sábado, 25 de mayo de 2013

Porqué están de moda los zombies

Sobre la Humanidad se cierne la tópica amenaza de ser exterminada por una potencia extraterrestre que, para variar, desea ocupar la Tierra. Casi no hay esperanzas de rechazar el ataque ya que los alienígenas conocen perfectamente las estrategias utilizadas en el pasado por los humanos y, a partir de ello, inferir posibles combinaciones o variaciones y, de ese modo, avanzarse a cualquier maniobra que se pueda pensar.

La Humanidad necesita formar a un líder capaz de urdir una estrategia totalmente distinta a los cánones y a la lógica que ha imperado hasta el momento actual para, de este modo, poder hacer frente, con alguna probabilidad de éxito, a esta insólita amenaza.

Cómo formar a este líder manteniéndolo al margen de cualquier aprendizaje anterior es el fabuloso reto sobre el que se desarrolla el argumento de El Juego de Ender [1985], una deliciosa obra de la ciencia ficción que, con algunos pocos retoques en el maquillaje, bien pudiera describir el momento actual con alguna de sus principales necesidades.

Nassim Nicholas Taleb, profesor de Ciencias de la Incertidumbre y autor de Antifrágil, un reciente y provocador ensayo que va a dar que hablar y que no debiera pasar desapercibido a nadie de los que pasáis por aquí, advierte de que hay cosas que no sólo no perecen sino que mejoran cuando se ven sometidas a choques y agresiones externas. A esta capacidad de mejorar y desarrollarse ante la adversidad la denomina antifragilidad y sería la base en la que se apoya la evolución de cualquier organismo vivo [léase cualquier cosa “viva”: orga-nismo, orga-nización]. Defiende que la antifragilidad es absolutamente necesaria para hacer frente a lo que llama Cisnes Negros, es decir, acontecimientos o factores externos muy estresantes y que, invariablemente, aparecen de tanto en tanto como para poner a prueba la capacidad de reacción que tenemos ante aquello imprevisto. Taleb plantea que nuestro esfuerzo por protegernos de todo aquello que hemos aprendido a preveer, paradójicamente, nos hace frágiles, es decir, vulnerables a lo que se manifiesta y arremete de forma nueva e imprevisible. Lejos de generar robustez, un excesivo control, al igual que la sobreprotección en un niño, genera a medio-largo plazo, fragilidad, inadaptación y enfermedad.

Han estrenado hace poco Los Croods, una película de animación cuyo argumento gira en torno a las confrontaciones generacionales en el seno de una familia cavernícola. Crug Crood, el padre, se esfuerza en hacer entender a todo su clan y, en especial, a la curiosa Eep Crood, su hija mayor, cómo la cueva es sinónimo de seguridad y protección ante cualquiera de los peligros que suelen acechar en lo más profundo de la oscuridad cuando llega la noche. No poner jamás en duda la infalible seguridad que ofrece la cueva es la causa principal de que generaciones de Croods hayan sobrevivido a las continuas amenazas de los depredadores y a las duras noches de invierno. No obstante, la intrepidez y temeridad de Eep Crood es la auténtica responsable de que la familia no perezca sepultada por no llegar a tiempo a la caverna para refugiarse de algo tan natural y, sin embargo, tan imprevisible como un terremoto. Una vez más, recurrir a lo anterior no siempre es lo más acertado cuando las variables a las que nos enfrentamos son, como en el caso de Ender o de los Cisnes Negros, atípicas y arrolladoras.

Pero aun así todavía hay personas que, ante la situación actual, creen que, como Los Croods, lo mejor es aguardar en la caverna, esperar a que el tiempo amaine y todo vuelva a ser como antes. Como también hay organizaciones que se plantean afrontar el cambio organizativo y dotar de recursos a las personas y a los equipos partiendo de concepciones del management, diccionarios de competencias o programas formativos pensados para afrontar el futuro desconocido desde una óptica que ya era de dudosa validez en el pasado conocido. O directivos que se aferran supersticiosamente a la cuadratura y linealidad ingenua de sus rígidas teorías o sistemas para hacer frente a la imprevisibilidad azarosamente natural de las variables que determinan el cambio.

Con sólo fijarse un poco, es fácil ver a quien con paso rígido se mueve a destiempo, desdibujandose tercamente junto a una forma de vivir que ya se ha apagado, habitando inconscientemente un mundo que ya no existe, deambulando obstinadamente bajo paradigmas obsoletos y es que no es para nada casual que, de un tiempo a esta parte, se hayan puesto de moda los zombies.

Aquí dejo un clásico para seguir profundizando en el tema:



12 comentarios:

  1. Estupenda reflexión, Manel. Es siempre interesante y refrescante leerte.
    Sabes que me fascina en especial el modo en que nos haces partícipes de tu proceso reflexivo, de como a partir de un detalle, una idea, un libro o una pelicula, vas hilvanando opiniones y enlazandos tus conocimientos sobre las organizaciones. Nos permites ver como vas vinculando imágenes e ideas... confeccionando tus opiniones, casi como quien confecciona un trabajo de punto, un encaje de bolillos.

