domingo, 15 de febrero de 2009

¿Qué tal en el trabajo?

En una organización de pongamos, 1.000 personas, cada fin de semana, 400 de ellas (por decir algo) cenan, como mínimo, con una pareja de amigos. Esto relaciona indirectamente a la organización con unas 800 personas semanalmente, insisto, como mínimo.

No es nada raro que en una cena con amig@s surja en algún momento la pregunta: ¿qué tal en el trabajo? que inspira la reflexión de este post.

La importancia que la comunicación externa tiene en nuestras organizaciones choca con la creciente desorientación de estas mismas organizaciones hacia las personas que trabajan en ellas.

Contrariamente a los esfuerzos que dicen dedicarse, lo cierto es que, al menos en mi opinión, actualmente existe una verdadera fractura entre la dirección y el personal de línea, más o menos a la altura de los mandos intermedios. Se trabaja realmente poco en la línea de integrar e incluir en la dinámica organizativa. Se informa más que se comunica y se manda más que se dirige. Está de moda “hacer hacer” como doctamente aconsejan algunos, y no ocupar un cargo de dirección puede ser sinónimo de no “ser nadie”, como me afirmaba "alguien" no hace mucho…

Hay pocos James Lavensons y en nuestras organizaciones pocos son los que
piensan en fresas y hacen de cada empleado un prescriptor de la organización. No se trabaja en la línea de que, para seducir al cliente se consigue solamente mejor y más rápido después de seducir al colaborador/a…

¿Cuál suele ser la respuesta más habitual en vuestros entornos a la pregunta: qué tal en el trabajo?

Y,…ya se sabe, 800 a la semana son 3200 al mes, 38.400 al año y eso sin contar que nuestros compañer@s de mesa no expliquen a sus respectivas amistades su versión de nuestra respuesta…

9 comentarios:

  1. Fíjate que yo vengo observando esa tendencia que comentas y cito: "actualmente existe una verdadera fractura entre la dirección y el personal de línea, más o menos a la altura de los mandos intermedios.", pero desde hace unos 10 años... yo la "descubrí" o la evidencie por primera vez cuando estábamos inmersos en el Y2K (¿te acuerdas de eso?), bueno en esa época empecé a notar dicha fractura, por que mis propios empleados de confianza me dijeron que lo habían notado en mi persona (era mando medio) y entonces fue cuando vi que a mi alrededor sucedía lo mismo.

    Cuando me preguntas ¿qué tal el trabajo?, creo que no digo nada pues lo reflejo todo con mi cara, aunque lo acompaño con un "digamos que bien para no mentir"
    SM

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  2. "La mayoría de los líderes en las organizaciones han aprendido un estilo de supervisión funcionalmente vinculado a su historia de reforzamiento" (Intervencion psicológica en la empresa, de Luis López Mena)

    Lo que viene a decir que si los jefes han llegado arriba "trabajando duro" y sin tantas gilipuerteces de horizontalidades y motivaciones varias, esperan que sus empleados hagan lo mismo.

    La fractura que mencionas no sólo es inevitable sino que es previsible porque habita con naturalidad en la estrategia de la organizacion.

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  3. El apunte pretendía centrase en la necesidad de trabajarse a la organización en los procesos de comunicación externa, pero no tanto por cuestiones hippie , sino en términos de eficacia y de eficiencia.

    @ SM. Lógicamente coincido contigo en que esta distancia ha existido siempre, pero a mí me parece que, últimamente y más en el seno de la administración (la autonómica y la local) esta distancia se ha convertido en fractura. Será porque la incertidumbre política aumenta las ambiciones personalistas transformándolas en un pan para hoy y hambre para mañana, sea porque se está llenando de cargos de confianza que a su vez desconfían de quien no tenga el carné, lo cierto es que se observa una orientación al poder sin ningún tipo de pudor. Esta queja la trasladan incluso los mismos directivos no políticos…

    @ Yoriento. No voy a ser yo quien diga que no hay directiv@s que “han llegado arriba trabajando duro” de hecho vivo con una de ellas… pero sé perfectamente que no es condición necesaria, ni suficiente para llegar a un cargo directivo en la administración… a menos que se incluya en el “trabajar duro” el pegar carteles cuando se está en campaña…

    El hecho de que la fractura habita con naturalidad en la estrategia no acabo de pillarlo. Si te refieres a que importa una mierda, vale. Pero sin te refieres a que hay alguna intención (realmente)estratégica en ello... no coincide con los criterios de excelencia ni con la lógica de una empresa que piensa en términos de futuro.

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  4. Visto así (me gusta el enfoque que le das), la comunicación externa tiene un gran componente de márketing viral alimentado por la percepción interna. Así que habrá que empezar a aplicar de verdad aquello de cliente interno/cliente externo, de manera que una buena comunicación interna propicie la identificación y la participación en los objetivos comunes.

    Por lo que respecta a la pregunta, hace tiempo que pacté con los amigos que en las cenas no se hablaba de religión, ni de política. Aún menos de trabajo. Los tres temas conducen a discusiones interminables y yermas, carentes de todo sentido. Me temo que el denominador común es reconocer el poco peso que se nos concede a la hora de incidir en cualquiera de los tres.

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  5. En Venezuela decimos, "Bien pana, Gracias", casi automáticamente. Luego se piensa la pregunta y a veces se complementa: "Bueno, mas o menos". Entonces el interlocutor, comienza a indagar. Como digo en mi post, La Lagartija y el Cuadro, las organizaciones tienden a motivar a los empleados para que no tengan iniciativa, por lo que hace se vea disminuida la comunicación interna y se aumente la externa. Por eso nos enteramos de cosas de nuestra empresa a través de terceros externos y no de nuestros pares.
    Yo creo que la propuesta de Manel, es bien interesante, la de analizar la comunicación informal y tácita entre pares de diferentes empresas.
    Se pudiera decir, además, que en esas reuniones informales de tal magnitud, se vayan valores o activos intangibles?
    Alberto

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  6. Hola, que les parece si entre la semana del 9 al 15 de Marzo, publicamos nuestras reflexiones particulares sobre la actitud del trabajador cuando regresa de nuevo a un antiguo trabajo? (Son mejores las segundas partes? propuesto por RRHH)
    Cum,Yoriento, Senior y RRHH con el mismo tema en la misma semana. (Aunque Yoriento y RRHH tienen capacidad diaria de boguear)
    Me avisan. Voy a dejar el mismo post en cada uno
    Alberto

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  7. Hola, como buena alumna de mi mentor, utilizo siempre el articulo de las fresas para convender o como argumento en mi trabajo, con mis superiores e incluso en mi vida privada. Gracias por iluminarme.

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  8. @Á, esto de tener a James Levanson como mentor es todo un lujo!!

    Un abrazo,

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  9. @¡ Marketing viral! Que concepto más alucinante Anna. Me gusta! En el trabajo, la política y la religión, el problema parece centrarse, en los tres casos, en la cúpula de la estructura… verdad ;-)
    @ FM, Cierto, por un lado se le da importancia poco sincera a la comunicación y al compromiso con la organización y por el otro se va a saco sin contemplar las consecuencias para el negocio de la no calidad. Así va como va, estas actuaciones están en los vericuetos y circunvoluciones de la crisis.

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