vaya por ahí, entre otras cosas ;-)…
Gracias por tu comentario, un abrazo Goio!
Estoy de acuerdo en lo que dices. Concretamente creo que en el campo de la educación estamos asistiendo a una verdadera revolución propiciada por el intercambio de ideas, actividades y cursos a través de internet y la interacción de todo eso que da como resultados otra forma de aprender. En contraposición a un sistema educativa anticuado, desmoralizado y en muchos casos carente de interés por parte de todos. Ejemplo que conoces: https://www.coursera.org/
ResponderEliminarUn abrazo Cumclavis.
Cierto, el aprendizaje abierto es una auténtica revolución, ya sea por la cantidad y calidad de la información a la que se tiene acceso como por lo que supone de autogestión y creación de itinerarios personalizados. Un abrazo Jaal!.
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