    Lo tuyo es pensamiento artesano de creación propia frente al tan usual pensamiento fast-food de consumo y re-copiado-y-pegado rápido. Excepcional.

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    1. Lo que creo es que en esta manera de hilar te reconoces como en un espejo, Judith, sólo que tu eres una artista! Me llega el cariño que destila el comentario. Gracias!

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  2. bon dia, Manel.

    Coindido plenamente con Arati.

    Además, añado que aportas a tus ideas mucha bibliografía actual tanto de lectura como visual, de forma que tus reflexiones son más fácilmente extrapolables a todas las facetas de la vida y no sólo a la estrictamente laboral. A fin de cuentas, el trabajo es tan sólo uno de nuestros múltiples papeles en esta obra llamada vida.

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    1. Todo está relacionado y además son cuatro cosas que suelen responder a etiquetas distintas: trabajo, vida personal, etc. Uno “es” siempre haga lo que haga, de ahí que la mayoría de estas observaciones sean extrapolables y reconocibles en diferentes situaciones de la vida. Qué te voy a explicar yo a ti cuando tú eres capaz de relacionar y poner en verso la luz con cualquiera de tus sentimientos. Gràcies Begoña i bon dia! ;-)

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  3. Hola, después de leer sobre Taleb y relacionarlo con los zombies pensé que el vídeo sería sobre algo relacionado con política o filosofía, o con Taleb mismamente, no con zombies! :|
    Igual me ha gustado el post y su manera de relacionar las ideas. Y por supuesto, que se mencione a Taleb :)
    Un saludo. Eva.

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    1. Estupendo que te haga gustado Eva, yo me he divertido escribiéndolo. Elaborar un relato que hile diversas fuentes me provoca el placer de desvelar la estrecha relación que existe entre las cosas y la intensa importancia incluso de aquello que a veces se considera futil. Saludos!!

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  4. ¿Cómo acceder a la más profunda sabiduría? ¿cómo sobrevivir en condiciones extremas? ... pues no lo sé ... solo sé que se puede.
    Leí hace algunos años un libro que me impresionó "Tocando el vacío" del escalador Joe Simpson, bajó solo y con una pierna rota por un glaciar plagado de grietas escondidas por la nieve. Dice: "la locura se apoderaba de su mente" ... es imposible sobrevivir a eso si no accedes a todos tus "locos" interiores ... te ayudan a superar los límites ...

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    1. También creo que se puede Juana, y creo que tiene algo que ver con quedarse a solas con uno mismo, dejándose caer hacia adentro, algo de lo que siempre se intenta huir y que muchos no llegan a conseguir aun viviendo toda una vida…es a lo que me lleva también el comentario que haces de Joe Simpson…

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  5. La primera vez que escuché hablar sobre la resiliencia me cautivó el concepto. Sin embargo, al poco tiempo, se me quedó pequeño para referirme a muchas personas de las que sé, de las que me cuentan, con las que comparto, ... porque las reconocía después de experiencias como las que defines aquí con otra forma que, sin duda, no era la original de la que partían antes del proceso. Me ha fascinado el post y el concepto. Lo siento dentro como aquello que es capaz de envolver a cada una de ellas en la dimensión que merecen. En cierto modo, me ha reconfortado. Lo poquito que yo sé de luchar, en pequeñas o grandes batallas, me lo han ido enseñando así, con su ejemplo y es como si, por fin, existiera un término a su altura.

    Disfruté con Los Groods como una loca. Las dos veces! ;) Alternaba mis miradas entre la pantalla y los duendes y me encantó ver el mismo brillo en sus ojos que en los de Eep: "Tenéis que ver ésto ... de veras!!" Supongo que hay que afrontar la realidad de los cisnes negros para abrir la posibilidad de descubrir los blancos.

    Hay una parte de la reflexión que no deja de rondarme ... Y es que me gusta sentirme vulnerable. Me obliga a renovar cada día la confianza en mi misma y en los demás y la promesa de dejarme sorprender, para bien y para mal, y no me siento frágil por ello, al contrario, aunque sí soy consciente de que es así como he sido percibida, muchas veces.

    Tendremos que seguir charlando ... ;)

    Oso muxu handia!

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    1. Comenta Taleb que lo que es nueva es la palabra, el concepto [tal y como lo demuestras en tu comentario] lo hemos tenido siempre, sólo que algunos prefieren ignorarlo por motivos varios, entre los que suele encontrarse el substrato común del miedo. Identifico lo que dices al final; comenta Pablo d'Ors que un león en una jaula ya no es un león sino que se trata de “un león enjaulado”, debe ser por eso por lo que te gusta sentirte vulnerable, en cierto modo no deja de ser consecuencia de la libertad, algo que creo que te define cada vez más. Sí, creo que tenemos que seguir charlando.

      Un beso Marta!


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  6. Muy bueno, Manel, gracias y sigue... Un abrazo,
    Alfonso

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